Carlos Roume, un magnífico y polifacético artista que, a lo largo de su riquísima vida, demostró sus enormes dotes como arquitecto, escultor, ilustrador publicitario y dibujante de historietas.
Dueño de una sensibilidad artística y de una personalidad incomparables, su distintivo estilo gráfico prácticamente no sufrió modificaciones a lo largo de los 50 años que le dedicó al dibujo de historietas, terreno donde siempre prefirió plasmar la grandiosidad de la naturaleza, tanto a través de paisajes como en el meticuloso y detallado retrato de animales y diversos tipos humanos.