Más allá de su valor monetario, los álbumes de estampas (Como es el caso de "Civilizaciones") fomentan la interacción social y aprendizaje. El intercambio de figuritas entre coleccionistas es una práctica común que promueve el compañerismo y la negociación. Los álbumes completos se convierten en un testimonio de la dedicación y la habilidad del coleccionista para completar la colección.
La afición infantil por coleccionar y adherir estampas en álbumes temáticos es un recuerdo común. Desde la adquisición del álbum y los cromos, hasta el intercambio con amistades, esta actividad marcó una etapa significativa y placentera de la niñez para muchos.
Por esta vez, reproducimos la parte cultural que más nos interesa: la Prehistoria.
El álbum y las "figuritas": Un microcosmos de cultura y colección
El álbum, junto con sus esquivas estampas (figuritas), representa mucho más que un simple pasatiempo infantil. Se erige como un microcosmos cultural que refleja tendencias, ídolos y valores de una época. A través de sus páginas, se construye una narrativa visual que puede abordar desde deportes y personajes de ficción hasta la fauna exótica o la historia universal.
La experiencia de coleccionar cromos trasciende la mera acumulación. Implica un proceso de búsqueda, intercambio y ordenación que fomenta la interacción social y el desarrollo de habilidades como la negociación y la perseverancia. La emoción de encontrar un cromo raro, el intercambio estratégico con otros coleccionistas, y la satisfacción de completar el álbum son elementos que configuran una experiencia formativa y memorable.
Más allá del valor lúdico, el álbum y los cromos funcionan como un archivo portátil de cultura popular. Testimonio de modas pasajeras y figuras icónicas, ofrecen una ventana al pasado que puede evocar nostalgia en generaciones mayores y servir como herramienta educativa para las más jóvenes. En definitiva, el álbum y los cromos, aparentemente sencillos, encierran un rico contenido cultural y una valiosa experiencia de aprendizaje.
"Según estudios recientes, el hombre apareció en la faz de la tierra cerca de un millón de años atrás. Cuando apareció, plantas y animales existían desde hace millones de años. El hombre es por lo tanto una criatura relativamente reciente. Pero la prehistoria la fechamos desde la presencia y la actividad del hombre y la dividimos por lo tanto en la Edad de piedra, la Edad del bronce, la Edad del fierro, tomando como referencia los materiales que ellos usaban para construir sus propios utensilios. Este primer hombre era muy distinto de nosotros, no pertenecía ni siquiera a nuestro tipo de humano y por contrario estaba dotado de una inteligencia desarrollada para compensar su debilidad física y superar las dificultades de un clima hostil, selvas y animales feroces que se oponían a ellos diariamente.
Varias razas de nuestros primitivos antepasados se sucedieron en milenios. Entre las más antiguas recordamos aquella definida del “hombre de Pekín”, vivida probablemente cinco o seis mil años atrás, individualizada en base a restos descubiertos precisamente cerca de Pekín en el año 1929, mientras que la más reciente es la del “hombre Neandertal” vivida hace 150.000 años atrás. Contamos, en las series de láminas reunidas en este capítulo, el desenvolvimiento de la vida del hombre en la prehistoria, hasta la invención de la escritura, hecho que caracteriza el paso a la historia."
LOS HOMBRES DE LA PREHISTORIA - Reunidos alrededor del fuego, se defienden de la oscuridad, el frío y los animales feroces. Cocinan y comen la carne de conejos y cabras selváticas muertas durante el día.
LA EDAD DE PIEDRA - El primer material que trabajó el hombre fue la piedra. Tallándola o puliéndola, construyeron armas y utensilios: puntas para las lanzas, cuchillos, raspadores y serruchos rudimentarios.
EL DESCUBRIMIENTO DEL FUEGO - Un hecho importante en la vida de los primitivos fue el descubrimiento de la forma de utilizar el fuego para calentarse, cocinar los alimentos, endurecer la greda y espantar los animales feroces.
LA EDAD DEL METAL - El uso del fuego permitió el descubrimiento de los metales y la unión del bronce y fierro para construir armas y utensilios mucho más eficaces que los de piedra.
LA CAZA. Para procurarse las carnes que ya sabían cocinar, el hombre aprendió a cazar. Presas codiciadas eran los bueyes selváticos, los osos, los mamut, buscados también por sus pieles.
EL HOMBRE SALE DE SUS CAVERNAS. Favorecido por un clima más suave, el hombre salió de sus cavernas, en donde vivía. Se encontró con un universo de ríos, lagos e inmensas campiñas.
EL ARCO Y LA FLECHA - En esta perspectiva fueron estudiadas nuevas armas de caza. Entre estas, el arco, un propulsor de flechas muy eficaz, que hasta hoy se usa en las comunidades primitivas.
LOS PRIMEROS BOTES - Para navegar en las inmensas extensiones de agua que tenía frente a sí, el hombre aprendió a dirigir troncos, a construir rudimentarios botes de paja entrelazada y pieles desecadas al sol.
LOS PALAFITOS - Entre tranquilos aguazales, en resguardo de feroces animales carnívoros terrestres, el hombre construyó los palafitos, cabañas de madera y paja sobre planos de troncos sostenidos de palos puestos en el fondo del agua.
LA PESCA - Viviendo en contacto con el agua, el hombre aprendió a ser pescador. Como había elaborado armas y técnicas para la caza, así fabricó armas y técnicas para la pesca: Lo más importante: el anzuelo y la red.
LOS PRIMEROS ANIMALES DOMÉSTICOS - Entre los animales que habitaban la tierra, algunos eran menos feroces y agresivos que otros. En particular, los perros, que aprendieron a convivir con el hombre.
EL PASTOREO - Un cordero capturado casualmente incitó al hombre a criarlo, en lugar de matar ovejas y cabras. Alguien entendió la ventaja de esta situación y se transformó en pastor.
LOS CEREALES - En su andar de pastoreo y pastoreo, el hombre aprendió sobre las plantas, algunas muy importantes para su alimentación: trigo, mijo, arroz, maíz: en suma los cereales.
LA AGRICULTURA – El descubrimiento de los cereales, acompañado por una atenta observación de su ciclo de crecimiento, fue la base de la agricultura. El hombre logró cultivarlos en poco tiempo.
LAS PRIMERAS CASAS - Superada la necesidad de moverse continuamente a la búsqueda de presas de caza o de pastizales, el hombre se quedó en un lugar fijo y construyó las primeras casas de piedra, de paja y de barro.
EL ARADO - Para la necesidad del trabajo del agricultor, el hombre tuvo que abastecerse de otros elementos y así inventó el arado y el yugo que manejaba con la fuerza de los bueyes, transformados en animales domésticos.
LA ESCRITURA - La más decisiva invención del hombre fue la escritura: esta marca el paso a la historia. En su origen fue de tipo figurado y por lo tanto, de tipo alfabético.
La digitalización de Civilizaciones (Artecrom, 1982), bajo la forma de un "Álbum Digital", representa una valiosa contribución a la preservación de la memoria cultural. El éxito de este proyecto dependerá de la meticulosidad en el proceso y de la capacidad de poner a disposición del público un recurso accesible y fidedigno. La digitalización, en este caso, no solo es una transcripción, sino una revitalización del conocimiento para las generaciones futuras. (F)
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