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domingo, 24 de diciembre de 2023

Revista Machete N° 227 - Especial de Navidad

Portada de la revista Machete N° 227 - Diciembre de 2022.

"Todo sobre la Navidad" es un especial recopilatorio de lo publicado en la revista Machete, sus blogs y página web.
Diciembre es -sin dudas- un mes atravesado por las fiestas de Fin de Año, y no podíamos estar ajeno a ello.

 

Portada revista Machete Nº 10. Diciembre de 1998

                                                                                        


La revista Machete es una publicación argentina. En 1998 editó su N° 9 dedicado a la Navidad. En diciembre de este año, ha realizado una reedición con los contenidos de ese ejemplar.

                                                                                        




Después que María y José habían llegado a Belén, María dio a luz a su bebé en un humilde pesebre de paja, en un establo junto a los animales.
Este lugar era lo único que ellos habían podido conseguir durante su estadía en Belén. No eran personas que poseían riquezas materiales. Pero tenían la enorme responsabilidad y el honor de criar y educar al hijo de Dios.

El calor de María, unas pobres mantas y su humilde cunita hecha de paja lo abrigaban.
En ese mismo instante, muy cerca de allí, un grupo de pastores descansaban con sus rebaños de ovejas. Los pastores de ovejas en las noches estrelladas solían agruparse entre ellos para conversar y protegerse entre sí de los lobos y ladrones que acechaban por la zona.
Estando todos reunidos de pronto vieron una luz intensa los sorprendió, ellos tuvieron muchísimo miedo.
La luz que los encandiló era un ángel que se acercó a ellos y les dijo que no temieran y les contó que el Mesías había nacido. También les explicó como llegar hasta el establo donde Jesús estaba y de qué manera encontrarían al niñito.
Miles de ángeles celestiales cantaban en el cielo "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra Paz, buena voluntad para con los hombres".
De esta manera los pastores llegaron establo y se encontraron con María, José y un bebé muy especial envuelto en sencillas mantas en una cunita hecha de paja, tal cual se lo había descrito el ángel.
Los pastores se arrodillaron ante el niño y lo adoraron, le contaron a María y a José lo que les había ocurrido aquella noche, y el anuncio del ángel.
María escuchaba estas palabras con atención, mientras se fortalecía pensando que Dios estaba dirigiendo todas las cosas. Ella sabía perfectamente donde se encontraba su hijo y a pesar de que estuviera en un humilde pesebre Dios los acompañaba.

De esta manera, Jesús nació en un establo, muy lejos del brillo de los grandes palacios y los festejos que comúnmente rodeaban el nacimiento de un rey.

























  Los errores del calendario juliano  


 



En el año 526, los errores del calendario juliano vigente habían ido acumulando un desfase en la celebración de las fiestas religiosas que obligó al Papa Juan I a encargar al erudito Dionisio El Exiguo un estudio cronológico que sirviera de base para establecer una decisión definitiva sobre la fijación de las fiestas anuales.

Dionisio decidió replantearse todo partiendo desde la fecha del nacimiento de Jesús. Hizo los cálculos oportunos y la fijó en el 24 de diciembre del año 753 de la era romana, lo cual significó un error —intencionado o no— de varios años con respecto a lo que ahora calculan los expertos. Sea como fuere, esta forma de computar los años de acuerdo con el presunto nacimiento de Cristo no se impuso de inmediato en el orbe cristiano. Ninguna comunidad nacional lo aceptó hasta que, en el año 644, lo hiciera la Iglesia de Inglaterra en el Sínodo de Whitby, aunque tampoco esta vez se pusieran de acuerdo todos los eruditos. Años después, el espaldarazo definitivo lo dio el muy respetado erudito Beda El Venerable (673-735), que contribuyó a su aceptación general al redactar su obra Historia eclesiástica de los ingleses adecuando las fechas mencionadas en su relato a aquella nueva cronología (por lo que se puede afirmar que, hasta donde se sabe, fue el primero que distinguió entre antes y después de Cristo). La Iglesia de Francia asumió el sistema de la era cristiana en el año 742, en el llamado Concilium Germanicum, y más tarde lo hicieron las Iglesias de Hispania e Italia. En todo caso, lo que parece seguro hoy es que Jesucristo nació en una fecha desconocida situada entre los años 7 y 4 antes de Cristo.



