Para muchos de sus lectores "El diablo de la botella" es un relato sobre la fuerza del amor, pero quizá sea más atinado ver en él un sutil análisis de la lógica del deseo; de cómo, una vez satisfecho, el deseo sólo puede persistir si encuentra un nuevo objeto que anhelar.
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"El diablo de la botella" es también un relato financiero que anticipa la omnipresencia del dinero en el mundo actual y su capacidad de circular ininterrumpidamente traspasando fronteras geográficas y morales, y una fábula crediticia: su asunto es una hipoteca cuya garantía estriba nada menos que en el alma del protagonista. Sin duda, al lector del siglo XXI el punto de partida de la fábula no le resultará ajeno: todo comienza con el deseo de Keawe de poseer una bonita casa y con la oportuna oferta de una ilimitada fuente de financiación. R. L. Stevenson sentía especial predilección por este relato.
No me gusta. No tiene nada que ver con el cuento de Stevenson.
ResponderEliminarDe acuerdo. Sobre todo por el final poco feliz.
EliminarEl cómic sigue en cierta medida el argumento del libro pero en el final cambia totalmente. En el cuento original hay un final feliz y en el cómic muere el protagonista. Es posible que este trágico final del cómic esté más acorde con el estilo de los dibujos. A mi me ha gustado. Y el vídeo donde se lee el cuento también está muy bien.
EliminarY algo más. ¿Por qué dibujaron a Keawe con una apariencia tan europea?
ResponderEliminarSaludos.