... Es la canción más famosa de los Partisanos italianos, los miembros de la resistencia al final de la Segunda Guerra Mundial. Versa sobre la muerte de un "partigiano".
Tras el desembarco de los aliados estadounidenses y británicos en Sicilia en julio de 1943, en Roma el dictador fascista y aliado más importante de la Alemania nazi, Benito Mussolini, fue depuesto y capturado. El nuevo gobierno firma el alto el fuego con los aliados en septiembre.
Entonces la Wehrmacht (Fuerzas Armadas) alemana ocupó el norte y centro de Italia. Mussolini es liberado por un comando alemán y hecho jefe del estado marioneta alemán Republica Sociale Italiana (RSI). El partido fascista se reorganiza y los militares italianos fueron internados o integrados en nuevas asociaciones de la RSI.
Mientras las tropas de la Wehrmacht necesitan retirarse durante todo el año hacia el norte, crece en el norte de Italia durante 1944, la resistencia de los Partisanos contra los fascistas y los alemanes, que intentaron en vano detener el movimiento partisano con represalias brutales.
Durante la ofensiva aliada de primavera en el norte de Italia, se convocó una huelga general en Turín el 18 de abril de 1945, al igual que en otras ciudades, y en la tarde del 24 de abril, con el ataque del ejército partisano comenzaron los "Cinco días de Turín", en los que la ciudad fue liberada. El 28 de abril, capituló el ejército fascista en toda Italia, y Mussolini fue fusilado.
Los partisanos le devolvieron a Italia su honor y sentaron las bases fundamentales para un estado moderno y social. Alrededor de 45.000 de ellos tuvieron que perder la vida por esto.
Maurizio A.C. Quarello cuenta sin palabras, pero aún más intensamente, la vida de su abuelo durante las luchas partisanas al final de la Segunda Guerra Mundial. El abuelo lideró un grupo partisano y fue uno de los que pudieron liberar Turín el 28 de abril de 1945. Es a estos partisanos que lucharon contra la opresión de los fascistas y los ocupantes alemanes, a los que recuerda la canción inmortal Bella Ciao...
Maurizio A.C. Quarello nos cuenta en pocas palabras, una bella historia en casi cien páginas.