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lunes, 5 de junio de 2023

Historia del Far-West (7)


                                                                                        

"Historia del Far-West" fue el nombre original de esta publicación aparecida en capítulos en la revista Mampato a fines de los años ´60, del siglo XX. Es un excelente resumen de una época apasionante en la historia de Estados Unidos. Themo Lobos supo ilustrarla con una buena cuota de humor.

                                                                                        
                                                                                    
Última entrega

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El cowboy

El vaquero americano nació en la región de Texas alrededor de 1840. Por esta época, el ganado se había multiplicado en tal forma que los hacendados más emprendedores organizaron envíos de animales a otras regiones del Norte y del Este. En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, los Cowboys se enrolaron el ejército y los envíos de ganados debieron ser suspendidos. Además, se había descubierto que el ganado Longhorn texano transmitía la llamada “Fiebre de Texas” a los animales del Este y los rancheros de Misuri impedían a balazos la entrada a sus tierras de los bovinos de largos cuernos d de los vaqueros que los conducían. Una vez terminada la guerra, los vaqueros regresaron a su trabajo, encontrándose con que las reses, abandonadas a su suerte durante el conflicto, se habían reproducido rápidamente y qué más de 5 millones de cabezas de ganado vagaban libremente por las praderas. Para conducir estas reses en estado casi salvaje se necesitaban jinetes experimentados que conocieran bien su oficio. Así fue como el cowboy volvió a arrear ganado, atravesando Texas y Oklahoma hasta más allá de la frontera con Kansas, para embarcar los animales por tren hacia el este. 




Los caballeros errantes de la pradera

El compañero inseparable del cowboy fue el caballo. De él dependía su vida cuando el vaquero trataba de penetrar dentro de la manada, de atravesar un río o de controlar una estampida. Los cowboys eran hombres sufridos que cabalgaban desde el amanecer hasta la noche, soportando los rigores del invierno y el calor del verano. Al comienzo de la primavera, los vaqueros reunían el ganado, contaban las reses y marcaban con fierro candente los terneros recién nacidos. Al final de su solitario viaje, los cowboys llegaban a la ciudad, cobraban el sueldo y partiendo donde el barbero. Después de un buen año, los vaqueros estaban prontos a divertirse. Como público eran muy exigentes y si no les gustaba el espectáculo, no vacilaban en sacar con lazo a los actores del escenario. Muchas veces, los cowboys perdían en una noche el dinero ganado en un año en mano de jugadores profesionales o perdían la vida en una simple escaramuza callejera.


El colt y las estampidas

El cowboy llevaba siempre al costado su fiel revolver Colt, el arma inventada por Samuel Colt, y no perdía ocasión de usarlo, aunque sólo se trataste de hacer bailar a un pacífico transeúnte disparándole a los pies. El mayor peligro que enfrentaban los vaqueros no eran los indios ni los cuatreros sino las estampidas, es decir, la fuga repentina y descontrolada del ganado. Estas se producían generalmente de noche y bastaba el aullido de un coyote, un balazo o el grito un ave nocturna para que 1000 o 2000 cabezas de ganado se lanzarán en una desenfrenada carrera arrollando todo lo que encontraban a su paso. Al sobrevivir una estampida, el cowboy montaba a caballo, para hacerlos correr en círculos, pero si el caballo tropezaba, la muerte del jinete era segura. En estas estampidas morían muchos animales aplastados por otros o que se ahogaban al llegar un río. Después pasaban semanas hasta que los vaqueros podían reunir nuevamente todas las reses. 


El fin de la conquista

Hacia 1890, el arreo de las grandes manadas llegó a su fin y así terminó la época de oro del cowboy norteamericano. Una extensa red ferroviaria unió al país de costa a costa, haciendo innecesario el trabajo de los vaqueros. Los animales eran amontonados en vagones de carga y transportados de un lugar a otro sin mayores complicaciones. Además, en esa década comenzaron a instalarse en Texas una serie colonos, quienes parcelaron las grandes extensiones de la pradera y, naturalmente, impidieron que las manadas cruzaran por sus tierras recién cultivadas, recurriendo a los alambrados de púas, otro invento de la época. En nuestros días el jeep y los helicópteros han reemplazado al cabello, pero aún es posible ver a los cowboys vigilando el ganado, contando las reses, marcando a los terneros y recordando en sus canciones las aventuras de viejo Oeste. En esta forma, el avance de la civilización puso fin a la conquista del Far West. 


