La actriz ha sabido mover sus fichas en una complicada industria e incluso se dio el tiempo de estudiar en la universidad sin temor a que eso le arruinara su trabajo en la gran pantalla. Su papel en "Cisne Negro" le valió un Oscar y un Globo de Oro, entre otros premios.
Ha sido una estrella adolescente ("El Profesional"), actriz de culto ("Cisne Negro") y protagonista de franquicias millonarias (Star Wars, Marvel); Natalie Portman, quien hoy 9 de junio cumple 43 años, disfruta de una de las carreras más eclécticas de Hollywood, una industria que supo navegar para no caer en la lista de juguetes rotos de los '90.
A su favor cuenta que comenzó en el cine con 13 años, tras ser descubierta por una agente en una pizzería. Pero ese debut tempranero podría haber sido su mayor obstáculo dentro de una industria que, aún hoy, hipersexualiza a las adolescentes y no sabe qué papeles ofrecer cuando maduran. "Empezaba a elegir escenas que eran menos sexys porque me preocupaba la forma en que me percibían y cómo de segura me sentía", recordó a fines de 2020 en una entrevista con el humorista Dax Shepard.
Después de protagonizar "El Profesional" (1994), "Fuego contra Fuego" (1995) y "Beautiful Girls" (1996), esta última en el papel de una adolescente que tiene una relación con un hombre mayor, Portman era plenamente consciente de su marca como "lolita" de Hollywood. Otra adolescente convertida en fetiche de productores y directores de casting, en su mayoría hombres. Puede que ahora estén en planos completamente diferentes, pero por un momento Portman recorrió un camino parecido al de Britney Spears y Lindsay Lohan, cuyas carreras están viviendo ahora un proceso de revisión. "A esa edad, tienes tu propia sexualidad, tienes tu propio deseo, quieres explorar cosas. Pero no te sientes segura cuando hay hombres mayores que están interesados y te dices a ti misma: 'No, no, no, no'", explicaba Portman.
A partir de 1996 y con el apoyo de sus padres, que supervisaban (y recortaban) las escenas en las que aparecía su hija, la actriz rechazó papeles como el de "Romeo y Julieta", de Baz Luhrmann, por su diferencia de edad con Leonardo DiCaprio, o la versión moderna de "Lolita" que protagonizaron finalmente Jeremy Irons y Dominique Swain. Su negativa a filmar desnudos que no eran estrictamente necesarios para la trama, le originó varios conflictos con los estudios, pero por otra parte el público y la crítica estaban rendidos ante una de las mayores promesas de Hollywood en la época en la que también despegaron las carreras de Angelina Jolie, Brad Pitt y DiCaprio.
Poner límites y ganarse la fama de "dura" a veces no sale bien en el mundo del cine, pero Portman supo gestionar su carrera de tal manera que a los 16 años ya había fichado por una de las grandes franquicias, "Star Wars", como parte del reparto fijo en la nueva trilogía del fenómeno galáctico.
"Prefiero ser inteligente que una estrella de cine"
A los 18 años, cuando estrenaba "La Amenaza Fantasma" (1999), Portman se inscribió en la Universidad de Harvard para estudiar Psicología. "No me importa si la universidad arruina mi carrera. Prefiero ser inteligente que una estrella de cine", contó entonces a la prensa. La actriz venía de una familia académica donde se valoraba la formación y la cultura, "hacerse profesor, doctor y abogado". De hecho, sus padres vigilaron muy de cerca el camino emprendido por Portman en Los Angeles e insistieron en que dedicase más tiempo a la formación. Durante su etapa universitaria continuó grabando las entregas restantes de Star Wars en los veranos y pisó las tablas de Broadway con Meryl Streep en "La Gaviota" de Antón Chéjov. Su gran regreso al cine llegó con "Closer" (2004), de Mike Nichols, que le otorgó un Globo de Oro, la nominación al Oscar y confirmó su nuevo estatus de actriz adulta.
Durante esta etapa combinó fracasos como "Los fantasmas de Goya" (2006), rodaje por el que visitó España, junto a fenómenos de la talla de "V de Venganza" (2005), por el que apareció completamente calva en los eventos de promoción tras grabar la famosa escena en la que se rapa la cabeza.
"Solo teníamos un intento para rodar esa escena, pero probamos otras veces con otros miembros del equipo que se ofrecieron voluntarios", apuntó la actriz. Oscar, Globo de Oro y BAFTA por "Cisne Negro" En 2010, dos años después de debutar como directora con el corto "Eve", llegó el gran papel de Portman: "Cisne Negro". Se llevó el Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA y el Premio del Sindicato de Actores.
Tenía 30 años y lo había ganado prácticamente todo. Pero volvería a recibir otra nominación a los 35 por encarnar a Jacqueline Kennedy en "Jackie", del chileno Pablo Larraín. Portman supo mover sus fichas de nuevo y se apuntó a la saga más taquillera de la década, Marvel, con las películas de "Thor", cuya tercera entrega se estrenará en 2022. Por si su currículum fuera escaso, tiene un cameo en "Avengers: Endgame", la película más taquillera de la historia. Una trayectoria envidiable para una carrera que ha ocupado tres de sus cuatro décadas de vida.
-----------------------------------------------------------------------------------
ANEXO
Natalie Portman en Thor
Ver también:
Sexualización infantil en Hollywood
No hay comentarios:
Publicar un comentario