El estreno de la adaptación de "El Eternauta" en Netflix ha generado una notable expectación a nivel global. Si bien la recepción general ha sido eminentemente positiva, con elogios dirigidos a la producción y al casi respeto por la obra original, es inherente a la naturaleza del debate público la existencia de opiniones disidentes. Estas voces críticas, aunque minoritarias, aportan perspectivas alternativas que enriquecen la discusión y promueven un análisis más exhaustivo de la serie, independientemente de su acogida predominante.
Sucede que el cómic nunca me gustó mucho
Por Rubén Reveco - Editor
La adaptación de una obra clásica del cómic argentino como "El Eternauta" por parte de Netflix inevitablemente genera debate, particularmente entre aquellos familiarizados con el material original. Como lector de cómics, mi acercamiento a la adaptación se ve influenciado por mi propia experiencia con la obra de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Si bien "El Eternauta" ostenta un lugar de reverencia dentro del canon del cómic argentino, confieso que nunca he logrado conectar plenamente con él. El estilo de dibujo de Solano López, a mi juicio, carece del dinamismo y la sofisticación visual que valoro. El argumento, por su parte, si bien escrito se me antoja lento y poco convincente, impidiéndome sumergirme en la historia de manera satisfactoria.
Esta dificultad para conectar con "El Eternauta" no es un fenómeno aislado. Experimento una reacción similar con otras obras aclamadas, como Corto Maltés, lo que sugiere que mi perspectiva puede estar condicionada por mis preferencias personales y mi sensibilidad estética.
En consecuencia, abordar la adaptación de Netflix se convierte en un ejercicio complejo. ¿Cómo puedo evaluar objetivamente una puesta en escena de una obra con la que ya tengo una predisposición negativa? La respuesta reside en intentar separar la adaptación del material original y juzgarla en sus propios términos, evaluando su narrativa, dirección y actuaciones independientemente de mi experiencia con el cómic.
En última instancia, mi crítica a la adaptación estará inevitablemente matizada por mi percepción subjetiva de la obra original. No obstante, el esfuerzo por mantener una perspectiva crítica y evaluar la adaptación en su mérito propio es fundamental para ofrecer una opinión informada y constructiva.
Dicho esto, la serie de Netflix hasta el momento (Visto cuatro de seis capítulos) me parece rescatable. Los actores son muy argentinos y como dicen ellos: "Muy boca sucia"... (En el cómic de 1957 no existe ni una sola grosería y en la serie de Netflix demasiadas) Aún así, estoy expectante de los capítulos siguientes. Y seguramente de una nueva temporada. Veremos...
La perdurable prominencia de "El Eternauta" se encuentra intrínsecamente ligada al trágico destino de su autor, Héctor Germán Oesterheld, y su familia, quienes fueron víctimas de persecución, asesinato y desaparición durante la dictadura militar de 1976. Este sombrío contexto, acentuado por la militancia peronista y montonera de Oesterheld, ensombrece una obra creada dos décadas antes, marcando indeleblemente su legado.
El legado de Héctor Germán Oesterheld es amplio: es uno de los artistas de trayectoria más extensa de la historieta argentina, su influencia se extiende a artistas de nuevas generaciones y diversos medios, y es considerado informalmente como uno de los "padres" de la historieta argentina moderna. (W)
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