El lazo y el caballo

Antiguamente, el cowboy no abandonaba por ningún motivo su rifle ni sus pistolas, hoy día rara vez anda armado. Pero, igual que sus antepasados, las partes más importantes de su equipo continúan siendo el lazo y el caballo. 
Los norteamericanos adoptaron el uso del lazo de los vaqueros españoles de California, igualmente, la costumbre de marcar a los animales con un fierro rojo. El cowboy lacea al ternero por las patas traseras y lo aparta del resto del ganado. Mientras dos hombres lo sujetan, un tercero le aplica el fierro. Existen diferentes tipos de marcas, algunas son dibujos, otras son con número o con las iniciales del rancho. También se pueden marcar los animales haciéndoles un corte en la oreja, pero este sistema de marca es más usado en los ovinos, caprinos y animales pequeños. 


La tienda del cowboy

Las botas son tan bonitas como útiles. El taco alto y grueso impide que el pie resbale en el estribo o quede enganchado en él. Los tacos sirven también de punto de apoyo cuando se lacea un animal a pie. El sombrero de alas anchas defiende el rostro del sol y de la lluvia. Durante el trabajo, los cowboys usan perneras de cuero, las cuales protegen las piernas de los matorrales y de las espinas. El pañuelo que llevan al cuello, lo emplean para cubrirse la boca y la nariz cuando hay mucho viento o polvo. El chaleco tiene una serie de pequeños bolsillos para guardar fósforos, cigarrillos, tabaco para mascar, etc. Algunos cowboys usan también muñequeras de cuero y guantes cuando lacean o doman caballos. Como ustedes podrán darse cuenta, cada parte de la tenida del cowboy está calculada para ser útil.


Los rodeos

Los rodeos comenzaron como una entretención entre los cowboys que querían probar su destreza, pero cada vez asistieron más personas y terminaron por transformarse en espectáculos públicos. Actualmente, estas competencias, en las cuales los cowboys demuestran sus habilidades con el lazo y como jinetes, se celebran en todos los Estados Unidos. Las pruebas principales son: 1. Mantenerse durante un mínimo de 10 segundos sobre un toro brahma*, sujetándose sólo con una mano de una cuerda que pasa por debajo de la barriga del animal. 2. El jinete debe mantenerse arriba de un bronco, por lo menos 10 segundos, usando sólo una rienda y manteniendo el otro brazo en alto. Broncos llaman a los caballos que son prácticamente indomables y que no se dejan montar por nadie. 3. Lacear un ternero, desmontar y amarrarle las patas, todo en un máximo de 20 segundos. 4. Saltar del caballo, sujetar un toro por las astas y derribarlo al suelo. También durante los rodeos actúan acróbatas y payasos, siendo una de las pruebas más divertidas, la de tratar de ordeñar vacas salvajes.

*Raza de ganado proveniente de la India, que se caracteriza por su joroba.


El cowboy moderno

Si los antiguos cowboys vieran a sus descendientes, les extrañaría mucho verlos emplear una serie de artefactos nuevos y efectuar actividades desconocidas en otros tiempos. Por ejemplo, los cowboys utilizan ahora sustancias químicas y pulverizadores para combatir las plagas y saben manejar un jeep o un camión también cómo montar a caballo. En algunos ranchos modernos, se emplean aeroplanos para ubicar el ganado, y, en invierno, cuando los animales están aislados por una tempestad, les dejan caer forraje. El fuego para poner los fierros al rojo ha sido reemplazado por un calentador a gas licuado y, al mismo tiempo que se marca a los terneros, los cowboys les inyectan vacunas contra las enfermedades. Aunque el caballero errante de la pradera desapareció para siempre, el cowboy sigue siendo tan útil como los hombres que jugaron un papel tan importante en la conquista del Oeste.

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