  Dos cuentos de Navidad  

de Emilia Pardo Bazán (Literatura para oír)


Retrato de Emilia Pardo Bazán. AGENCIA PLAYER (El País)

 

Emilia Pardo-Bazán y de la Rúa-Figueroa, o simplemente Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 16 de septiembre de 1851-Madrid, 12 de mayo de 1921), condesa de Pardo Bazán, fue una noble y novelista, periodista, feminista, ensayista, crítica literaria, poetisa, dramaturga, traductora, editora, catedrática y conferenciante española introductora del naturalismo en España. Fue una precursora en sus ideas acerca de los derechos de las mujeres y el feminismo.​ Reivindicó la instrucción de las mujeres como algo fundamental y dedicó una parte importante de su actuación pública a defenderlo.​ Entre su obra literaria una de las más conocidas es la novela Los pazos de Ulloa (1886). (W)





  Un árbol de Navidad  

de Fiódor Dostoievki (Literatura para oír)


 “Los niños eran todos increíblemente simpáticos e ingenuos y verdaderamente infantiles, y en modo alguno pretendían dárselas de mayores, pese a todas las exhortaciones de ayas y madres. Habían literalmente saqueado todo el árbol de Navidad hasta la última rama, y también tuvieron tiempo de romper la mitad de los juguetes, aun antes de haber puesto en claro para quién estaba destinado cada uno.”



  La tregua navideña  

entre alemanes y británicos en medio de la 

Primera Guerra Mundial




Se conmemora el alto al fuego navideño que hace 106 años juntó trincheras alemanas y británicas. Este es uno de los hitos que se enmarcan en los festejos del centenario de la Primera Guerra Mundial.




Los soldados comenzaron cantando villancicos desde sus trincheras y acabaron jugando un improvisado partido de fútbol.
En la Nochebuena de 1914, al sur de Bélgica y por orden expresa del Káiser, los soldados alemanes que luchaban en el primer invierno de la Primera Guerra Mundial decoraron sus trincheras con abetos iluminados que habían sido llevados expresamente al frente junto a raciones extras de comida y licores. Los soldados germanos comenzaron a entonar canciones de Navidad... Y la respuesta desde las trincheras enemigas fue la voz de los soldados británicos sumándose a las canciones.
Lo que pasó a la historia como la 'Tregua de Navidad' comenzó así y siguió al día siguiente con un partido informal de fútbol entre alemanes y británicos, que según las crónicas surgidas de las cartas que los propios soldados enviaron desde el frente a sus hogares vencieron los germanos por 3-2. Aquel especial capítulo ocurrió en Flandes pero este encuentro entre los enemigos se multiplicó en todos los frentes de Europa, demostrando la crueldad de los oficiales y el poco interés que tenían los soldados de matarse entre ellos.
Aquella noche, junto a una iglesia, en Ypres, soldados de ambos bandos salieron a tierra de nadie con banderas blancas y el atrevimiento inicial de unos pocos acabó convertido en una verdadera confraternización entre todos ellos, regalándose mutuamente tabaco, comida, alcohol, cambiándo utensilios para sobrevivir en la trinchera y brindando por una paz efímera.
De acuerdo a los testimonios de veteranos de guerra, a algunas cartas y fotografías, en la mañana del día 25 "apareció un balón, nadie sabe de donde, y se improvisaron unas porterías con maderas y piedras". En un abrir y cerrar de ojos ya habían organizados dos equipos, dos 'selecciones', que cambiaron los fusiles por el fútbol. Ganaron los alemanes por 3-2. O eso al menos es lo que cuenta la historia.


