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miércoles, 31 de agosto de 2022

31 de agosto de 2006: El Grito, de Edvard Munch, es recuperado

31 de agosto de  2006, El Grito de Edvard Munch ―que había sido robado el 22 de agosto de 2004― es recuperado por la policía noruega después de una redada.



La policía noruega recuperó en un día como hoy los cuadros 'El grito' y la 'Madonna', del pintor noruego Edvard Munch, dos años después de que fueran robados del Museo Munch de Oslo.
"Es una victoria y un día feliz para nosotros, el museo y el público, que pronto podrá volver a ver las pinturas", declaró el inspector, quien aseguró que los cuadros "tienen muchos menos daños de lo que temíamos".
Tras el robo, el Museo Munch se ha transformado en un auténtico fortín, pues la pinacoteca gastó unos 106 millones de euros en nuevos detectores de metales, alarmas contra incendios, el blindaje de las obras y la ordenación de la vasta colección de 1.150 cuadros, 18.000 grabados y 8.000 dibujos.
En 1893, Munch (1863-1944) pintó dos versiones de 'El grito', su obra maestra más famosa, que representa a una persona demacrada con un fondo de colores rojo y amarillo intenso. Algunos expertos han creído ver en él el reflejo de las erupciones del volcán indonesio Krakatoa a finales del siglo XIX.
El mismo año, el artista creó cinco versiones de la 'Madonna', en lienzo, que muestra la figura de una sugerente mujer, alegoría de la Virgen, con los senos descubiertos y una larga cabellera negra que cae sobre sus hombros.

martes, 30 de agosto de 2022

30 de agosto de 1821: Es apresado José Miguel Carrera


José Miguel Carrera (1785-1821)

El 30 de agosto de 1821, en Punta del Médano (Argentina), es apresado el militar chileno José Miguel Carrera por las fuerzas del coronel argentino José Albino Gutiérrez.



La batalla de Punta del Médano fue un enfrentamiento ocurrido el 30 de agosto de 1821 en un lugar conocido como Punta del Médano, ubicado en la provincia de San Juan, Argentina. En él se enfrentaron las fuerzas del general José Miguel Carrera, que pretendían llegar a Chile a través de la provincia, y las del comandante José Albino Gutiérrez, las cuales tenían el fin de defender el territorio cuyano.
En Punta del Médano cayeron prisioneros, además de Carrera,  José Gregorio Giménez, Lucas Adaro, Pedro Lucero, Lorenzo Rivero, Rufino Poblet y Domingo Méndez, enemigos del gobernador Ortiz y aliados del invasor extranjero.  Debían ser juzgados y condenados por las autoridades de San Luis, cosa que no ocurrió porque el gobierno de Mendoza con un loable sentimiento humanitario prefirió mantenerlos bajo su custodia hasta abril de 1822, subscribiendo en esa época un convenio con el gobierno de San Luis en el que se comprometía “del modo más sagrado a responder de cualquier otra invasión que se pueda intentar contra el de San Luis”.
Carrera también fue trasladado a Mendoza donde se lo sometió a un rápido proceso que concluyó con su condena a sufrir la pena capital.  Cuando llegó el momento de la ejecución afrontó su destino con entereza y altivez, cayendo abatido por la descarga del pelotón de fusilamiento en el lugar en que habían corrido la misma suerte tres años antes sus hermanos Luis y Juan José, que como él eran enemigos acérrimos de O’Higgins.

Los tres hermanos Carreras fueron acusados por los crímenes cometidos en el territorio argentino, actuando como juez de la causa el doctor Bernardo Monteagudo, célebre por su adusto y apasionado criterio.  El pidió la pena de muerte para los reos haciendo alarde de una tremenda severidad, y las sentencias se cumplieron sin que San Martín pudiera evitarlo, circunstancia que reconoció José Miguel exclamando: “Si San Martín estuviera aquí me salvaría como quiso salvar a mis hermanos”.

Así fue como terminaron las sombrías y tenaces ambiciones del caudillo chileno, dejando de su paso por San Luis la prueba de su rencor y saña subrayada con el holocausto de las víctimas de la Ensenada de las Pulgas, doloroso recuerdo legado a las generaciones puntanas como un alto ejemplo de dignidad ciudadana y patriótica virtud.

Además

lunes, 29 de agosto de 2022

29 de agosto de 1786: La rebelión de Shays

Manifestantes mirando a un deudor en una pelea con un recaudador de impuestos por el tribunal en Springfield, Massachusetts.

El 29 de agosto de 1786, en Massachusetts, EEUU, los campesinos endeudados del estado, liderados por el capitán Daniel Shays, se rebelan contra el gobierno debido a los impuestos y deudas (Rebelión de Shays).



La rebelión de Shays fue un levantamiento armado en Massachusetts, principalmente en Springfield y sus alrededores durante 1786 y 1787. El veterano estadounidense de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos Daniel Shays lideró a cuatro mil rebeldes (llamados shaysites) en una protesta contra las injusticias económicas y civiles percibidas. Shays era un granjero de Massachusetts al comienzo de la Guerra de Independencia; se unió al Ejército Continental, participó en las batallas de Lexington y Concord, Batalla de Bunker Hill y Batallas de Saratoga, y finalmente fue herido en combate.

