El 20 de agosto de 1940, en Ciudad de México, el revolucionario ruso León Trotsky es herido de gravedad por Ramón Mercader. Morirá al día siguiente.
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León Trotsky, político y revolucionario ruso fue uno de los personajes más emblemáticos del siglo XX y tuvo una vida marcada por la lucha de clases, el liderazgo junto a Lenin de la revolución y posteriormente el exilio.
Fue expulsado de Rusia y del Partido Comunista Soviético, para luego refugiarse en México el 9 de enero de 1937 ayudado por el muralista Diego Rivera.
De allí también surgió una relación cercana entre él y Frida Kahlo, del que se desprendió un romance.
En uno de los últimos atentados contra su vida que se llevó a cabo en mayo de 1940, Trotsky comentó: “Ya me familiaricé” con la muerte, el cual sucedió en su casa de Coyoacán y donde hoy existe un museo en el que están sus restos.
Quien llevó a cabo el crimen fue Ramón Mercader, un comunista español que se había ganado la confianza del político, el cual había sido ideado por Stalin.
Al salir Mercader de la cárcel en 1960 volvió a la URSS y se le nombró Héroe de la Unión Soviética.
En 1936 Frida Kahlo gestionó el asilo político del líder comunista León Trotski. Cuatro años más tarde el revolucionario ruso fue asesinado en Coyoacán.
Lev Davidovich Bronstein nació en 1879 en Ucrania en el seno de una familia de granjeros judíos. Sin embargo, no recibió una formación religiosa formal. Durante su juventud mostró un carácter rebelde que contrastaba con su presencia refinada. Utilizó el apellido Trotski/Trotsky en 1902 cuando utilizó un pasaporte falso para escapar de Siberia en uno de sus arrestos.
Fue un destacado ideólogo y líder comunista que destacó por su participación en la Revolución de Octubre junto a Vladimir Lenin. Además, lideró al Ejercito Rojo durante la guerra civil que consiguiente a la Revolución.
Tras una acalorada pugna, perdió la sucesión de Lenin frente a Stanlin para convertirse en el líder de la Unión Soviética. Posteriormente se transformó en adversario Stalin a través de la oposición de izquierda, lo cual desembocó en su exilio y posterior magnicidio.
Bajo los ideales de la revolución permanente, León se enfrentó desde la esfera internacional a Stalin. En 1938 fundó la Cuarta Internacional, organización que pensaba en llevar el socialismo a una escala mundial, lo cual contrastaba con el aislamiento nacional de Stalin.
El exilio en México
León Trotski se exilió de la URSS en 1929, y desde entonces se convirtió en un perseguido del Partido Comunista. Pasó por Kazajistán, Turquía y Noruega.
Finalmente llegó a México en 1936, cuando el presidente Lázaro Cárdenas le concedió el estatus de asilo político. Los artistas Frida Kahlo y Diego Rivera habían hecho grandes esfuerzos para gestionar la recepción del revolucionario.
Durante casi tres años, el revolucionario vivió en la casa azul de Coyoacán. Luego cambió su residencia a la calle de Viena en la misma zona. Desde la Ciudad de México emprendió una defensa contra las calumnias de Stalin, quien lo acusaba de gestar complot para derrocarlo.
En 1940 sufrió un primer atentado contra su vida en México. Dicho acontecimiento sucedió en mayo de 1940, cuando un grupo armado dirigido por Leopoldo Arenal entró a la casa de Viena. Pese a que se dispararon más de 400 tiros de grueso calibre, Trotski y su esposa salieron ilesos.
El asesinato de Trotski
En agosto de ese mismo año León Trotski sufrió un segundo atentado. En esta ocasión Stalin se sirvió de dos comunistas españoles, Caridad y Ramón Mercader. Como la seguridad del filósofo había sido redoblada, Stalin buscó adentrarse hasta su círculo más cercano.
Para infiltrarse, Ramón Mercader inició una falsa relación con Silvia Ageloff, una de las secretarias de León Trotski. El 20 de agosto de 1940, Mercader acudió a la oficina del filósofo con el pretexto de escuchar uno de sus escritos. En cuanto el Trotski dio la vuelta hacia la ventana, Mercader golpeó su cráneo con Piolet.
Inmediatamente Trotski fue trasladado a un hospital de la Cruz Verde, donde fue intervenido quirúrgicamente. Sin embargo, un día después murió.
Por su parte, Ramón Mercader fue condenado a casi veinte años de prisión. Tras ser liberado en 1960, el asesino de Trotski fue condecorado como héroe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Al funeral del Trotski asistieron cerca de 300 mil obreros mexicanos.
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