El mando lo frenó

La paz se generalizó en todo el frente. Silenciados los cañones a lo largo de Europa, los ejércitos recogieron sus cadáveres para enterrarlos en funerales que hasta se celebraron conjuntamente y según algunas de las cartas que enviaron tanto alemanes como británicos creció la sensación, efímera, de que la guerra acabaría inmediatamente gracias a ese espíritu navideño.
Fue una ilusión que se apagó rápidamente. Cuando el alto mando de ambos ejércitos conoció esa tregua que que se multiplicaba intervino directamente para acabar con ella de inmediato. Se prohibió ningún tipo de acercamiento con el enemigo y se llevaron a cabo ejecuciones de participantes en la tregua como medida de castigo y de ejemplo.
Intentó evitarse que el caso fuera noticia en las capitales de los distintos países y por orden de los oficiales se confiscó durante meses la correspondencia de los soldados, sobre todo en el caso del ejército francés. Se quemaron fotografías y cartas y el gobierno inglés confiscó ediciones enteras de periódicos en que se trató el tema, aunque no pudo evitar la famosa portada del Daily Mirror en que aparecían soldados ingleses y alemanes posando juntos.

El fútbol se unió al espíritu navideño para acallar a los cañones y fusiles. Fue una paz efímera de la que hoy se cumple un siglo.



Una carta inédita narra la tregua de Navidad durante la Primera Guerra

Un soldado describe el "extraordinario espectáculo" que supuso el espontáneo alto el fuego navideño entre soldados alemanes y británicos, en 1914.
El oficial del ejército británico Alfred Dougan Chater escribió la misiva a su madre desde una fría trinchera del frente occidental hace ahora 100 años, en la que describe un acontecimiento recordado como un fugaz momento de humanidad en esta guerra que costó la vida a millones de personas en cuatro años.
"Escribo esto en las trincheras, en mi "refugio", con un fuego de leña y un montón de paja (...), a pesar del duro y verdadero frío de Navidad", escribe Chater en esta carta, que parece escrita en dos partes: la primera en el día de Navidad y la segunda el 27 de diciembre.
"Creo que hoy he presenciado uno de los espectáculos más extraordinarios que nadie ha visto nunca. Hacia las 10 de la mañana, estaba asomado por encima del parapeto, cuando vi a un alemán agitando los brazos e inmediatamente a dos de ellos saliendo de su trinchera y acercándose a la nuestra".
El titular de la UEFA, Michel Platini, inauguró un memorial por la tregua navideña durante la Primera Guerra Mundial.
Según el relato de Chater, los soldados británicos se disponían a disparar a los alemanes, si bien vieron que estos iban desarmados. "Uno de nuestros hombres fue a su encuentro y, en un par de minutos, el terreno entre las dos líneas de trincheras era un hervidero de hombres y oficiales de ambos bandos, dándose la mano y deseándose una feliz Navidad".
"Intercambiamos cigarrillos y autógrafos, y algunos tomaron fotos", dice en la misiva este oficial británico, que recrea además el entierro de los soldados británicos y alemanes, cuyos cuerpos se encontraban en tierra de nadie.
"No sé cuánto tiempo durará... En todo caso, vamos a tener otra tregua en Año Nuevo, ¡ya que los alemanes quieren ver cómo salen las fotos!", añade.








  Cuento de Navidad  

de Charles Dickens (Literatura para oír)


El señor Scrooge es un hombre avaro, tacaño y solitario, que no celebra la Navidad, y solo piensa en ganar dinero. Una víspera de Navidad, Scrooge recibe la visita del fantasma de su antiguo socio, muerto años atrás. Este le cuenta que, por haber sido avaro en vida, toda su maldad se ha convertido en una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad.

Le anuncia que a él le espera un destino aún peor, y le avisa de que tendrá una última oportunidad de cambiar cuando reciba la visita de los tres espíritus de la Navidad. Scrooge no se asusta y desafía la predicción. Esa noche aparecen los tres espíritus navideños: el del Pasado, que le hace recordar a Scrooge su vida infantil y juvenil llena de melancolía y añoranza antes de su adicción por el trabajo y su desmedido afán de dinero. El del Presente hace ver al avaro la actual situación de la familia de su empleado Bob, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, celebra la navidad. También le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad; incluso su propio sobrino, Fred, quien lo hace de una manera irónica pero alegre, ya que nadie quiere la presencia del avaro. Antes de desaparecer a medianoche, el espíritu muestra a un par de niños de origen trágicamente humano: la Ignorancia y la Necesidad. El terrible y sombrío Espíritu del Futuro le muestra el destino de los avaros. Su casa saqueada por los pobres, el recuerdo gris de sus amigos de la Bolsa de Valores, la muerte del pequeño Tim y lo más espantoso: su propia tumba, ante la cual Scrooge se horroriza de tal forma que suplica una nueva oportunidad para cambiar. Entonces, el avaro despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable, que celebra la Navidad y ayuda a quienes le rodean.