En 1787, los rebeldes de Shays marcharon contra la Armería de los Estados Unidos en Springfield en un intento fallido de apoderarse de sus armas y derrocar al gobierno. El gobierno federal se encontró incapaz de financiar tropas para sofocar la rebelión, y en consecuencia fue sofocada por la milicia del Estado de Massachusetts y una milicia local financiada con fondos privados. La opinión generalizada era que los Artículos de la Confederación necesitaban ser reformados como el documento gobernante del país, y los eventos de la rebelión sirvieron como un catalizador para la Convención de Filadelfia y la creación del nuevo gobierno.​

El impacto de la Rebelión de Shays hizo que el general retirado George Washington regresara a la vida pública, lo que condujo a sus dos términos como primer presidente de los Estados Unidos.​ Todavía hay debate entre los estudiosos sobre la influencia de la rebelión en la Constitución y su ratificación. (W)



Grabado mostrando a Daniel Shays (izq.) y Job Shattuck. murió en la pobreza en el Estado de Nueva York, donde fue enterrado. Como nunca permitió que se le hiciera un retrato, no se sabe como lucía.




domingo, 28 de agosto de 2022

Mi cumpleaños

El 29 de agosto es probable (nunca se sabe) es que no publique nada (o casi nada) porque es mi cumpleaños.



sábado, 27 de agosto de 2022

27 de agosto de 1783: El globo de los Montgolfier


El 27 de agosto de 1783, los hermanos Montgolfier lanzan un globo al espacio en París que recorre 20 km en 45 minutos.


Ninguna iniciativa del hombre por surcar el aire puede tener éxito; solo un loco lo intentaría”. Esta fue la conclusión a la que llegó una comisión de la Academia de Ciencias de París, liderada por el físico Charles-Augustin de Coulomb, tras investigar las posibilidades de la navegación aérea, en 1780.
El sueño de volar recibía carpetazo académico. Un par de años después, dos hermanos se embarcaban en secreto en esa “locura”. Eran Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier, hijos de un próspero y prolífico fabricante de papel de Annonay, en el sur de Lyon. (Seguir leyendo)

viernes, 26 de agosto de 2022

26 de agosto de 1810: Santiago de Liniers es fusilado



El 26 de agosto de 1810, en el marco de la Independencia de la Argentina, el ex virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers, es fusilado, tras el fracaso de la Contrarrevolución de Córdoba.


El 26 de agosto de 1810, un mes y un día después de la Revolución de Mayo, el ex Virrey Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista de Buenos Aires pero a las órdenes de la Corona Española, fue capturado en Córdoba y ajusticiado. Su padecimiento en las horas previas y el terrible destino que quisieron darle a sus restos.
-¿Qué es esto Balcarce? -preguntó Liniers, cuando el carruaje donde eran llevado prisionero a Buenos Aires se desvió del camino para internarse en el medio de la nada.
-No lo sé; otro es el que manda -respondió, lacónico, el jefe patriota. Pero lo sabía: ese domingo 26 de agosto de 1810 sería su fin en esta tierra.
El desenlace del drama comenzó el martes 31 de julio cuando, al frente de tan solo 400 soldados y acompañado por algunos funcionarios españoles, Santiago de Liniers inició su huida de la ciudad de Córdoba hacia el Alto Perú, luego de intentar una resistencia a la Primera Junta de Gobierno. Escapaba del Ejército Auxiliar, unos 1100 hombres que el 25 de junio habían partido de la Plaza de la Victoria al mando del coronel Francisco Ortiz de Ocampo. Lo secundaban el teniente coronel Antonio Balcarce; Hipólito Vieytes, comisionado de la Junta; Feliciano Chiclana, auditor de guerra y Juan Gil, comisario de guerra.
En su huida para encontrarse con los jefes realistas en el Alto Perú, el antiguo virrey desconocía que muchos de sus oficiales tenían la misión de retrasar la marcha de la caravana. Esa misma noche comenzaron las deserciones y cuando menos se lo esperaba, solo era acompañado por una compañía de Blandengues de la Frontera. Fue en vano atraerlos repartiendo dinero entre la tropa, que llevaba el tesorero Joaquín Moreno.



Entre Totoral y Tulumba, a 200 km al norte de la ciudad de Córdoba, el resto de los soldados, en medio de gritos, insultos y amenazas, dejaron solos a sus jefes. En secreto, una partida de patriotas seguía en sigilo a la desmembrada columna, y advirtió a las postas de no asistir con caballos de refresco a los fugitivos. Para aligerar la marcha, los pocos seguidores de Liniers incendiaron un carro con municiones y clavaron los cañones. Era sencillo seguirles el rastro por el equipo que iban abandonando al costado del camino. El 4 de agosto, entre San Pedro y Río Seco, se enteró de que las fuerzas enviadas por Buenos Aires habían entrado a Córdoba y que se había mandado una partida de 75 hombres para detenerlo. (Seguir leyendo)