Los anillos olímpicos son el principal símbolo de los juegos olímpicos. La bandera está compuesta por cinco aros o anillos de colores entrelazados sobre un fondo blanco. Los aros están dispuestos tres arriba y dos abajo. Cada aro representa los colores de las banderas de los primeros países que formaban parte de los JJOO. Los seis colores (incluyendo el fondo blanco de la bandera) combinados de esta manera reproducen los colores de todos los países sin excepción.
Los cinco anillos representan los cinco continentes principales: Europa, Asia, África, Oceanía y América, respectivamente. Los cinco colores representarían la totalidad del mundo, teniendo en cuenta cada nación. Según el Comité Olímpico Internacional, los seis colores se eligieron para reflejar al menos un color de las banderas de cada país competidor.
El azul y el amarillo de Suecia, el azul y el blanco de Grecia, los colores de la bandera tricolor francesa, Inglaterra y Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Italia, Hungría, el amarillo y el rojo de España junto a las novedades de Brasil o Australia, con el antiguo Japón, y la nueva China. Es realmente un símbolo internacional.
La bandera olímpica está compuesta por el símbolo de los anillos olímpicos sobre fondo blanco. Además hay otros dos símbolos olímpicos que son: la Llama olímpica y el credo olímpico.
Los Juegos Olímpicos modernos se inspiraron en los Juegos Olímpicos de la antigüedad del siglo VIII a. C. organizados en la antigua Grecia con sede en la ciudad de Olimpia, realizados entre los años 776 a. C. y el 393 de nuestra era. En el siglo XIX, surgió la idea de realizar unos eventos similares a los organizados en la antigüedad, los que se concretarían principalmente gracias a las gestiones del noble francés Pierre Frèdy, barón de Coubertin. El barón de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1894. Desde entonces, el COI se ha convertido en el órgano coordinador del Movimiento Olímpico, con la Carta Olímpica que define su estructura y autoridad.