Imaginémonos el almacén que aparece al final de En Busca del Arca Perdida, la primera película de Indiana Jones. Todos sabemos que allí es donde el gobierno esconde objetos tan singulares como la espada Excalibur o naves espaciales alienígenas. Pues bien, algo así es el Área 52. O sea, un lugar en el que todas las piezas que el mundo considera pura imaginación o leyenda se cubren de polvo y pasan al reino del olvido. Además, el Área 52 está localizada en una zona tan remota como la Antártida, por lo que un destino como éste no es, precisamente, moco de pavo para los militares ahí encerrados, que pueden aburrirse hasta la saciedad.
Eso, claro, hasta que algo falla...
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