Mientras los adrios esperan la decisión del alto mando para abandonar la estrategia de conquista, los rebeldes elaboran una nueva táctica: construyen un barco, El Libertad, utilizando los viejos motores de locomotoras a vapor y confeccionan algunas bombas de profundidad con viejos barriles y cargas militares.
Simultáneamente, Ladiuz recibe la autorización para abandonar la estrategia de conquista y atacar directamente a los nativos. El combate comienza y los rebeldes logran salvar sus vidas combinado la fuerza del braco, las cargas de profundidad y los supercaimanes, aunque Enrique Medina es herido de muerte durante el combate.
La historia transcurre en la Tierra en un futuro post-apocalíptico. El planeta ha quedado en un estado primitivo, con la raza humana reducida a pequeños clanes que viven en reservas. No existen ciudades y se han perdido los avances tecnológicos; además, animales y plantas han sufrido variadas mutaciones. Los clanes humanos rivalizan entre sí pero comparten el mismo temor a "la Bestia", un ser mortífero que los ha aterrorizado con sus feroces ataques. Para mantener satisfecha a la Bestia los humanos le ofrecen sacrificios (por lo general muchachas jóvenes y bellas) y adoptan una serie de preceptos y ordenes que los mantienen en un estado de sumisión. Sacerdotes escogidos por la Bestia se encargan de mantener el statu quo.