Si bien mi crítica hacia Condorito ha sido, en ocasiones, severa, reconozco la existencia de momentos particularmente logrados. "Buenos deseos" constituye un ejemplo notable. En esta ocasión, el personaje, conocido por su capacidad de encarnar múltiples roles, asume el de un soldado que regresa de una misión de espionaje con una sombría advertencia: el enemigo se aproxima.
El absurdo en el humor
La efectividad del chiste gráfico, especialmente en su formato breve, reside a menudo en la hábil incorporación del absurdo. Lejos de ser un mero adorno, el absurdo se convierte en un elemento esencial que subvierte las expectativas del espectador, generando una disonancia cómica que desencadena la risa.
En un chiste gráfico conciso, la narrativa visual se reduce a su mínima expresión. Es en este contexto de economía narrativa donde el absurdo encuentra su máxima potencia. Al transgredir la lógica inherente a la realidad cotidiana, el chiste fuerza una reinterpretación instantánea de la imagen, sorprendiendo al observador con una incongruencia que desafía la razón.
La brevedad, por tanto, amplifica el impacto del absurdo. La ausencia de preámbulos o justificaciones permite que la incongruencia se manifieste con inmediatez y contundencia. La sorpresa, elemento clave del humor, se maximiza al eliminar cualquier atisbo de preparación.
En definitiva, el absurdo, dosificado con precisión en el formato breve del chiste gráfico, se erige como una herramienta fundamental. Su capacidad para romper con lo esperado, aunada a la economía narrativa del formato, crea un contraste hilarante que convierte la incongruencia en una fuente inagotable de humor.
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