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sábado, 27 de agosto de 2022

27 de agosto de 1783: El globo de los Montgolfier


El 27 de agosto de 1783, los hermanos Montgolfier lanzan un globo al espacio en París que recorre 20 km en 45 minutos.


Ninguna iniciativa del hombre por surcar el aire puede tener éxito; solo un loco lo intentaría”. Esta fue la conclusión a la que llegó una comisión de la Academia de Ciencias de París, liderada por el físico Charles-Augustin de Coulomb, tras investigar las posibilidades de la navegación aérea, en 1780.
El sueño de volar recibía carpetazo académico. Un par de años después, dos hermanos se embarcaban en secreto en esa “locura”. Eran Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier, hijos de un próspero y prolífico fabricante de papel de Annonay, en el sur de Lyon. (Seguir leyendo)

viernes, 26 de agosto de 2022

26 de agosto de 1810: Santiago de Liniers es fusilado



El 26 de agosto de 1810, en el marco de la Independencia de la Argentina, el ex virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers, es fusilado, tras el fracaso de la Contrarrevolución de Córdoba.


El 26 de agosto de 1810, un mes y un día después de la Revolución de Mayo, el ex Virrey Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista de Buenos Aires pero a las órdenes de la Corona Española, fue capturado en Córdoba y ajusticiado. Su padecimiento en las horas previas y el terrible destino que quisieron darle a sus restos.
-¿Qué es esto Balcarce? -preguntó Liniers, cuando el carruaje donde eran llevado prisionero a Buenos Aires se desvió del camino para internarse en el medio de la nada.
-No lo sé; otro es el que manda -respondió, lacónico, el jefe patriota. Pero lo sabía: ese domingo 26 de agosto de 1810 sería su fin en esta tierra.
El desenlace del drama comenzó el martes 31 de julio cuando, al frente de tan solo 400 soldados y acompañado por algunos funcionarios españoles, Santiago de Liniers inició su huida de la ciudad de Córdoba hacia el Alto Perú, luego de intentar una resistencia a la Primera Junta de Gobierno. Escapaba del Ejército Auxiliar, unos 1100 hombres que el 25 de junio habían partido de la Plaza de la Victoria al mando del coronel Francisco Ortiz de Ocampo. Lo secundaban el teniente coronel Antonio Balcarce; Hipólito Vieytes, comisionado de la Junta; Feliciano Chiclana, auditor de guerra y Juan Gil, comisario de guerra.
En su huida para encontrarse con los jefes realistas en el Alto Perú, el antiguo virrey desconocía que muchos de sus oficiales tenían la misión de retrasar la marcha de la caravana. Esa misma noche comenzaron las deserciones y cuando menos se lo esperaba, solo era acompañado por una compañía de Blandengues de la Frontera. Fue en vano atraerlos repartiendo dinero entre la tropa, que llevaba el tesorero Joaquín Moreno.



Entre Totoral y Tulumba, a 200 km al norte de la ciudad de Córdoba, el resto de los soldados, en medio de gritos, insultos y amenazas, dejaron solos a sus jefes. En secreto, una partida de patriotas seguía en sigilo a la desmembrada columna, y advirtió a las postas de no asistir con caballos de refresco a los fugitivos. Para aligerar la marcha, los pocos seguidores de Liniers incendiaron un carro con municiones y clavaron los cañones. Era sencillo seguirles el rastro por el equipo que iban abandonando al costado del camino. El 4 de agosto, entre San Pedro y Río Seco, se enteró de que las fuerzas enviadas por Buenos Aires habían entrado a Córdoba y que se había mandado una partida de 75 hombres para detenerlo. (Seguir leyendo)




jueves, 25 de agosto de 2022

Descubren huellas de dinosaurios de 113 millones de años

 

La sequía que afecta a la zona de Texas en Norteamérica dejó al descubierto uno de los rastros más largos dejados por dinosaurios hace 113 millones de años. El hallazgo se habría dado luego de que un río de la zona se secara por completo debido a la falta de lluvias.


FUENTE


Uno de los caminos de huellas de dinosaurios más largo encontrado quedó al descubierto luego de que el cauce de un río desapareciera por completo en Texas, situación que se habría dado debido a la sequía que afecta a esa zona de Norteamérica.

El rastro corresponde a las pisadas que dejaron los dinosaurios Acrocanthosaurus y un Sauroposeidon que habitaron el lugar hace 113 millones de años, según consignó DW.

Fue un funcionario del Parque Estatal del Valle de los Dinosaurios en Texas, quien informó el descubrimiento mediante imágenes difundidas en redes sociales.


