El 20 de abril de 1808, en España, el rey Fernando VII sale del país para entrevistarse con Napoleón Bonaparte en Bayona (Francia), encuentro del que no regresará hasta la caída de este.
En 1808 el rey de España y su hijo cayeron prisioneros de los franceses. Ante la ausencia del monarca no se sabía quién tenía el derecho a mandar en España y las colonias españolas en América, de modo que en las ciudades más importantes se formaron juntas integradas por los pobladores más respetados. Al principio, todos estaban de acuerdo en defender el poder y devolvérselo al rey cuando fuera liberado, pero luego muchos criollos vieron la oportunidad para declarar la independencia de España.
Los ejércitos franceses encabezados por Napoléon Bonaparte invadieron España en 1808. Napoleón obligó al rey Carlos y a su hijo Fernando a entregarle la corona para imponerla a su hermano José Bonaparte, quien se convirtió en el nuevo rey de España. Fernando VII, legítimo heredero al trono, fue llevado prisionero a Francia.
El pueblo español rechazó al rey francés y formó juntas en todas las ciudades para luchar contra los invasores y cuidar el reino hasta el regreso de Fernando. En la ausencia del rey, las juntas se hicieron cargo de la totalidad de las funciones de gobierno y de la resistencia a la invasión napoleónica. En 1812 se redactó y aprobó una Constitución liberal para España.
A su vez, en las colonias americanas dependientes de la Corona española, que repentinamente habían quedado sin autoridad, las medidas iniciales fueron parecidas a las de España: en las principales ciudades americanas también se crearon juntas que tenían por misión administrar y resguardar el poder real hasta el restablecimiento del rey español en el trono.
Al principio, las juntas se mostraron fieles al rey Fernando VII y rechazaron la invasión francesa en España. Pero en 1810 las juntas de varias ciudades comenzaron a pensar en independizarse de la Corona española, mientras otras decidieron seguir fieles al rey. Esto provocó disputas armadas entre los independentistas y los realistas.
En 1815, los ingleses derrotaron a Napoleón y el rey Fernando VII volvió a España y retomó su poder. Al ver que gran parte de las colonias americanas se habían independizado, decidió enviar miles de soldados a recuperarlas.
Después de varios años de lucha, los independentistas derrotaron a las fuerzas de la Corona española. En 1830 la mayoría de los pueblos de América Latina eran Estados independientes.
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Retrato de Fernando VII pintado por Francisco de Goya en 1814 por encargo del Ayuntamiento de Santander. Así describe el cuadro el historiador Emilio La Parra López: «[Goya] lo presentó de cuerpo entero con el uniforme de coronel de guardias reales, apoyado sobre un pedestal en el que una figura femenina coronada con el laurel de la victoria, representación de España, acoge al monarca con los brazos abiertos. Es el rey deseado y necesario. En el pedestal están los atributos de la realeza (corona, cetro y manto) y al pie del rey, un león —símbolo de la monarquía— rompe con sus fauces en actitud fiera las cadenas con que Napoleón pretendió sujetarla».
Fernando VII y las artes y las ciencias
El rey Fernando VII tuvo la suerte de contar con buenos pintores y mantuvo el mecenazgo borbónico hacia artistas como Francisco de Goya, Vicente López Portaña o José Madrazo. Según Mesonero Romanos, aún «acudía en los últimos días de su existencia, trémulo y fatigoso, a la solemne repartición de premios de la Real Academia de San Fernando». Fomentó las actividades artísticas e intelectuales y la mejora de la enseñanza primaria —principalmente durante el Trienio Liberal— y secundaria —durante la Década Ominosa—. Ocurrió lo contrario con las universidades, que perdieron alumnos y se vieron vigiladas por el Gobierno, que las consideraba focos de liberalismo.
Apoyado por su segunda esposa, Isabel de Braganza, Fernando retomó la idea de José I de crear un Museo Real de Pinturas, y decidió convertir en tal el edificio que Juan de Villanueva había creado como Gabinete de Historia Natural. Gracias a su iniciativa y financiación personal, nacía así el actual Museo del Prado, inaugurado en presencia del propio monarca y su tercera esposa el 19 de noviembre de 1819. Fue aficionado asimismo a la música.
A pesar del supuesto deterioro de la ciencia española y de la fuga de científicos importantes durante su reinado, se deben a Fernando VII una serie de capitales iniciativas. La fuga de científicos se debió principalmente a motivos políticos: los exiliados simpatizaban con los franceses o con los liberales. En 1815 ordenó la restauración del Observatorio Astronómico, muy dañado durante la «francesada». También se reestructuró en aquel tiempo el Real Gabinete de Máquinas en el llamado Conservatorio de Artes. En 1815 también se creó el Museo de Ciencias Naturales y el Jardín Botánico de Madrid.
Por otra parte, Fernando VII es el protagonista de algunas célebres novelas históricas, como Memoria secreta del hermano Leviatán (1988), de Juan Van-Halen, y El rey felón (2009), de José Luis Corral. (W)
Menudos dos reyes más tarados. No me extraña que Juan Carlos haya salido igual. Este ha sido un codicioso mujeriego con nula inteligencia, y si ha podido robar todo lo que ha robado ha sido gracias a la corte de serviles pelotas que lo han protegido durante años, incluidos los llamados medios de comunicación.
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