Durante las vacaciones, siento predilección por aquellos destinos que se alejan de las multitudes y la omnipresencia del comercio moderno, prefiriendo entornos a escala humana. Busco lugares donde la naturaleza se manifieste en su plenitud, habitados por personas sencillas y laboriosas. Estos enclaves, evocadores de tiempos pasados, satisfacen una necesidad intrínseca de mitigar la nostalgia que acompaña a una juventud ya lejana.
Por Rubén Reveco - Editor
De modo aficionado, el lente fotográfico se ha convertido en un elemento indispensable al salir de vacaciones, una herramienta indispensable para capturar la majestuosidad de los monumentos naturales que veo o vuelvo a ver. Torres imponentes, murallas erosionadas por el tiempo, castillos pétreos que evocan historias olvidadas, playas solitarias donde el silencio es elocuente, y la neblina omnipresente que envuelve el paisaje en un manto grisáceo, todo ello merece ser recreado y preservado a través del lente.
En particular, reivindico la belleza inherente a los grises, una paleta cromática a menudo relegada en las artes plásticas. Tradicionalmente, el color, en su exuberancia y diversidad, ha gozado de mayor popularidad, saturando lienzos con tonalidades vibrantes. Se asocia comúnmente el gris con la frialdad y la tristeza. Sin embargo, en mi percepción, el gris encarna la armonía cromática por excelencia. Contiene en sí la totalidad de los colores, representando el silencio, la unidad y una sutil elegancia que a menudo se pasa por alto. Es en los matices del gris donde encuentro una profunda serenidad y una belleza singular que merece ser celebrada.
El festival de esculturas de hielo más grande del mundo se celebra en China.
Hay varios festivales y concursos alrededor del mundo, pero el organizado en China es el más espectacular.
El Festival Internacional de Hielo y Nieve de Harbin en Heilongjiang -noreste de China- atrae a unos 18 millones de visitantes. En total, la edición 2019 presentó 120.000 metros cúbicos de hielo y 111.000 metros cúbicos de nieve trabajados por miles de artistas en temperaturas tan bajas como -35C, usando sierras, cinceles y picos para hielo.
El festival, que comenzó como una tradición anual en 1985, ha ganado reconocimientos como el Record Guinness por la escultura de nieve más grande del mundo (250 metros de largo y 8,5 metros de alto).
Este es uno de los 4 mayores del mundo junto al Festival de la nieve de Sapporo, en Japón, el Carnaval de Quebec y el Festival de esquí de Noruega.
China se prepara cada año para recibir el Festival Internacional de Esculturas de Nieve y Hielo en Harbin. Los colores y las impresionantes figuras creadas a partir de hielo visten a la ciudad con un espectáculo para el deleite de los visitantes.
Este festival comienza a partir del 5 de enero y dura un mes. Allí se reúnen distintos artistas y escultores de todo el mundo que trabajan contrarreloj para colocar todos los bloques antes de que inicie el festival.
Punto Nemo, oficialmente conocido como el polo oceánico de inaccesibilidad, representa la ubicación más lejana de cualquier masa terrestre en nuestro planeta. Situado en el Océano Pacífico Sur, este punto evoca una fascinación melancólica y un recordatorio palpable de la vasta inmensidad oceánica que domina la Tierra. Sin embargo, está entre mis viajes pendientes.
La distancia a cualquier tierra firme – isla Ducie, Motu Nui, y la isla Maher – supera los 2.688 kilómetros. Esta lejanía crea un entorno donde la vida es escasa y la influencia humana, paradójicamente, se manifiesta en forma de deshechos espaciales. Punto Nemo se ha convertido en un cementerio para naves espaciales retiradas, cuyos restos se hunden en la profundidad, ofreciendo una ironía impactante: la tecnología más avanzada retornando al entorno más desolado.
Más allá de su función como basurero espacial, Punto Nemo simboliza los límites de nuestra exploración y la persistencia de lo desconocido. A pesar de la constante expansión del conocimiento científico, este punto permanece como un recordatorio de la vasta extensión inexplorada de los océanos y la insignificancia relativa de la presencia humana ante la fuerza implacable de la naturaleza. En última instancia, Punto Nemo es un monumento a la soledad y al misterio inherente al planeta Tierra.