En Facebook, el hombre mostró huellas de tres dedos que descienden por el lecho de un río seco en este estado del sur de Estados Unidos. Se trata de “uno de los conjuntos de huellas de dinosaurios más largos del mundo”, dice un mensaje que acompaña las imágenes.

Stephanie Salinas García, del Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas, dijo que el clima seco las hizo visibles: “Debido a las condiciones excesivas de sequía el verano pasado, el río se secó completamente en la mayoría de los lugares, permitiendo que más huellas fuesen descubiertas en el parque”, señaló.

“En condiciones normales del río, estas huellas nuevas están bajo el agua y están comúnmente llenas de sedimentos, enterrándolas y haciendo que no sean tan visibles”, agregó García.

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La mayoría de las recién reveladas huellas corresponden al Acrocanthosaurus, de un peso aproximado de 6.350 kilos siendo adulto y de unos 4,5 metros de altura. Otro dinosaurio, el Sauroposeidon, también paseó por el parque. Medía unos 18 metros de altura y pesaba 44 toneladas.



Acrocanthosaurus

El regreso de las lluvias

Ubicado en una zona interior al suroeste de la ciudad de Dallas, este parque estaba otrora al borde de un antiguo océano, y los dinosaurios dejaban sus huellas en el barro, narra su página web. No obstante, se prevén lluvias, lo que seguramente cubrirá las recién descubiertas huellas una vez más.

“Aunque pronto serán enterradas otra vez por la lluvia y el río, el Parque Estatal del Valle de los Dinosaurios seguirá protegiendo estas huellas de 113 millones de años no solo para esta generación, sino para las futuras generaciones”, indicó García.


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sábado, 13 de agosto de 2022

13 de agosto de 1963: Robo del sable del general José de San Martín

El 13 de agosto de 1963, en Buenos Aires (Argentina), un grupo comando de la Juventud Peronista ingresa al Museo Histórico Nacional y se apropia del sable corvo del general José de San Martín.


El sable corvo de San Martín tiene un recorrido histórico, el general lo adquirió en Londres en 1811 antes de regresar a Buenos Aires y darle su bautismo de fuego en la Batalla de San Lorenzo. Se dice que ese sable es un fiel reflejo de su portador ya que se destaca por su sencillez.

Tras su exilio en Europa, el sable queda durante diez años al resguardo de una familia amiga en Mendoza, hasta que le encarga a su hija Mercedes que se lo llevara, así fue que lo acompañó hasta su muerte en Boulogne Sur Mer, el 17 de agosto de 1850. Es su yerno Mariano Balcarce, albacea del General, quien le escribe a Juan Manuel de Rosas poniendo en conocimiento la cláusula tercera del testamento que San Martín había redactado el 23 de enero de 1844.

“El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla”.

Rosas, haría lo suyo, lo legaría a su amigo Juan Nepomuceno Terrero cuyo hijo Máximo se casó con Manuelita Rosas a quien en 1866 el director del Museo Histórico le solicita la donación. El sable llega a la Argentina en Marzo de 1867 y permanecería hasta el 12 de agosto de 1963, día en que Osvaldo Agosto, junto a otros compañeros de la Resistencia Peronista decidieron un “acto heroico”: robar el sable corvo del Gral. José de San Martín.


Agosto fue uno de los miembros de la Juventud Peronista que participó del robo del sable corvo de San Martín (Foto diario Infobae)


El increíble relato del robo del sable de San Martín: "Queríamos generar mística"

“Yo empecé a militar en el 55, y el peronismo de la Resistencia después del golpe de estado era un peronismo muy duro porque estaba en la clandestinidad,  hacía acciones todas clandestinas, se pintaba, se hacía el diario clandestino, había un bajón militante muy grande, éramos muy jóvenes y decíamos  ¡hay que hacer algo para levantar el ánimo!”, comenta Osvaldo Agosto.

Agosto tenía 23 años, la edad promedio de sus compañeros y compañeras de la juventud a los que se les ocurrieron tres cosas: “una el robo del sable de San Martín, otra el robo de las banderas de Obligado en Francia, esa la teníamos organizada con el Jefe de la Brigada acá en Argentina, y otro grupo con la juventud que se llamaba “La Argentina” organizar la toma de las Malvinas”, detalla Agosto.

Reconoce que de las tres, optaron por “la más sencilla”, el objetivo era  “mantener la mística del peronismo” y aquella tarde del 12 de agosto irrumpieron en el Museo Nacional “nos hicimos pasar por estudiantes tucumanos y el hecho en sí fue fácil, se redujo a la gente que estaba ahí rompimos la vitrina, tomamos el sable lo envolvimos en un poncho y dejamos una consigna, fue un escándalo”, recuerda.

