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jueves, 8 de junio de 2023

Historia del Far-West (6)


"Historia del Far-West" fue el nombre original de esta publicación aparecida en capítulos en la revista Mampato a fines de los años ´60, del siglo XX. Es un excelente resumen de una época apasionante en la historia de Estados Unidos. Themo Lobos supo ilustrarla con una buena cuota de humor.



Ver también parte 1234 y 5




Jesse James

Después de la Guerra de Secesión, el bandolerismo alcanzó su mayor auge, mezclándose en la historia de algunos bandoleros la leyenda con la realidad. Muchos soldados sudistas no se resignaron a aceptar la derrota y continuaron luchando por una causa perdida. La más famosa de estas bandas fue la de Jesse James, un exguerrillero sudista, que después se transformó en asaltante. La leyenda lo describe como una especie de Robin Hood, pero sólo fue un extraordinario bandido que se destacó por su extraordinaria audacia y que durante 16 años sembró el pánico en la región. Su especialidad eran los asaltos a bancos y trenes. La frecuencia de los atracos efectuados por Jesse James y su banda de “Desesperados”, cómo llamaban a los cómplices de este, obligó a las autoridades a tomar serias medidas. Por recaptura del bandido, vivo o muerto, se pagaba la mayor recompensa ofrecida en esa época y James se vio asediado por la policía, los cazadores de recompensa y los traidores. Fue muerto en 1882 por un amigo, quién le disparó cuando Jesse James le dio la espalda para enderezar un cuadro que colgaba de la pared.



El primer asalto a un tren

El asalto a los trenes no fue una invención de Jesse James, como muchos creen, sino de John Reno, también un ex soldado de la Guerra Civil. Él y su banda efectuaron el primer atraco a un tren en la historia del bandolerismo del Far West en 1866. El golpe más afortunado de la banda de Reno fue el asalto al tren de Jefferson City a Indianápolis, con el cual obtuvieron un botín de $100.000 dólares, pero el cabecilla no tuvo mucho tiempo para gastar esa fortuna. Semanas después fue apresado y condenado a 25 años de cárcel. El resto fue menos afortunado. Los demás miembros de la banda fueron capturados y encerrados en la prisión de New Albany. Días después, un tren con todas las luces apagadas entró silenciosamente a la ciudad. Era la madrugada del 2 de diciembre de 1868. De él descendieron unos hombres enmascarados de rojo, eran los temibles miembros del Comité de Vigilancia. El sheriff y sus ayudantes trataron de proteger a los prisioneros, pero no pudieron evitar que los enmascarados se hicieran justicia y lincharan a los forajidos.



Billy the Kid

A los 12 años dio muerte a puñaladas al lavandero chino del pueblo y William Harrison Bonney, conocido más tarde como Willy The Kid, huyó a México. 5 años después regresaba a Estados Unidos convertido en un temible tirador. Contratado como guardaespaldas por un ganadero en México, el joven pistolero se había mezclado en la llamada “Guerra de Lincoln” entre dos hacendados rivales. Durante meses, las dos pandillas se enfrentaron en varias escaramuzas sangrientas y cuando sus amos no pudieron continuar pagándole, los pistoleros se convirtieron en cuatreros. El nuevo gobernador enviado por el Gobierno otorgó una amnistía a los fuera de la ley y a Billy The Kid, incluso, le ofreció el puesto de sheriff, pero el muchacho rechazó el cargo, siendo nombrado comisario de Lincoln su amigo Patrick Garret. Billy continuó con sus correrías hasta que en 1881 fue muerto por Garret. El joven bandido, en sus 21 años de vida, dio muerte a 21 personas sin contar a varios mexicanos, indios y hasta un chino lo que elevaría a 50 el número de víctimas.



La pareja romántica

Según la esposa del General Custer, Wild Bill Hickok era “el hombre más buen mozo que he conocido”. Con la melena hasta los hombros, tal como un hippie de nuestros días, sus largos bigotes y vistiendo con mucha elegancia, se convirtió en el príncipe de los pistoleros y en el gran amor de Calamity Jane (Juanita Calamidad). Cuando un periodista le preguntó cuántas habían sido sus víctimas, el pistolero contestó después de un rápido cálculo: “Más o menos un centenar”. Hickok, en su aventurera vida, había sido guerrillero, guardaespaldas, agente secreto, sheriff, actor del cicrco Búffalo Bill y empedernido jugador. Mientras jugaba póker, un desconocido se le acercó sigilosamente y le disparó un tiro en la nuca. Cuando le preguntaron al asesino porque no lo había desafiado abiertamente, éste respondió: “¿A Wild Hickok? Habría sido un suicidio”. Y en realidad, tenía razón. El “príncipe” fue uno de los tiradores más certeros en la historia del Oeste. Jane Marta Canary, conocida como Calamity Jane, era una mujer de aspecto no muy femenino, con un lenguaje como para asustar a cualquier varón y que varias veces fue acusada de asaltos a mano a mano armada. Sin embargo, era leal y de una valentía extraordinaria. Presto también valiosos servicios como correo del Ejército y sólo por encontrarse enferma en cama, se libró de morir en la batalla de Little Big Horn. Calamity Jane fue enterrada al lado de su admirado Willy Bill en el cementerio de Deadwood.



