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sábado, 13 de abril de 2024

El beso en su día


Un soldado ucraniano se despide de su esposa.

Hoy miércoles 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso, como un homenaje al beso de más larga duración que se ha registrado en la historia, que tuvo lugar en Tailandia.

Esta fecha hace homenaje al beso más largo registrado en la historia, el cual tuvo una duración de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. Este hecho sucedió en 2013. Los protagonistas de esta historia fueron una pareja tailandesa, Ekkachai y Laksana Tiranarat, los cuales establecieron el récord del beso más largo del mundo registrado hasta la fecha.




Ekkachai y Laksana Tiranarat

Qué es un beso?

Un beso es el acto de presionar los labios contra la superficie de algo o alguien como una expresión social de afecto, de saludo, o de amor.​ Los labios son un foco sensitivo en la estructura de diversos organismos animales, y funcionan primordialmente como auxiliares en la identificación del entorno, como herramientas de succión o como auxiliares en la emisión de sonidos. El beso tiene una función social humana determinante en el proceso de cortejo.

Dentro del mundo natural de los animales, existen numerosas analogías con los besos, señala Crawley, como "la facturación de las aves, el cataglotismo de las palomas y el juego antenal de algunos insectos". Incluso entre mamíferos como el perro, el gato y el oso, se observa un comportamiento similar.

Los antropólogos no han llegado a una conclusión sobre si los besos se aprenden o un comportamiento por instinto. Puede estar relacionado con el comportamiento de aseo que también se observa entre otros animales, o que surge como resultado de que las madres premastican alimentos para sus hijos. Los primates no humanos también exhiben un comportamiento de besos.​ Los perros, gatos, pájaros y otros animales muestran un comportamiento de lamer, acariciar y acicalar entre ellos, y también hacia los humanos u otras especies. Los observadores a veces interpretan esto como un tipo de besos.

Se postula que los besos en humanos han evolucionado a partir de la regurgitación directa de los alimentos boca a boca (alimentación por besos) de padres a hijos o de machos a hembras (alimentación por cortejo) y se ha observado en numerosos mamíferos.​ La similitud en los métodos entre la alimentación de besos y los besos humanos profundos (por ejemplo, beso francés) son bastante pronunciados; en el primero, la lengua se usa para empujar los alimentos desde la boca de la madre hacia el niño, y el niño recibe tanto la comida como la lengua de la madre en movimientos de succión, y el segundo es el mismo pero renuncia a la comida premasticada. De hecho, a través de observaciones a través de varias especies y culturas, se puede confirmar que el acto de besar y premasticar probablemente ha evolucionado a partir de comportamientos de alimentación basados en relaciones similares. 



“El beso” (1882, de) Auguste Rodin

Este conjunto escultórico tallado en mármol representaba en su origen a Paolo Malatesta y Francesca de Rimini, personajes procedentes de “La Divina Comedia” de Dante Alighieri mandados asesinar por el marido de ella al descubrirlos en un beso adúltero. En ese momento ambos enamorados fueron condenados a errar en los Infiernos. Este grupo, diseñado de forma temprana por Rodin, dentro del ambicioso proyecto de “La Puerta del Infierno” se mostró como una obra autónoma del citado conjunto a partir de 1887, quizá porque sus suaves y delicadas formas le hicieron considerar al escultor que su lugar idóneo no era precisamente el infierno. El modelado flexible y liso, la composición muy dinámica y el tema encantador, hicieron que este grupo tuviera un éxito inmediato. Como ningún detalle anecdótico hacía recordar la identidad de ambos amantes, el público lo bautizó como “El beso”, título abstracto que traduce bien su carácter universal. El Estado francés encargó una versión ampliada en mármol que Rodin tardó cerca de diez años en entregar.

El beso en el arte

Los besos no son solo uno de los más poderosos motores del mundo, ni siquiera son, solamente, ese acto que puede desatar una pasión desenfrenada o un torbellino de emociones y sentimientos que nos liguen a una persona para siempre.

Los besos son también la fuente de inspiración de numerosas obras de arte escultóricas, pictóricas, fotográficas o cinematográficas, como en el final de Cinema Paradiso porque, los besos, además de inspirar arte, son un arte en sí mismos.

Un beso puede darse, puede robarse, puede saborearse, puede perderse, puede encontrarse y puede soñarse pero, además, puede plasmarse en forma de creación perfecta y absoluta que sobrevive al paso del tiempo y nos hace creer, a los escépticos, en esa falacia que es el amor eterno.