Descubierto en 1992, el Punto Nemo es un auténtico desierto oceánico, sin islas, barcos ni vida humana en cientos de kilómetros a la redonda. Su aislamiento absoluto lo ha convertido en el "cementerio espacial" oficial: allí caen satélites, estaciones espaciales y restos tecnológicos, como la estación rusa MIR, programados para desintegrarse sobre sus aguas sin riesgo para la humanidad. Este rincón olvidado del planeta no solo es un hito de la geografía extrema, sino un testimonio de cuán vasto, solitario y misterioso puede ser nuestro propio mundo.
Una mezcla de drama y fantasía, una exploración de una de las coordenadas más enigmáticas del planeta: el polo de inaccesibilidad del Océano Pacífico, el punto más alejado de la tierra.
Katskhi, la iglesia construida en un pilar de piedra.
La singular iglesia del pilar Katskhi se asienta sobre una formación rocosa que se eleva a 130 pies de altura. Un monje georgiano ha estado viviendo en él durante casi 20 años.
El pilar Katskhi es un monolito natural de piedra caliza ubicado en el pueblo de Katskhi en la región georgiana occidental de Imericia, cerca de la ciudad de Chiatura. Tiene aproximadamente 40 metros de altura y domina el pequeño valle del río Katskhura, un afluente del río Q'virila, que es a su vez un afluente del río Rioni.
La roca, con ruinas visibles de una iglesia en su superficie superior que mide c. 150 m², ha sido venerada por los lugareños como el Pilar de la Vida y un símbolo de la Santa Cruz, y se ha rodeado de leyendas. Permaneció sin ser escalada por los investigadores y sin ser inspeccionada hasta 1944, y se estudió de manera más sistemática desde 1999 hasta 2009. Estos estudios determinaron que las ruinas pertenecen a una ermita medieval que data del siglo IX o X. Una inscripción georgiana paleográficamente datada en el siglo XIII sugiere que la ermita todavía existía en ese momento.1 La actividad religiosa asociada con el pilar se reavivó en la década de 19902 y el edificio del monasterio se restauró en el marco de un programa financiado por el estado en 2009.
Arquitectura
El complejo del pilar Katskhi consiste actualmente en una iglesia dedicada a Máximo el Confesor, una cripta (bóveda funeraria), tres celdas de ermitaño, una bodega de vino y una muralla cortina en la superficie desigual del pilar. En la base del pilar se encuentran la nueva iglesia de Simeón el Estilita y las ruinas de una antigua muralla y un campanario.
La iglesia de San Máximo el Confesor está ubicada en la esquina más al sureste de la superficie superior del pilar Katskhi. Una pequeña y sencilla Iglesia de salón con dimensiones de 4,5 × 3,5 m. es una restauración moderna de la ruinosa iglesia medieval construida de piedra. Debajo y al sur de la iglesia hay una cripta rectangular con dimensiones de 2x1 m. que sirvió como bóveda funeraria. Las excavaciones en las ruinas de la bodega revelaron ocho grandes vasijas conocidas en Georgia como tinaja Kvevri.
También es destacable una gruta rectangular con una entrada y dos tragaluces en la superficie vertical de la roca, unos 10 metros por debajo de la superficie superior. En la base del pilar hay una cruz en relieve, mostrando paralelismos con representaciones medievales similares encontradas en otras partes de Georgia, particularmente en Bolnisi.
Historia
En los registros históricos, el pilar Katskhi es mencionado por primera vez por el erudito georgiano del siglo XVIII, el príncipe Vakhushti, quien informa en su descripción geográfica del Reino de Georgia que "hay una roca en el barranco que se erige como una columna, considerablemente alta. Hay una pequeña iglesia en la cima de la roca, pero nadie es capaz de ascenderla, ni sabe cómo hacerlo." No sobrevive ningún otro relato escrito de la vida monástica ni sobre ascensos. Varias leyendas locales rodean el pilar; una de ellas dice que la parte superior de la roca estaba conectada por una larga cadena de hierro a la cúpula de la iglesia Katskhi, ubicada a una distancia de alrededor de 1,5 km del pilar.
En julio de 1944, un grupo liderado por el alpinista Alexander Japaridze y el escritor Levan Gotua realizaron el primer ascenso documentado del pilar Katskhi. Vakhtang Tsintsadze, un especialista en arquitectura del grupo, informó en su artículo de 1946 que las ruinas encontradas en la cima de la roca eran restos de dos iglesias, que datan de los siglos V y VI y están asociadas a una práctica de estilita, una forma de ascetismo cristiano.