La ley del colt y del winchester

El Winchester y el Colt fueron las armas que dominaron en el Oeste. De la rapidez de su manejo dependía la vida del tirador. Algunos pistoleros fueron hombres de la ley, otros bandidos y varios de ellos ambas cosas a la vez según las circunstancias. John Holliday era hijo de un aristocrático hacendado sureño que perdió su fortuna durante la Guerra de Secesión. Cuando el joven se graduó a los 21 años como cirujano dentista y partió hacia el Oeste, ya había contraído la tuberculosis y los médicos le daban poco tiempo de vida. En los pueblos del Far West, Holliday abandonó la dentística para transformarse en un jugador profesional. Todos lo conocían como “Doc”, un hombre que no le teme a la muerte y a quién le importaba muy poco la vida de los demás. Sin embargo, en Dodge City salvó al famoso Wyatt Earp de una emboscada y desde entonces se convirtieron en inseparables compañeros. El sheriff fue el único amigo del solitario Doc y éste lo ayudó en el tiroteo de Ok Corral. Holliday murió a los 35 años de edad, víctima de la tuberculosis y del alcohol.


Wyatt Earp

En el Far West, solamente se reconocía la ley del más fuerte, por eso, para imponer el orden, los sheriffs debían ser tan buenos tiradores o aún mejores que el más diestro de los pistoleros. Wyatt Earp era alto, delgado y de penetrantes ojos azules. Generalmente vestía de negro y tenía la misma apariencia de un frío y calculador pistolero profesional. Casi su sola presencia impuso respeto en Dodge City y Tombstone, los dos pueblos que se disputaban la peor reputación del Oeste. Después que dejó el puesto de sheriff, Earp fue dueño de una cantina, detective privado, árbitro de peleas y buscador de oro en Yukón. La historia de Earp es más conocida que la de otros guardianes de la ley porque tuvo la suerte de vivir hasta los 81 años y contó sus aventuras a un periodista, quien al escribir su biografía lo transformó en uno de los héroes de la conquista del Oeste. Sin embargo, existieron muchos hombres que, al igual que Earp, no conocieron el miedo y perdieron la vida por imponer la justicia. El famoso sheriff era un hombre rico cuando murió en 1929 y alcanzó a ver la película que relataba las aventuras de “El León de Tombstone”, cóomo llamaban a Earp.




Ok Corral

Una disputa entre los Earp y un grupo de cowboys de Tombstone terminó con el sangriento duelo de Ok Corral. Los cowboys, al darse cuenta que no podían competir con los temibles hermanos, partieron hacia el corral OK en busca de sus caballos y estaban ensillándolos cuando llegaron los tres Earp y Doc Holliday. Virgil Earp usó en esta ocasión una escopeta de cañón corto, el arma más mortífera empleada en el Oeste. El encuentro se produjo el 26 de octubre de 1881 y según algunos testigos duró apenas 50 segundos. Los cowboys dispararon 17 tiros, pero sólo tres veces dieron en el blanco, hiriendo superficialmente a Virgil y a Morgan Earp. En cambio, los hermanos y Doc dispararon el mismo número de veces y casi todos los tiros fueron certeros. Desde aquel día, Wyatt Earp pasó a ser conocido como “El León de Tombstone”. Sin embargo, el duelo de OK Corral no trajo buena suerte a los triunfadores. Posteriormente los compañeros de los cowboys hirieron gravemente, en una emboscada a Virgil y dieron muerte a Morgan Earp. Wyatt y Doc partieron en busca de los asesinos y no descansaron hasta haberlos eliminados a todos.



Bat Masterson


Otro temido sheriff del Far West fue William “Bat” Masterson. Era amigo de Earp, pero no tan violento como éste y mucho más elegante. Dodge City era un hueso duro de roer para los comisarios. Allí llegaban los cowboys con ánimo de pasarlo bien y aunque sheriff estaba en desventaja numérica, debía mantener el orden. Por eso se necesitaban hombres de un coraje a toda prueba y quién inspiraran respeto. Bat Masterson fue uno de sus hombres. Rara vez se le escapó un prófugo y en el pueblo mantenía el orden entre los bulliciosos vaqueros con su pistola o golpeando a los oponentes con un bastón en la cabeza. Por ese motivo recibió el sobrenombre de “Bat”. El famoso sheriff se retiró a tiempo de la vida activa y murió tranquilamente en Nueva York, a los 68 años de edad (1921).

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