Publicado en la revista Mampato N° 30



  Simpáticos cómics navideños  

Para estar alegre estas fiestas y meterse en el espíritu navideño de lleno, nada mejor que estos cómics tan festivos que hemos recopilado.

A muchos de los dibujantes los conocerás porque ya han aparecido en nuestra web, como Liz Climo, Optipess o Tango. Algunos son curiosos, otros oscuros, y seguro que te identificas con alguno, pero todos ellos te sacarán una sonrisa. No hace falta que nos des las gracias, después de todo, la Navidad es para compartir. Dinos cuál te gusta más.














  Curiosidades sobre Navidad  


Hoy, más de 2.000 millones de personas en más de 160 países consideran que la Navidad es la fiesta más importante del año. En una región con tanta tradición como América Latina, 9 de cada 10 personas celebra la festividad, incluso si no son cristianos.


La palabra “Navidad”

El término Navidad proviene del latín “Nativitas” que significa nacimiento. El establecimiento oficial del 25 de diciembre como “día de Navidad” se produce en el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclama esta fecha para la Natividad de Cristo (a pesar de que Jesucristo no nació el 25 de diciembre). Lo cierto es que la Biblia no especifica una fecha u hora del nacimiento de Jesús.


La imagen de Papá Noel

El icono de Santa Claus o Papá Noel de los anuncios de Coca-Cola no conforma el origen de la imagen de Santa. La realidad es que la imagen de Santa Claus es más una figura que ha evolucionado con el paso del tiempo, moldeada por escritores, artistas e incluso historiadores. Así, las imágenes del conocido hombre gordito y barbudo con un traje rojo aparecieron en revistas, carteles y anuncios mucho antes del retrato alegre de esta conocida marca de refrescos. Además, según el libro “One Night Stands with American History”, Papá Noel no siempre tuvo barba. Fue el artista y dibujante Thomas Nast quien añadió la barba al personaje en las páginas de 'Harper's Weekly' durante la última parte del siglo XIX.


El origen de la estrella de Navidad

La estrella de Navidad que suele coronar nuestros árboles navideños es originaria de Filipinas. En esta zona del planeta, se preparan antorchas en forma de estrellas de cinco puntas, que iluminan la entrada de los hogares.


Sobre la ofrenda de oro, incienso y mirra

La tradición dice que los Reyes Magos de Oriente acudieron desde recónditos países a rendir homenaje a Jesús de Nazaret. Trajeron tres regalos: oro, incienso y mirra. Melchor, trajo oro por su gran valor y su belleza; Gaspar trajo incienso, una resina balsámica que al arder desprende un humo aromático muy agradable y Baltasar trajo mirra, una sustancia resinosa aromática con propiedades antisépticas, digestivas y antidepresivas.


El trineo de Santa Claus no viaja a la velocidad de la luz

Papá Noel tiene que visitar cada casa del mundo en una sola noche. Toda una hazaña que requiere de gran velocidad, ¿verdad? Pues técnicamente, según el Fermilab del Departamento de Energía de Estados Unidos, su trineo solo tendría que viajar al 99,999999% de la velocidad de la luz para completar su tarea, suponiendo que visite 800 millones de casas alrededor de nuestro globo.


Besos bajo el muérdago

Es posible que conozcas que el muérdago procede de lugares templados o tropicales, específicamente Europa y algunas zonas de Asia meridional pero lo que quizá no sepas es que cuenta con una sustancia llamada viscotoxina que es perjudicial para los humanos si se consume en grandes cantidades. Eso sí, para muchos mamíferos las bayas del muérdago y sus hojas representan un alimento rico en proteínas y completamente inocuo.


