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sábado, 2 de agosto de 2025
"Water Creatures" de Klaus Kampert
Alix Senator (1) Las águilas de sangre
La revista Totem entrevista a Enki Bilal
En 1977 la revista española Totem entrevistó (o reprodujo una entrevista) de uno de los grandes del cómic que aún nos acompaña. Tiene 70 años.
En 1960 se trasladó con su familia a París para reencontrarse con su padre. Se instalaron en las afueras de la gran ciudad, lejos de las luces y los lujos, pero no de «la violencia urbana: los coches, el ruido, los transportes públicos, el alumbrado público nocturno. Para un niño, todo esto era profundamente impresionante».
Bilal comenzó Bellas Artes, pero su paso por dichos estudios fue fugaz. En 1972 publicó su primera obra, Le Bol Maudit en la revista Pilote, como consecuencia de un concurso organizado por esta. Anteriormente había enviado muestras de su trabajo a René Goscinny quien, sin aceptarlas todavía, le animó a perseverar. En Pilote, Bilal entra en contacto con diversos artistas: Bretéchér, Druillet, Giraud, Mézières...
Sus primeros trabajos son pequeñas historias de ciencia ficción, que le hicieron labrarse fama de imitador de Mœbius, así como ilustraciones para las páginas de actualidad de Pilote. (Seguir leyendo)
Los verdugos (Adaptación libre de un cuento de Jack London)
Ben Hur (1) Mesala
viernes, 1 de agosto de 2025
Pablo Segarra Chias: La belleza de las cosas
Pablo Segarra Chias, pintor español, nacido en una ciudad pobre y devastada por la reciente guerra civil española. Vivía en el barrio de la Macarena, en el corazón de la ciudad. A la tierna edad de 7 años Chias completó su primer óleo sobre lienzo de pintura. Su padre le permitió utilizar una silla, fuera de la taberna local, como un caballete, y fue desde aquí que vendió su primer cuadro a 10 pesetas alentando a iniciar y seguir con la pintura como un compromiso más profesional. De los pintores locales aprendió a utilizar la trementina y barniz. Y de vez en cuando le presentan con pinceles y lienzo, así como los óleos, todo sorprendido por su determinación y su habilidad natural a una edad tan joven. Cuando era 13 años de edad, Segarra Chias comenzó a apoyar a su familia empobrecida, conseguir un trabajo en el cementerio local, retoque de fotos de los fallecidos antes de pasar a la restauración de las lápidas. Él vendió su propia obra como una línea de lado a los turistas que visitan la zona. Con este nuevo ingreso, a la edad de 18 años asistió a la Academia de Bellas Artes de Sevilla, fundada en 1660 por el gran maestro de Bartolomé Esteban Murillo.
Aprendió las técnicas y los conocimientos obtenidos en la materia para aplicar a su propio estilo y encontrar su verdadero amor de arte clásico. Fue influenciado por artistas como Murillo, Zurbarán, Ramos García, Bilbao Gonzalo y Gil Gómez. Después de completar su formación viajó hasta el norte de África, a saber, Marruecos, donde fue absorbido por las costumbres de sus pueblos e inspirado por su misterio y exotismo. Su trabajo capta la sugerencia de la belleza al mismo tiempo dejando siempre espacio para la imaginación y el misterio. Su producción es muy limitada debido al trabajo profundo y cuidadoso que necesita para poner en cada una de sus pinturas. Se ha demostrado y se recoge sistemáticamente en su España natal y más notablemente en el emirato árabe, América y el Reino Unido.