En la consigna se identificaban como autores del hecho: “El sable del general San Martín quedará custodiado por la juventud argentina, representada por la Juventud Peronista… El pueblo argentino no debe albergar ninguna preocupación: el sable corvo de San Martín será cuidado como si fuera el corazón de nuestras madres”.

Osvaldo Agosto y Juan Domingo Perón.

La algarabía por el éxito de la operación no duró mucho, los Servicios de Inteligencia, el Ejército y la Policía emprendieron una búsqueda desenfrenada por hallar el sable, como protagonista ideológico y participante del suceso reflexiona “te imaginas que junto con eso se produjo una represión que la verdad fue tremenda, porque que si el hecho fue importante, la represión fue terrible”.

Otro grupo intenta tomar Radio El Mundo y los detienen. La voz quebrada producto de los años de Osvaldo Agosto se afirma al enfatizar que “yo no critico al que confiesa en la tortura lo único que les pedía era que si no se pueden aguantar, que se dediquen a la pintura, a la literatura, al cine, pero no a la política, y un compañero confiesa y ahí empieza la persecución al grupo”.

Pocos días después a Agosto lo detienen y sufrió el mismo trato que tantos otros de sus compañeros: “No soy más valiente que nadie, pero tuve suerte de resistir a la tortura, lo negué todo, me hicieron rueda de detenidos y no me reconocieron, yo era publicista en esa época y cuando fuimos a hacer el operativo yo fui maquillado, igual seguí detenido durante una semana, pero no me pudieron acusar”, recordó.


Ilustración del documental El sable.

Los compañeros encargados de esconder el sable reciben la visita del delegado de Juan Domingo Perón que estaba exiliado en Madrid, “con instrucciones de aglutinar a la resistencia”. Adolfo Philippeaux, al enterarse le dice a Aníbal Demarco, quien se tenía que ocupar de esconderlo, “¡Muchachos entreguen el sable porque están torturando, ya el hecho tuvo su objetivo!”.

“Yo estaba preso, no podía opinar nada y esta gente, como era el delegado de Perón se lo entrega a Philippeaux y este al Ejército haciéndolos responsables de las consignas por las que se había robado el sable: la devolución del cadáver de Eva Perón, la vuelta del Gral. Perón, el levantamiento de la proscripción, elecciones libres, la libertad de todos los presos políticos y gremiales que había todavía había presos a pesar de las elecciones y bueno lo condicionaron pero lo entregaron”, relata Agosto.

Con cierto aire de nostalgia desde sus casi 81 años, Osvaldo Agosto, tras un silencio concluye: “Y ahí terminó el episodio, tuvo su repercusión nacional e internacional, todavía se recuerda, así que tan chiquita no fue la cosa, siento orgullo porque era una época que había un bajón en el peronismo y eso levantó el espíritu, tuvo muchas idas y vueltas el peronismo en toda su vida política creo que esto fue un episodio más de la larga lucha que tiene el movimiento”.

Confiesa haber sentido una “enorme emoción” al haber tenido el sable corvo en sus manos y reveló su encuentro, “breve y simpático” con Juan Domingo Perón en Puerta de Hierro en el año 1969: “Me dijo, lo estuve esperando, como relacionándolo con el sable, y le dije “Sí Gral. pero tuvimos algunos inconvenientes”, y me respondió “Si ya sé Agosto, ya sé lo que sufrió”.



Un año después de este encuentro en Madrid, Juan Domingo Perón escribía “…En la lucha por la liberación el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, merece ser el arquetipo que nos inspire y que nos guíe (…) no en vano, el Gral. San Martín que había luchado por esa misma liberación, desde el exilio al que lo habían condenado los enemigos de afuera y de adentro, le hizo llegar su espada que era como arrimarle un poco de gloria de soldado de su alma de ciudadano excepcional.”

Se dice que a los hombres se los puede conocer no solo por lo que dicen o hacen sino por los ideales que defienden y sostienen. Uno de eso militantes de la Juventud Peronista que robaron el sable e ideo que lo trasladaran hasta una estancia en Mar del Plata, donde convocaban a los militantes y frente a él les hacían jurar lealtad a Perón y al Movimiento, hoy con la autoridad que le otorga el haber vivido, Osvaldo Agosto afirma que en el 2020: “El peronismo solo no puede hacer nada y sin el peronismo no se puede hacer nada, no sé dónde está el peronismo ahora, no lo veo ubicado en ningún lado objetivamente, solo está en el pueblo”.





viernes, 12 de agosto de 2022

12 de agosto de 1869: La sangrienta batalla de Piribebuy

 

El 12 de agosto de1869, en Paraguay —en el marco de la batalla de Piribebuy, una de las más sangrientas de la Guerra de la Triple Alianza (la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay)— el ejército brasileño quema el hospital de la ciudad, con 600 heridos, médicos y enfermeras dentro.

