Argumento
La Ávalon, una nave espacial gigante de 1 kilómetro de largo que viaja a Homestead II (un lejano planeta-colonia), que transporta a 5000 personas y 258 tripulantes en su interior en hibernación, entra en un campo de asteroides. Su escudo de energía de plasma detiene la mayor parte de los impactos, pero un asteroide de grandes dimensiones impacta con su escudo, se fragmenta y los restos pequeños perforan el casco blindado de la nave. Al tratar de iniciar las reparaciones automáticas, la computadora de a bordo sufre una avería y despierta accidentalmente a Jim Preston (Chris Pratt), un ingeniero pasajero de la Ávalon, 90 años antes de llegar a su destino (el viaje duraría unos 120 años), y lo condena a morir en el interior de la nave sin poder llegar al planeta Homestead II.
Al principio, Jim no se da cuenta de que su situación pueda ser un error, pero conforme pasan las horas y nota que está solo, él decide intentar acceder al puente de mando, que se encuentra cerrado y solo puede abrirlo el personal de control con una clave de voz especial (en ese momento en hibernación). Mientras recorre la nave buscando ayuda, se encuentra con Arthur (Michael Sheen) un barman robótico, el cual se sorprende por verlo despierto antes de llegar a su destino.
Tras un año de aislamiento viajando en la nave por el espacio profundo, Jim hace toda clase de actividades en la nave; con la única compañía de Arthur, afectado mentalmente, intenta suicidarse lanzándose al espacio para acabar con su soledad, pero antes de arrojarse al espacio sin protección, encuentra la criocabina de Aurora Lane (Jennifer Lawrence). Al mirar su perfil en la lista de pasajeros, descubre que es una escritora y ve día a día su bitácora de grabaciones; Jim siente afecto hacia ella y piensa despertarla. Jim le confiesa a Arthur esto y lucha contra la moralidad de despertarla para que le haga compañía. Desesperado por la idea de envejecer y morir solo en la nave sin poder llegar a su destino, Jim provoca un cortocircuito en la criocabina y despierta manualmente a Aurora.
El rodaje de la película comenzó en septiembre de 2015 en los Pinewood Atlanta Studios de Atlanta, Georgia. En agosto de 2015, Sony Pictures Entertainment establece a la película para estrenarse el 21 de diciembre de 2016.
El dilema moral es evidente.
Despertarla deliberadamente es arruinar su vida, condenarla a su misma suerte, a un futuro confinado a una nave espacial y a frustrar su sueño manifiesto de llegar a otro planeta.
Pero hacerlo es tan reprochable como irresistible.
El dilema nos hunde en esa pregunta que prácticamente toda película quiere disparar a través de sus personajes: ¿qué haría uno en esa situación?
Es imposible saberlo. Solamente se puede imaginar.
Se puede creer que uno es lo suficientemente fuerte de espíritu e íntegro de moral como para tolerar una vida solitaria y aislada, y no sucumbir ante la tentación de abrir la cápsula ajena. En ese caso el personaje de Chris Pratt resultará despreciable.
Se puede asumir que, tal vez, en esas circunstancias extremas, uno no sería capaz de resistirlo, y así identificarse hasta cierto punto con el personaje, incluso en esa bajeza humana.
De uno u otro modo, el conflicto de la película es poderoso y complejo, y ese es un verdadero acierto.
La película no es amoral. No ignora el trasfondo de este dilema, sino que, al contrario, es la esencia misma de la historia. Una historia de amor ciertamente poco convencional y perturbadora, pero es exactamente lo que se proponía el guionista Jon Spaihts (el mismo de Prometheus y Doctor Strange).
No es la historia la que tiene una falla, ya que la complejidad moral de esta decisión y sus consecuencias son el núcleo mismo de lo que se quiere narrar (aunque luego la resolución sí puede ser decepcionante). (F)
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