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martes, 16 de diciembre de 2025

Tiahuanaco: América antes de Colón

El Monolito Ponce de las ruinas de Tiahuanaco, en Bolivia, en octubre de 2017.

Imaginemos, por un momento, un viaje imposible: tomamos un avión y despegamos del este de Bolivia, pero estamos en el año 1000 d. C., y realizamos un vuelo de reconocimiento a lo largo de todo el hemisferio occidental. ¿Qué sería visible desde las ventanillas del aparato? Hace cincuenta años, la mayor parte de los historiadores habrían dado una respuesta muy simple a esta pregunta: dos continentes absolutamente asilvestrados, poblados muy escasamente por bandas dispersas cuyo modo de vida apenas habría cambiado nada desde la última glaciación. Las únicas excepciones serían México y Perú, donde los mayas y los ancestros de los incas avanzaban casi a rastras hacia los comienzos de la Civilización.


Por CHARLES C. MANN

Charles C. Mann (1955) es periodista. Este extracto es un adelanto de su libro ‘1491. Una nueva historia de las Américas antes de Colón’, de la editorial Capitán Swing, que se publica el próximo 20 de junio.

Hoy, la idea que tenemos es completamente distinta en casi todos los sentidos. Imaginemos que ese avión del primer milenio vuela hacia el oeste, desde los páramos del Beni (Bolivia) a las cumbres de los Andes. Nada más iniciar el trayecto, se encuentran los caminos elevados y los canales que se ven actualmente, con la peculiaridad de que están en perfectas condiciones y repletos de gente. (Hace cincuenta años, esos trabajos de preparación del terreno realizados en tiempos prehistóricos eran casi del todo desconocidos incluso para quienes vivían en las inmediaciones). Al cabo de poco más de ciento cincuenta kilómetros, el avión gana altura para salvar las montañas, y la panorámica de la historia vuelve a cambiar. Hasta hace relativamente poco, los investigadores habrían dicho que las tierras altas, en el año 1000, estaban ocupadas por pequeñas localidades muy diseminadas, y que solo había dos o tres grandes ciudades con sólidas construcciones de piedra. Las más recientes investigaciones arqueológicas han servido para revelar que en esta época en los Andes existían dos Estados en la montaña, cada uno de ellos mucho más extenso de lo que previamente se suponía.


Bang & Wang


Bang & Wang tiene la forma de una comedia. Los parónimos de su título parecen introducirnos en el mundo del humor.
La trama es de TV: los personajes se odian entre si y están obligados a convivir o trabajar juntos por diferentes motivos creando así conflictos interesantes.





Jon Rohner, marino: Los sembradores de estrellas



Rohner (originalmente titulada Jann Polynesia) es un serie de cómic de aventuras, obra del historietista español Alfonso Font, que se inspira en la narrativa de autores como Jack London o Robert Louis Stevenson, quien llega incluso a aparecer como personaje.



Más sobre 

Alfonso Font





Djinn (2) Las 30 campanillas



Jean Dufaux, el creador de grandes éxitos como RAPACES, DIXIE ROAD o GIACOMO C., aúna fuerzas con la española Ana Miralles para tejer una historia llena de amor y sensualidad. DJINN es la historia de una joven de Occidente que se ve atrapada por la magia del Cercano Oriente, y, entre genios y sultanes, se convertirá en miembro de un harén... hasta descubrir el verdadero significado del amor y la pasión.





Ver también: La favorita


Obra completa en


Ludwig, eres un genio

 


El músico, especialista y presentador Ramon Gener, que acaba de publicar una biografía ilustrada de Beethoven, su "héroe", considera que el compositor de Bonn fue «el primero en convertirse en protagonista de su música», como han hecho tantos en el siglo XX.


A 255 años de su nacimiento
Todo lo publicado en Machete



En una entrevista con EFE, Gener remarca que "Beethoven es el primer músico que consigue el estatus de genio, que su sociedad lo reconoce como un genio, porque aunque antes están Bach y Mozart, que eran geniales, su sociedad no los reconoció como tales". El reconocimiento de Beethoven se produce, precisa Gener, en Viena, donde "un grupo de aristócratas firman con él un contrato en el que le dicen que como eres un genio a partir de ahora te pagaremos una renta vitalicia, para que escribas lo que quieras, como quieras, cuando quieras y si quieres".