FRANCESCO HAYEZ – «El beso» es una famosa pintura de Francesco Hayez del 1859. Es un cuadro muy sensual, donde los dos amantes intercambian un beso antes de la huida del hombre, que ya está con un pie en la escalera. Sin embargo, este cuadro también tiene una gran importancia por el «Risorgimento»: de hecho, el hombre tiene los colores de la bandera italiana, mientras que la mujer tiene los colores de Francia. La pintura expresa un sentimiento puro y apasionado, típico del romanticismo italiano.


GUSTAV KLIMT – «El beso» del  artista austriaco hecho en 1907 y que actualmente se conserva en la Galería Austriaca en Viena. Este trabajo, en total acuerdo con los cánones de estilo Art Nouveau, está pintado sobre tela con decoraciones y mosaicos en el fondo de color dorado. Representa el éxtasis que provoca el amor. Hombre y mujer parecen pertenecer a un mismo organismo, que a su vez se convierte en uno con el universo. Las flores y los brotes en los que se apoyaron los dos amantes representan la energía vital que se genera por el amor.



RENÉ MAGRITTE – «Los Amantes» del pintor surrealista belga René Magritte de 1928. La pintura representa a una pareja cubierta por un velo que se abraza y se besa. Mucho se ha especulado acerca de por qué la pareja se cubre, mientras que otros han interpretado la pintura de diferentes maneras; en cualquier caso, la interpretación más común es ‘El amor es ciego’.


GIOTTO – La Reunión de Ana y Joaquín en la Puerta Dorada de Giotto, que data de alrededor de 1303 a 1305, forma parte del ciclo de la Capilla de los Scrovegni en Padova, Italia. Es la última de las historias de Joaquín y Ana en el registro más alto de la pared de la derecha, mirando hacia el altar. Este conmovente encuentro puede ser considerado como el primer  beso pintado en la historia de la pintura.


MARC CHAGALL – Su «Cumpleaños», construido en 1915, es parte de la serie de pinturas que celebran el amor del artista por su primera esposa. Bella, en su libro, dice que cuando decoraba la habitación con flores para el cumpleaños de su marido, Chagall le pidió que dejara de hacerlo porque quería retratarla. La imagen se caracteriza por los dos cónyuges en suspensión en el aire y el artista que, para besar a su esposa, toma un ángulo imposible. Chagall pintó todo minuciosamente, lo que indica que cuando está con su esposa Bella todo en realidad es perfecto y parece que ella le puede traer la felicidad.


“Beso II”, de 1963. Roy Lichtenstein

“Flasssh”, “Whaaam”, “Bob”. Nada de eso hay en este acrílico, todo un icono, pintado por Roy Lichtenstein en los años sesenta, cuando el pop arte estaba en su apogeo y el artista era el amo de esa particular pista. Ni un bocadiilo sale de la boca de los protagonistas. Imposible. Colores planos, pintados con minúsculos puntitos, amarillos, rojos y azules salpicaban sus telas. En este beso, un hombre y una mujer que juntan sus labios. Poco importa quienes fueran. La estética de cómic, que caracterizó su obra, sigue estando presente aquí. Esta obra fue vendida por Christie’s de Nueva York al propietario de una galería japonesa (que actuó en nombre de un particular, del que solo se conoce su apellido, Wanibuchi) por seis millones de dólares (poco más de 5 millones de euros), bastante por encima de los escasos mil dólares en que se vendió la misma obra en 1963. Los primeros pasos del artista no los dio en la senda del popo, sino del expresionismo abstracto, por el que transitó, y el cubismo, que tanteó. Sin embargo, en los sesenta dio un giro y halló su camino. Y nos congratulamos por ello.


"Dans le lit" de Toulouse Lautrec

Conocido como el pintor que documentó la vida nocturna de París, en su pintura "Dans le lit" o "In Bed: The Kiss", representa a dos figuras que se funden en el abrazo de un amante; presumiblemente, las dos figuras son de hecho dos prostitutas en la cama y besándose.


Pigmalion y Galatea" de Jean Léon Gerome

En esta pintura de 1890 se entiende la escultura como la forma femenina perfecta que, gracias al poder de la diosa del amor Venus, cobra vida; en la obra se presenta el momento del abrazo y el primer beso entre el escultor y su obra maestra. Muestra el poder del amor y del deseo.



Besarse con mascarilla, no hay otra

La portada de la edición de “Vogue” para Portugal retrata a dos jóvenes en una imagen en blanco y negro que se besan mascarilla mediante, un fiel reflejo de los tiempos que vivimos de aislamiento e imposibilidad de roce. Y menos, de besos. Sin embargo, la idea no parece demasiado novedosa, pues ya hay antecedentes de otras imágenes similares, como el beso de película que se daban los actores Van Johnson y June Allyson, amantes en en el filme “La isla encantada” (1947), en la que el intérprete se convertía en un piloto de la Segunda Guerra Mundial que caía rendido a los encantos de una enfermera.



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