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martes, 30 de enero de 2024

El Cristo "amanerado" de Sevilla

El cartel de Semana Santa de Sevilla que desató la polémica. AFP 

Sevilla -cuna y tumba de un grande como Bartolomé Murillo- está en una desatada polémica por la imagen que representa a un Cristo en un anuncio para Semana Santa. Los usuarios en las redes sociales calificaron la representación de Jesucristo como "amanerada", "homosexual" o "lejos de los valores cristianos".


La controversia dio un paso más cuando un usuario inició una recogida de firmas para reclamar la retirada de la obra de Salustiano García, que ayer lunes ya contaba con casi 10.000 adhesiones.

Sin embargo, la controversia saltó de las plataformas digitales a los programas de televisión, donde políticos, periodistas y personajes mediáticos en general muestran posiciones encontradas. Sin embargo, no es la primera vez que esto ocurre. 

En la Navidad de 2017, el pintor Manuel Peña tuvo que hacer frente a una lluvia de críticas tras realizar una representación del arcángel San Gabriel con facciones andróginas que creó para la Asociación de Belenistas. 



Luego de seis años, la polémica volvió a estallar la semana pasada, cuando las redes sociales convirtieron en 'trending topic' la imagen escogida para representar la Semana Santa sevillana, obra de Salustiano García. Un "artista muy reconocido internacionalmente cuyas obras se exponen en museos y colecciones privadas de Alemania, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, entre otros países", según consignó ABC España. 

El revuelo que causó su obra llegó a Italia, donde algunos medios aludieron a la controversia, como la agencia pública de noticias ANSA, que habló de "polémica" por una obra "con un Cristo joven resucitado, coronado con tres espigas y apenas cubierto con un paño blanco". 

En tanto, Il Messaggero, fueron más allá y la calificaron de "polémica feroz" por el "Cristo gay de la Semana Santa de Sevilla" con la apariencia de "un modelo icónico tomado de la cultura queer". 

Algunas de las personas no se limitaron a firmar, sino que además, reclaman la dimisión "de este vergonzoso Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla" por la designación del "infame artista y por su miserable e infame cartel (...), que insulta "a todos los católicos y a todos las personas de bien, no solo de Sevilla, sino de España y del mundo". 

"Nos hemos reído con la polémica" Cabe destacar que el autor respondió a estas críticas asegurando que su intención a la hora de realizar el cartel era "anunciar la Semana Santa, que es la función de cualquier cartel", con un "Cristo joven, bello, sin marcas ya casi de su tortura", con su hijo Horacio como modelo.

"Los dos nos hemos reído con toda esta polémica y estamos muy sorprendidos de la politización que se está haciendo del cuadro", dijo el artista en conversación con ABC España. También aseguró que le han sorprendido algunas críticas negativas. "No hay nada en mi cuadro que no esté ya representado en obras de arte de hace un montón de siglos. Creo que la gente que ha hablado mal de mi obra. o que ha visto sexualidad en ella, necesita un poco de cultura artística". 

En tanto, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (miembro del Partido Popular situado a la derecha), consideró "artificial" la polémica y defendió al autor, del que dijo que es "uno de los pintores contemporáneos más importantes que hay ahora mismo en nuestro país, sin duda alguna", recalcando que, cuando se le encargó el cartel, "todo el mundo" conocía su obra. "Hay carteles más arriesgados, hay carteles más clásicos, hay carteles más valientes y a mí este me gusta", expresó.


El artista con su hijo, quien le sirviera de modelo.

La obra de Salustiano García

Una de las polémicas de los últimos días está siendo el cartel de la Semana Santa de Sevilla, que representa una imagen de la Resurrección de Cristo. El enfoque, que presenta a un Jesucristo joven con el torso semidesnudo, ha generado la reacción de personas y sectores que lo critican como "blasfemo" o incluso "afeminado", entre ellos organizaciones como Abogados Cristianos o el Instituto de Política Social. Por su parte, el autor del cartel, el artista Salustiano García, se ha defendido explicando que simplemente quería transmitir la pureza de Cristo después de la Resurrección, que en ningún momento pretendió ofender a nadie y que quienes ven motivos de tipo sexual en la obra "solamente están proyectando esa turbidez que tienen en el interior".

El artista se licenció en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, y lleva tres décadas dando a conocer su obra en diferentes museos, galerías y ferias del mundo. Siempre ha destacado por su uso del color rojo, que plasma de manera muy vívida como puede verse en su cartel de Semana Santa, y que ha llegado a conocerse como "rojo Salustiano". Los colores negro y blanco también son una constante muy destacada en su obra. 

Se le considera un "maestro del ámbito figurativo" con "merecido reconocimiento internacional", como señala su perfil en la Galería de Arte STOA, una de las muchas en las que se ha expuesto su trabajo. Su obra suele estar centrada en la figura humana, y mezcla influencias diversas como la reminiscencia renacentista, el arte oriental (incluso el manga) y los carteles publicitarios modernos. 
El conjunto de su obra puede consultarse en su página web, y estos son algunos ejemplos de su particular estilo, que le ha llevado a prestigiosas galerías y ferias de Nueva York, Miami, Seúl, Hong Kong, Berlín y muchas otras. (F)






3 comentarios:

  1. La intransigente derechona española sigue como si todavía estuviese hace más de 50 años.

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    1. Capaz que Jesucristo era gay. Nunca se casó, no se le conoció novia. Voy a investigar...

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  2. Para gustos los colores. Si no nos gusta el cartel, pues nadie puede obligarnos a que nos guste, no vamos a pasar por el aro. Lo que no puede ser es que por discrepar, por pensar distinto, por expresar nuestra disconformidad se nos tache de todo. El cartel no nos gusta a muchísimas personas y tenemos derecho a decirlo aquí y en Lima. Y el que no soporte las discrepancias que se haga mirar su problema de intolerancia.

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