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lunes, 22 de julio de 2024

Los desnudos fauvistas de John Asaro

 



He aquí un artista que le gusta el color primario. Según sus propias palabras, se esfuerza por generar su estilo para que un público más amplio pueda entender la importancia del mismo. "Cuando el arte es entendido por muchos -afirma- ayuda a conectarnos. El arte es la auto-realización".
John Asaro nació en California, Estados Unidos. Es de ascendencia italiana y creció a unos veinte kilómetros de las pintorescas playas de Point Loma y la ciudad visualmente estimulante y multicultural de San Diego.   El artista comenzó a experimentar con una combinación de espátula y técnicas de pincel para lograr sobre lienzo la esencia efímera de la naturaleza. Salir al aire libre a dibujar rápidamente lo esencial de una escena transitoria y terminar la mayor parte de sus pinturas en el estudio mientras que escucha canto gregoriano, Puccini y Verdi o las voces enérgicas de Luciano Pavarotti y Leontyne Price. 
Asaro fue motivado por Milford Ellison, un instructor de la acuarela e inspirado en las obras de Rembrandt, Rubens, Dinero, Sargent, Sorolla, Matisse y Bonnard. Estudió con Donal Hord, San Diego (1952-1955); Center College of Design , en Pasadena, California Art; con Frank Reilly en la Art Students Leaque, ciudad de Nueva York (1958-1959); y arquitectura en el Instituto del Sur de California de Arquitectura, Santa Mónica, California. Por más de doce años, creó ilustraciones para Cosmopolitan, Good Housekeeping y revistas Argosy en Detroit, Nueva York y Los Angeles. Es miembro de Illustrator Art Club.




Una celebración del color y la conexión humana

John Asaro es un artista cuyo trabajo ha dejado una impronta significativa en el ámbito del arte contemporáneo a través de su estilo distintivo, caracterizado por el uso audaz de colores primarios. Sus desnudos fauvistas no solo representan la figura humana, sino que también son una declaración visual que desafía las nociones tradicionales de la representación artística. Al adentrarnos en la obra de Asaro, es fundamental reconocer su filosofía sobre el arte como un medio de comunicación y conexión.
El fauvismo, un movimiento artístico que surgió a principios del siglo XX, se destaca por su uso radical del color y su enfoque en la emoción por encima de la representación naturalista. Asaro se inscribe en esta tradición, pero busca ir más allá de la mera expresión estética. Según sus propias palabras, se esfuerza por desarrollar un estilo que sea accesible a un público más amplio. Esta intención revela una conciencia artística que va más allá de los límites de la galería; Asaro desea que su arte hable directamente a las emociones y experiencias del espectador.


Uno de los aspectos más fascinantes de los desnudos fauvistas de Asaro es su capacidad para capturar la esencia de la figura humana a través del color vibrante. Utiliza tonos saturados y contrastantes, creando composiciones que no solo son visualmente impactantes, sino que también evocan una respuesta emocional profunda. La elección deliberada de colores primarios no es casualidad; estos colores son innatos al ser humano, evocando una sensación de pureza y autenticidad. En sus obras, Asaro da vida a la figura humana, permitiendo que el espectador sienta la vitalidad y la energía que emanan de cada pincelada.


A través de su enfoque en el color y la forma, Asaro busca facilitar una comprensión más profunda del arte. Él sostiene que "cuando el arte es entendido por muchos, ayuda a conectarnos". Esta afirmación resuena en un contexto más amplio, en el que el arte tiene el potencial de ser un puente entre culturas y generaciones. Al promover una forma de arte accesible y comprensible, Asaro invita a un diálogo sobre la belleza, la vulnerabilidad y la auto-realización. El arte, para él, es un vehículo de autoexpresión que puede abrir conversaciones sobre temas universales, desde la identidad hasta la relación con el cuerpo y la naturaleza.










John Asaro (arriba) y su admiración por Joaquín Sorolla (abajo) queda de manifiesto no solo por el uso del color, sino -también- por la elección de los temas.


Niños corriendo en la playa, de Joaquín Soralla.

John Asaro y Joaquín Sorolla: Un paralelismo en el uso del color y la elección de temas

John Asaro ha sabido plasmar en su obra una profunda admiración por el maestro Joaquín Sorolla, cuyas innovaciones en la pintura todavía resuenan en el panorama artístico actual. Esta admiración se manifiesta no solo a través del impactante uso del color, sino también en la cuidadosa selección de los temas que ambos artistas eligen explorar en sus respectivas obras.

Sorolla, conocido por su maestría en la captura de la luz y el color, se dedicó a retratar escenas de la vida cotidiana que transmiten un sentido de alegría y dinamismo. Sus paisajes costeros, retratos y escenas de la infancia evocan una fuerte conexión emocional con la naturaleza y la humanidad. De manera similar, Asaro utiliza una paleta vibrante y una técnica que permite que la luz juegue un papel central en sus composiciones. Sus obras no solo son visualmente impactantes, sino que también invitan al espectador a contemplar la belleza del mundo que lo rodea.

Además del color, la elección de temas en la obra de Asaro refleja un paralelo significativo con Sorolla. Mientras que el maestro español se centraba en la vida cotidiana y la relación del ser humano con el entorno, Asaro también aborda temas que remiten a la introspección y la conexión emocional con el paisaje y la figura humana. Esta elección temática sugiere un legado intergeneracional, donde la esencia de la obra de Sorolla sigue influyendo en la práctica artística contemporánea.




El artista


  

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