La decoración del árbol de Navidad

Antes de que se inventaran las luces de Navidad, ahora tan tradicionales e indispensables en muchos hogares, los abetos de Navidad se decoraban con velas y manzanas. Posteriormente, se añadieron las luces, las bolas, la estrella y los lazos. Estos últimos representan la unión entre las familias y los seres queridos en esta época llena de ilusión y felicidad. Como curiosidad, uno de los arboles de Navidad más famosos por su tamaño, es el que se alza en el Rockefeller Center de Nueva York (EE.UU.), con alrededor de 24 metros de altura. En Dortmund (Alemania) también se encuentra un magno rival: un abeto natural de 45 metros de altura ubicado en el centro del tradicional mercadillo de Navidad.


La primera Navidad

La Navidad tuvo un comienzo lento en el escenario mundial. No fue hasta el año 336 dC cuando los obispos romanos registraron por primera vez el 25 de diciembre como el nacimiento de Cristo. La Navidad tomó el lugar de miles de antiguas celebraciones paganas del solsticio de invierno, los humanos le añadimos un significado religioso a estos símbolos festivos y continuaron la alegría bajo el nombre de Navidad.


El origen del árbol de Navidad

Estos característicos árboles de hoja perenne se convirtieron en la base de nuestro árbol de Navidad. Se cree que los alemanes fueron los primeros en traer "árboles de Navidad" a sus hogares durante las vacaciones y decorarlos con galletas y luces. Ahora, prácticamente todos los lugares del mundo siguen la tradición.


Las cartas de regalos

¿A dónde van todas esas misivas con la ilusión contenida de millones de niños? Todas las cartas dirigidas a Santa Claus en los Estados Unidos van a Santa Claus, Indiana. Se trata de un pueblo situado a unos 6.000 kilómetros al Sur del Polo Norte, cuyos voluntarios responden a las cartas que envían niños y adultos de todo el mundo.


¿Por qué nos entregamos regalos?

La razón más importante por la que damos y recibimos regalos en Navidad es para simbolizar los regalos que los 'tres hombres sabios', los Reyes Magos, le dieron a Jesús en el pesebre. Pero también puede provenir de la tradición de Saturnalia que requería que los seguidores ofrecieran rituales a los dioses.


La “canción” más conocida

Se estima que la canción "White Christmas" de Irving Berlin es el single más vendido en la historia de la música, con más de 100 millones de copias vendidas. (I'm dreaming of a white christmas,

With every christmas card I write...)


Delicias navideñas

Muchas personas asocian comidas y sabores específicos con la Navidad. En Alemania, por ejemplo, las galletas lebkuchen son mundialmente conocidas durante la temporada navideña. Lebkuchen es una galleta de jengibre que combina perfectamente con el delicioso espíritu navideño. También se encuentran otros: el pudin de Navidad de Reino Unido, el Panettone italiano, el roscón de Reyes en España o el Bienmesabe de Venezuela.


  Oratorio de Navidad  

de Juan Sebastián Bach


El Oratorio de Navidad, BWV 248 (en alemán, Weihnachtsoratorium), es una obra sacra de Johann Sebastian Bach compuesta para las fiestas de Navidad.


Este oratorio, que se escribió para la Navidad de 1734, incorpora música de composiciones anteriores, entre ellas tres cantatas seculares escritas durante 1733 y 1734, además de una cantata para iglesia, hoy perdida (BWV 248a). Su siguiente interpretación tuvo lugar años después, el 17 de diciembre de 1857, a cargo de la Academia de Canto de Berlín, dirigida por Eduard Grell.

El Oratorio de Navidad, de Bach, es un ejemplo especialmente sofisticado de parodia musical; esto es, una reelaboración seria de otros materiales. El autor del texto es desconocido, aunque se supone que son reelaboraciones de trabajos anteriores de Christian Friedrich Henrici (Picander), específicamente textos de la cantata de Bach "Hércules en la encrucijada" (BWV 213).


