Después de 1 año y 60 días, vuelve a este blog la más irreverente historieta argentina.
El Cazador desciende de una familia de feroces reitres alemanes que se ganaban la vida como mercenarios. Su abuelo era uno de los generales y torturadores al servicio de Vlad, el empalador. Su padre lo engendró durante un viaje a América, siendo su madre una mujer indígena de una tribu caníbal, y llevó al bebé con él de vuelta a Alemania.
Ver también Parte 1
7 días con El Cazador de aventuras (5)
La llegada del Cazador a Argentina se remonta a 1530 cuando, siendo todavía un simple mortal, llega al Río de la Plata en una expedición junto a Juan Díaz de Solís en busca de tesoros. Después de ocasionar una serie de disturbios en los fortines es desterrado junto a una banda de rebeldes acusados de masacres y canibalismo, adquiriendo el nombre de “El Cazador de Almas”. Durante semanas se dedica a destruir y saquear las tolderías vecinas para sobrevivir, al mismo tiempo que tortura despiadadamente a los indígenas que se cruzan en su camino.
Este número contrarresta el declive de números anteriores, con episodios descartables, como El Cazador en colectivo. Cuando podría haber recurrido a la moto. La escena de persecución está bien lograda.
ResponderEliminarMolestan los chistes tontos, que además han envejecido, con personajes que no son reconocibles. Y los personajes diminutos.
Parece que son diferentes dibujantes, quien dibuja a El Cazador y quien lo entinta, con este estilo oscuro y tan siniestro.
Tiene sentido que Isidoro Cañones, con estilo siniestro,. sea el villano de historia, opacando a Melkor. Y la escena con el tío y Upa, está muy bien lograda, hay una lograda composición.
El Cazador, personaje brutal, considerado un héroe por los medios. Y luego encadenado y hecho prisionero. Un hallazgo como el lenguaje formal en el exorcismo. Tiene sentido con su origen.