Todos somos hijos de una época con sus bondades y miserias. Quino (el gran dibujante argentino y padre de Mafalda) tampoco pudo abstraerse de la década del ´60 del siglo XX y evitar ese choque entre revolución y tradición.
Me encontré con el blog de Valeria, una joven periodista chilena que escribió hace unos años este artículo. Está bueno.
El chiste censurado de Mafalda
(o cómo Quino se volvió políticamente correcto)
Siempre he sido fanática de Mafalda, de hecho una de las primeras cosas que leía cuando niña eran las aventuras, pensamientos y vivencias de esta chica de menos de 10 años y sus amigos. Este fanatismo es compartido con mi papá, con quien -desde siempre- hemos aplicado frases de las tiras en nuestra vida cotidiana: "¡Uhuuuu, pagaron en la oficina!", "No nombres Vietnam delante de Nixon", "¿Nozotroz piolaz?", "¡Burocracia!... Su lechuguita", son ya conceptos por sí mismos.
A raíz de la campaña presidencial pasada (tras la cual salió elegida Michelle Bachelet), con mi papá empezamos a buscar un chiste de Mafalda en el cual se refería a la posibilidad de tener a una mujer presidente, una tira bastante machista, hay que decir. Busqué en mi ejemplar de "Toda Mafalda", donde se supone están todas, todas, TODAS las tiras, incluso las inéditas. No lo encontré. Papá hizo lo mismo en internet y nada. El chiste había desaparecido. Llegamos a la conclusión de que Quino lo había retirado de circulación para ser políticamente correcto. Pero tanto él como yo recordábamos haber leído la tira en alguno de los ejemplares de Mafalda que aún existen -todos desarmados, eso sí- en la casa de mi padre.
Sin embargo, mi papá todo lo puede. Navegando por los rincones más ocultos de la red, encontró el chiste perdido: Mafalda 5, página 23. Cumplo con mi deber de hacer pública esta tira para todos los fanáticos como yo (no crean que comparto la idea del chiste, para nada).
Las mujeres y su total incapacidad para reírse de sí mismas. Y, como dice la frase, si no te ríes de ti lo harán los demás. Es un ejercicio de higiene intelectual y muestra de inteligencia bajarlas, aunque sea muy de vez en cuando, de su pedestal de soberbia y autocomplacencia infinita en el que llevan instaladas desde tiempos inmemoriales. Pero claro, al mínimo intento surge la salvaje censura, los feroces insultos y las «susanitas» de turno. Y la confusión entre machismo y realismo.
ResponderEliminarQuino tuvo razón, en 2016 se descubrió que Hilary Clinton pasaba información con secretos de Estado a través de correos electrónicos comerciales en vez de hacerlo por cuentas gubernamentales, estaba tan desesperada por chusmear que no priorizo la seguridad, por eso en varios wikileaks se encontraron mensajes de esta mina hablando mal de otros mandatarios o mandándolos a espiar.
ResponderEliminarQuino no era machista tenia sentido común.