La obra pertenece a un grupo de tres oratorios compuestos hacia finales de la carrera de Bach, en 1734 y 1735, para fiestas importantes; los otros dos son el Oratorio de la Ascensión (BWV 11) y el Oratorio de Pascua (BWV 249). En todos ellos, interviene un tenor evangelista como narrador que reelabora composiciones anteriores.​ A pesar de estas consideraciones, el Oratorio de Navidad es la obra más compleja y extensa de las tres.​



Obra completa


Resumen

Diferentes portadas de discos del Oratorio de Navidad















  Los Reyes Magos  

La primera mención a los Reyes Magos está en el evangelio de San Mateo

La primera mención a los Reyes Magos está en el evangelio de San Mateo


La historia detrás de los Reyes Magos: la estrella que los guio, el pañal de Jesús que se llevaron y por qué no eran reyes ni magos

Sus figuras aparecen por primera vez el Evangelio de San Mateo. Algunos dicen que eran doce y no tres. Cuándo empezaron a llamarlos Melchor, Gaspar y Baltasar. Los regalos que dejaron al recién nacido, el engaño a Herodes para que no lo matara y cuál fue su final. Cómo nacieron las tradiciones de los regalos y de dejar agua para los camellos.

Fuente: Infobae

Los Reyes Magos, además de las grandes bolsas con juguetes que los niños esperan al pie del árbol navideño, tienen más de dos mil años sobre sus espaldas. Y, fundamentalmente, no son ni reyes ni magos.

El trío aparece por primera vez en el Evangelio de San Mateo. En el segundo capítulo, el apóstol menciona a los sabios que desde Oriente llegaron a Jerusalén en busca del recién nacido Rey de los Judíos. Tuvieron, siempre según Mateo, la mala idea de ir a consultar al rey Herodes, a quien no le gustó nada que hubiera nacido otro miembro de la realeza (así lo entendió) fuera de su control. Les pidió a sus visitantes que cuando encontraran al niños, le avisaran de su ubicación así él también podía adorarlo. Por algo eran sabios. Encontraron al niño en Belén, le dejaron sus regalos, lo honraron y regresaron a su tierra por otro camino para evitar a Herodes. Descubrieron sus malas intenciones.

Herodes, como venganza, al no poder identificar a quien ponía en riesgo su reinado, mandó a matar a todos los niños menores de dos años de Belén. Jesús y su familia ya no estaban ahí porque José, el padre terrenal de Jesús, soñó que debía escapar a Egipto con su familia para evitar la maldad de Herodes. Todo esto según la escueta versión de Mateo. Esta es la única referencia a los Reyes Magos en los Evangelios.

(Ilustración de Enrique Breccia)(Ilustración de Enrique Breccia)


Sin embargo, en los Evangelios Apócrifos se los menciona más generosamente. Pero siguen sin ser reyes, ni magos, ni tres, ni se llaman todavía Melchor, Gaspar y Baltasar. Ni siquiera Baltasar es negro todavía.

Según la tradición estos sabios hacía años que miraban el cielo buscando la estrella que les indicaría que había nacido el hijo de Dios según lo indicaban las profecías. De ahí que muchos deducen que se trataba de astrónomos. El apelativo que se ganaron de «magos» se debe a que en Oriente así se conocía a los que tenían un conocimiento superior y sabiduría. Los sabios.

Su procedencia real, su condición de reyes, es más discutida y menos clara. Un padre de la iglesia del siglo III, Quinto Séptimo Tertuliano, les confirió esa condición luego de una caprichosa interpretación de un salmo bíblico. Y ya nunca más dejaron de ser reyes.

Durante mucho tiempo se discutió cuántos eran. Mientras están los que afirmaban que eran tres (algunos hasta creen que no fueron solos a visitar al recién nacido sino que cada rey estaba acompañado por su ejército), otros sostenían que eran doce. Los dos números tienen una raigambre religiosa. Doce eran las tribus de Israel y doce los apóstoles. Tres es el número de la Santísima Trinidad. Al final quedó reducido a un trinomio debido a los regalos que le llevaron al recién nacido. En una de las pocas informaciones precisas que da el Evangelio de Mateo sobre ellos dice que dejaron oro, incienso y mirra. Así se dedujo que cada obsequio fue dejado por un Rey Mago distinto.