Desde 1999, el pilar Katskhi se ha convertido en objeto de una investigación más sistemática. Basándose en estudios adicionales y excavaciones arqueológicas realizadas en 2006, Giorgi Gagoshidze, un historiador del arte del Museo nacional de Georgia, realizó una nueva datación de las estructuras, indicando que datan de los siglos IX a X. Concluyó que este complejo estaba compuesto por una iglesia de monasterio y celdas para ermitaños. El descubrimiento de los restos de una bodega de vino también socavó la idea del ascetismo extremo floreciente en el pilar.
En 2007, fue encontrada una pequeña placa de piedra caliza con las inscripciones georgianas asomtavruli, datada paleográficamente del siglo XIII y que revela el nombre de un cierto "Giorgi", responsable de la construcción de las tres celdas de ermitaño. La inscripción también hace mención al Pilar de la Vida, haciéndose eco de la tradición popular de veneración de la roca como un símbolo de la Santa Cruz.
Interior de la capilla. La actividad religiosa comenzó a revivir en 1995, con la llegada del monje Maxim Qavtaradze, un nativo de Chiatura.
Entre 2005 y 2009, el edificio del monasterio en la parte superior del pilar se restauró con el apoyo de la Agencia Nacional para la Conservación del Patrimonio Cultural de Georgia. La roca fue accesible para los visitantes masculinos a través de una escalera de hierro que se extiende desde su base hasta la parte superior, pero recientemente se ha considerado inaccesible para el público. (W)
El monje Maxim Qavtaradze, actual residente.
El monje
Los ascetas y ermitaños siempre me han fascinado ya que hay que tener una gran fortaleza mental para vivir aislado de la comunidad o tener un punto de locura, y a veces distinguir entre ambas no es tarea fácil.
Maxime Qavtaradze de 59 años, es sin duda uno de esos hombres de carácter fuerte y con la cabeza amueblada, capaces de doblegar su voluntad con tal de servir a un propósito.
Tras llevar una vida descarriada, Maxime decidió convertirse en monje y sentirse más cerca del cielo, para ello no sólo tomó los hábitos gregorianos, sino que ascendió hasta las alturas, literalmente.
En 1993 el monje se trasladó a la cima de un peñasco de 40 metros de altitud, en el que permanece virtualmente aislado desde hace más de 20 años. Conoce su increíble historia. (Seguir leyendo)
Åstol es una pequeña isla de Suecia que se caracteriza por sus encantadoras casas blancas de madera, destacándose en un paisaje donde los escarpados acantilados parecen emerger del mar. Situada entre Tjörn y Marstrand, en la costa de Bohuslän, la isla es fácilmente accesible a través de un ferry de pasajeros desde Rönnäng, lo que la convierte en un destino ideal para una escapada de un día.
La experiencia en Åstol es singular, ya que la isla carece de automóviles, ofreciendo un entorno tranquilo y pintoresco. Los visitantes tienen la oportunidad de explorar a pie sus bellos caminos, disfrutar de las panorámicas vistas de la costa, y contemplar los tradicionales cobertizos para botes que se alinean a lo largo de la costa. Las formaciones rocosas que rodean la isla no solo son un deleite visual, sino que también brindan interacción con la naturaleza, creando memorias imborrables.
Aquellos que buscan actividades recreativas encontrarán en Åstol una variedad de opciones. Desde la pesca de cangrejos en un puerto idílico hasta disfrutar de un tobogán acuático en una piscina natural, cada rincón de la isla ofrece dilemas de relajación y aventura. Además, delicias culinarias como el helado del Åstol Café y los camarones ahumados del Åstol Rökeri añaden un sabor especial a la visita. Para los interesados en explorar más allá de la isla, las cercanas Dyröleden en Marstrand y Salt og Sill en Klädesholmen son opciones excelentes.
Åstol: Una Joya de la Costa de Bohuslän
Åstol no es solo un destino turístico; es un refugio que invita a la reflexión y la conexión con la naturaleza. La perfecta combinación de paisajes impactantes y actividades recreativas asegura que cualquier visitante regrese con recuerdos inolvidables. Una visita a esta pequeña y encantadora isla representa, sin duda, una experiencia extraordinaria en la costa oeste de Suecia.