No es primera vez y siempre me parece genial. Una inspiradora película inglesa que ya tiene sus años y que recomiendo sin dudar. Billy Elliot (2000) es una obra de arte dirigida por Stephen Daldry y protagonizada por Jamie Bell.
La película se desarrolla durante la huelga de los mineros del Reino Unido de 1984-1985 y se centra en el personaje de un niño de 11 años, Billy Elliot (Jamie Bell), su amor por el baile y su esperanza de convertirse en bailarín de ballet profesional. Su familia la componen su padre Jackie (Gary Lewis), su hermano mayor Tony (Jamie Draven) y su abuela (Jean Heywood) quien en su juventud aspiraba ser bailarina. Tanto Jackie como Tony son mineros, en ese momento inmersos en la huelga del carbón.
Jackie inscribe al niño en el centro deportivo del pueblo para que aprenda boxeo, como lo hizo su abuelo, pero Billy detesta ese deporte. Un día, se fija en una clase de ballet que comparte temporalmente el gimnasio y, a espaldas de su padre, se une a ella. Cuando el padre lo descubre le prohíbe terminantemente seguir, pero la pasión de Billy por la danza es demasiado fuerte y, en secreto, con la ayuda de la profesora de baile Georgia Wilkinson (Julie Walters), continúa con las lecciones.
Más tarde, la profesora Wilkinson decide anotar a Billy para las audiciones para una importante escuela de baile londinense, que se desarrollarán en Newcastle. Gracias a su insistencia, el padre de Billy finalmente acepta que su hijo baile ballet. Él lo acompaña a las audiciones, y tras varios días de suspense se le comunica a Billy, mediante una carta, que ha entrado en la academia. La película termina cuando años más tarde, su familia va a ver a bailar a Billy quien ya adulto, es solista en la compañía de baile.
Una de las escenas más conmovedoras, cuando Billy se entera que ha sido aceptado en la Academia.
¡Mira a Jamie Bell ganar el premio al actor principal en 2001, cuando solo tenía 14 años!
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