Otros sostienen que los regalos fueron más numerosos. Que con el oro también había plata, piedras preciosas y zafiros; con el incienso dejaron nardos, canela y cardamomo; y con la mirra, aloe, muselina, lino y libros sagrados sellados por el dedo de Dios. Cada uno tenía una significación especial. El oro hacía referencia a la realeza (y además le habría sido útil como moneda de cambio a José en su huída hacia Egipto), el incienso representa la divinidad, mientras que la mirra sería la alegoría de la humanidad de Jesús, un recuerdo de su finitud física. La mirra era una resina que se utilizaba para los embalsamamientos.

Los Reyes Magos le llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús, recién nacido en Belén

Los Reyes Magos le llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús, recién nacido en Belén


En el apócrifo Evangelio árabe de la Infancia, se cuenta que los Reyes se llevaron uno de los pañales usados de Jesús. Ya en su casa fueron recibidos por reyes y príncipes a los que les mostraron lo que habían traído con ellos. Encendieron la chimenea de palacio, adoraron el fuego y arrojaron a las llamas el pañal, que no sufrió combustión alguna. Los reyes recuperaron el pañal intacto y lo conservaron como su posesión más preciada.

¿Qué pasó con los Reyes Magos luego de su visita a Belén? La tradición afirma que fueron nombrados obispos y que murieron como mártires -siempre los tres juntos- en el año 70 D.C.; lo que hablaría de una longevidad extraordinaria si se tiene en cuenta que ya eran sabios (y se supone de cierta edad) cuando visitaron a Jesús luego de que naciera.

Los nombres bajo el cual hoy se los conoce llegaron varios siglos después. Una vez establecido que eran reyes, que eran magos y que eran tres. Se unificó su nombre y pasaron a ser conocidos como Melchor, Gaspar y Baltasar. Tendría que pasar una decena de siglos para que Baltasar se oscureciera: hasta el siglo XV no era de piel negra. Hasta ese momento los tres reyes no eran demasiado diferentes entre sí. Con este cambio se trató de representar la universalidad a la que aspiraba el cristianismo. Así, cada uno representaba, los grupos étnicos que se conocían en ese momento, que se reducían a tres categorías básicas y bastante poco específicas: los europeos, los asiáticos y los negros.

Debieron pasar cientos de años para que estos reyes magos volvieran a dejar regalos cada 6 de enero a los chicos. Se cree que la costumbre se instaló en España en la segunda mitad del siglo XIX. El 6 de enero, en el mundo cristiano, se celebraba el día de la epifanía, es decir, el momento en el que Jesús se dio a conocer al mundo. Así como los Reyes Magos habían dado obsequios, ahora se los dejaban a los niños.

Los Reyes Magos entregan regalos a los niños que les hacen el pedido por escritoLos Reyes Magos entregan regalos a los niños que les hacen el pedido por escrito


Además del agua y la comida para los camellos, en algunos países se dejan golosinas para los Reyes Magos. La carta con los regalos pedidos escrita (o dictada) por los mismos chicos es un requisito casi indispensable. De qué otra manera sabrían los Reyes qué juguetes dejar en cada casa. La otra condición es que los chicos se hayan portado bien durante el año. En España se sostiene que a los que hicieron demasiadas travesuras en lugar de juguetes les dejan carbón.

Por último están los zapatos. Algunos los dejan bajo el árbol de Navidad y otros en la puerta de su casa. Existe una leyenda que intenta explicar el por qué de los zapatos. Sostiene que una tarde Jesús jugaba con dos chicos de familias que gozaban de una buena situación económica y que estos al verlo descalzo quisieron regalarle un par que ellos ya no usaban. Al llegar a su casa lavaron sus zapatos y los pusieron fuera para que se secasen durante la noche. Al despertar los encontraron repletos de regalos: los Reyes Magos habían pasado y al comprender el gesto desprendido de los chicos decidieron premiarlos.

Esta noche la ilusión volverá a encenderse. Algunos niños postergarán el sueño con la esperanza de ver a los Reyes Magos dejar los paquetes con regalos o para conocer a los camellos. Otros se acostarán más temprano que lo habitual, con temor de cruzárselos. Todos despertarán ansiosos y bajarán de sus camas corriendo para ir a comprobar si los Reyes Magos se acordaron de ellos. Luego será la hora de jugar. Ya habrá tiempo para desarmar el arbolito hasta el año que viene.


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