Buck Rogers es un personaje de ciencia ficción que apareció por primera vez en 1928 como Anthony Rogers. Héroe de dos novelas escritas por Philip Francis Nowlan publicadas en la revista Amazing Stories (Historias asombrosas), es más conocido por convertirse en la primera de las historietas de ciencia ficción, tras su publicación como tira de prensa.
El personaje apareció por primera vez como Anthony Rogers, el personaje central del Armageddon 2419 AD de Nowlan. Nacido en 1898, Rogers es un veterano de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) y en 1927 trabaja para la American Radioactive Gas Corporation investigando informes sobre fenómenos inusuales en las minas de carbón abandonadas cerca de Wyoming Valley en Pensilvania. El 15 de diciembre, se produce un derrumbe mientras se encuentra en uno de los niveles inferiores de una mina. Expuesto al gas radioactivo, Rogers cae en "un estado de animación suspendida, libre de los estragos de los procesos catabólicos, y sin ningún efecto aparente sobre sus facultades físicas o mentales". Rogers permanece en animación suspendida durante 492 años.
Rogers despierta en 2419. Pensando que ha estado dormido solo durante varias horas, deambula durante unos días por bosques desconocidos (lo que había sido Pensilvania casi cinco siglos antes). Se da cuenta de que alguien vestido con ropas extrañas está siendo atacado. Defiende a la persona, Wilma Deering, matando a uno de los atacantes y asustando al resto. En "patrulla aérea", Deering era atacada por una banda enemiga, los Bad Bloods, que presumiblemente se habían aliado con los Hans.
Wilma lleva a Rogers a su campamento, donde conoce a los jefes de su grupo. Se le invita a quedarse con ellos o irse a buscar otros grupos. Esperan que la experiencia y el conocimiento que Rogers adquirió luchando en la Primera Guerra Mundial puedan ser útiles en su lucha contra los Hans, que gobiernan Norteamérica desde 15 grandes ciudades que establecieron en todo el continente. Ignoraron a los estadounidenses, quienes se vieron obligados a valerse por sí mismos en los bosques y las montañas, ya que su tecnología avanzada evitaba la necesidad de mano de obra esclava.
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