La Batalla de Piribebuy fue librada en el marco de la Guerra de la Triple Alianza, contienda que tuvo lugar desde el año 1865 al 1870, entre los aliados: Brasil, Argentina y Uruguay que unieron sus ejércitos para luchar contra el Paraguay durante el gobierno de Francisco Solano López.

Cuando el conde D'Eu intimó rendición al comandante de la Plaza de Piribebuy, Pedro Pablo Caballero, el 11 de agosto de 1869, recibió la correspondiente respuesta negativa: "Estoy aquí para pelear y si es necesario morir; pero no para rendirme".

Al día siguiente los ejércitos aliados iniciaron recios bombardeos lanzándose luego al asalto de la plaza de Piribebuy con sus 20.000 soldados contra los 1600 paraguayos que en su mayoría eran niños adolescentes, mujeres y ancianos, "dos mil almas, la mayor parte ancianos, niños y mujeres, se enfrentaron a unos veinte mil hombres de la Triple Alianza".


El 12 de agosto de 1869, Piribebuy se encontraba desguarnecido, atestado de niños, mujeres, ancianos, enfermos y heridos que colmataban el hospital, y que fue incendiado por las tropas brasileñas, en venganza por la muerte del comandante general Joâo Manuel Mena Barreto a manos de un niño-soldado de 13 años, inmortalizado en los libros de la historia como Gervasio León.

Recibida la intimación de las poderosas fuerzas atacantes, inició la batalla luego de soportar un bombardeo de cinco horas llevado a cabo por el coronel Mallet quien contaba con 47 piezas de artillería.

Seguidamente se desarrolló en las trincheras una lucha cruel y desigual. Sus defensores lucharon con ferocidad; hasta las mujeres defendían la plaza, armadas con botellas rotas y piedras. Quedan registrados algunos nombres de aquellas heroínas, Basilia Domeque, Cándida Cristaldo, sargento Anita Segovia, sargento Hilaria Medina y sargento Venancia Acosta.

La resistencia de los paraguayos fue tan tenaz como heroica. Los aliados varias veces rechazados, volvieron a la carga, hasta conseguir abrir una brecha en las trincheras, cuando las mujeres habían sustituido a los soldados paraguayos muertos, cargaban sus cañones, ya sin proyectiles, con frutas de coco, piedras, vidrios y arena. La matanza fue espantosa. El cauce del arroyo Piribebuy quedó colmado de cadáveres.



Los pocos sobrevivientes narraron acontecimientos dantescos, como la orden impartida por el conde D’Eu para quemar el llamado Hospital de Sangre y proceder a fusilar, degollar y descuartizar con caballos a los combatientes paraguayos, frente a sus familiares.


Luego de la encarnizada defensa por espacio de cinco horas en las que se vivieron auténticos episodios de entrega y patriotismo, se produjo la ocupación de Piribebuy. 

En las últimas acciones de la lucha fue muerto de un balazo el general brasileño Joâo Manuel Mena Barreto, comandante en jefe del 2º Cuerpo de las tropas imperiales. Este episodio tuvo consecuencias desmedidas e impropias de parte del ejército brasilero: el degüello del jefe de plaza coronel Caballero, en presencia de su familia, el holocasto de los prisioneros y el incendio del hospital, donde perecieron carbonizados casi todos sus ocupantes. Estas acciones fueron ordenadas por el conde Gastón de Orleans, Conde E’u.

Piribebuy fue escenario de la crueldad sin límites de la guerra. A las calamidades propias se sumaban el hambre y la peste. A ellas los valientes y sufridos habitantes opusieron el coraje, el desprendimiento y la redención. Y para completar su horrenda barbarie, mandó incendiar el Hospital de Sangre manteniendo en su interior a los enfermos en su mayoría jóvenes y niños. El hospital en llamas quedó cercado por las tropas brasileras que, cumpliendo las órdenes de ese loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas a los enfermos que milagrosamente intentaban salir de la fogata.



Día del Niño en Paraguay y la batalla de Acosta Ñu: ¿por qué este día se celebra en el aniversario de una cruel batalla de la Guerra de la Triple Alianza?


En las últimas acciones de la lucha fue muerto el general brasileño Mena Barreto, lo cual determinó el degüello del coronel paraguayo Caballero, en presencia de su familia, a más de la ejecución en masa de todos los prisioneros y el incendio del hospital, donde perecieron carbonizadas unas 600 personas, entre internados civiles, militares y funcionarios.