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domingo, 12 de febrero de 2023

Canciones que me gustan: Seminare

Seminare fue escrita por Charly García y publicada como sencillo de Serú Girán en 1978 por Sazam Records. Es considerada una de las mejores canciones del rock argentino.

Además, estuvo interpretada en la mayoría de los recitales de la banda y también apareció en los discos en vivo No llores por mí Argentina, de 1982; y Yo no quiero volverme tan loco, de 2000.



Seminare es el sexto tema del álbum Serú Girán, de la banda Serú Girán. El tema fue compuesto por Charly García y es cantado por David Lebón. En 1978 fue elegida como la mejor canción del año.
El mensaje puede ser no dejarse engañar por las apariencias. La frase que resiste el paso del tiempo es "Esas motos que van a mil solo el viento te harán sentir, nada más".

Seminare

Quiero ver, quiero entrar
Nena nadie te va a hacer mal
Excepto amarte
Vas aquí, vas allá
Pero nunca te encontrarás
Al escaparte

No hay fuerza alrededor
No hay pociones para el amor
Dónde estás?
Dónde voy?
Porque estamos en la calle de la sensación
Muy lejos del sol que quema de amor

Te doy pan, quieres sal
Nena nunca te voy a dar
Lo que me pides
Te doy Dios, quieres más
Es que nunca comprenderás
A un pobre pibe

Esas motos que van a mil
Sólo el viento te harán sentir
Nada más, nada más
Si pudieras olvidar tu mente
Frente a mi, sé que tu corazón
Diría que sí

No hay fuerza alrededor
No hay pociones para el amor
Dónde estás?
Dónde voy?
Porque estamos en la calle de la sensación
Muy lejos del sol que quema de amor






Marina

El canal de YouTube RarezasSNM publicó una grabación inédita de la canción Marina, de fines de la década del '60, interpretada por Sui Generis. Se trata de un tema que no salió a la luz y luego derivó en la famosa Seminare, de Serú Girán.

Este fragmento de 38 segundos de Marina corresponde al primer repertorio de Sui Generis, cuando la banda aún no se había constituido en dúo. La grabación pertenece a Daniel Bernareggi, quien afirmó haber sido el bajista en ese registro.

Pese a la escasa fidelidad y a la brevedad del fragmento, se puede detectar en Marina el germen melódico del estribillo de Seminare ("Porque estamos en la calle…" o "Si pudieras olvidar tu mente…").

"La melodía de Seminare la compuse cuando tenía 17 años más o menos, cuando mi grupo To Walk Spanish acababa de cambiar su nombre por Sui Generis. Entonces se llamaba Marina", recordó Charly García en una oportunidad.

Y agregó: "El producto final es la suma de la melodía de Marina cambiada de tiempo y la parte instrumental está sacada de otro tema cuyo nombre no recuerdo".

El primer nombre que tuvo la canción, con la melodía de una ópera que García compuso en la secundaria, fue La calle de la sensación.

Sin embargo, al igual a lo que ocurrió con Eiti-Leda -que se llamaba Nena-, se la nombró Seminare para adaptarse al lenguaje inventado por García y David Lebón cuando tuvieron una fugaz residencia en Buzios, Brasil.

Nos vemos el próximo domingo con otra canción que me gusta



sábado, 11 de febrero de 2023

Canciones que me gustan: Diamantes y óxido

No sé porqué misterio algunos artistas están predestinados a una sola gran creación. Algo que es muy superior al resto de su obra. Eso percibo con esta bella canción. No quiero ser injusto con su autora, pero es aquí donde se reúnen todas las condiciones que permiten que una canción sea un poema y un poema una canción. Todo contenido con una melodía que hace que tres minutos con 53 sean perfectos.


La música arranca con unas notas melancólicas de guitarra, a las que se les unen de forma suave el órgano Hammond, el piano, el bajo y la percusión para que sobre ellos navegue la voz cantarina y de perfecta dicción de la cantante. (Fuente)








"Diamonds & Rust" es una canción de la cantante estadounidense Joan Báez, publicado como pista número uno del álbum homónimo del año 1975. En algunas entrevistas ha mencionado que su letra trata sobre un amante que la llama después de varios años del final de la relación, en donde ella explica que la vivió entre diamantes y óxido, metáfora que alude a los altos y bajos de mencionada relación.
Tras años de especulación sobre el relato del tema, Báez en su libro And a voice to Sing With: A Memoir confirmó que trataba sobre su relación amorosa con Bob Dylan. En el mismo libro confirmó además que al principio le mintió a Dylan, diciéndole que hablaba sobre su exmarido David Harris.


Joan Baez y Bob Dylan

Hasta el día de hoy es reconocida como una de sus mejores composiciones y además ha sido versionada por otros artista. Dentro de las versiones que se han realizado la más conocida es la que grabó la banda de heavy metal Judas Priest para el disco Sin After Sin de 1977, del cual se extrajo como sencillo.
En una entrevista a Joan Báez se le consultó sobre esta versión y mencionó:
¡La amo!, estaba tan sorprendida cuando la escuché por primera vez que me dije esta es una maravilla. Es muy raro que la gente versione mis canciones, tal vez por un par de razones. Una de ellas es porque son muy personales, que no tienen la calidad universal de otros artistas. Pero siempre es halagador cuando alguien lo hace.


Facebook ama a Machete otra vez

Además, no estar bloqueado posibilita que ustedes puedan compartir información de este blog en su facebook.

Después de 3 años (o más) Facebook levantó la restricción de publicar información desde este blog en la red social. En este tiempo -y pese a la censura- el blog ha crecido en cantidad de información, en calidad de contenidos y en número de lectores.

¡Facebook, no te tengo miedo!


Hace unos años atrás ante las reiterados bloqueos de facebook por la denuncia de muchos artistas furiosos por mis críticas tuve el placer de "vengarme" suspendiendo a la popular red social. Desde luego que esta medida poco lo afecto. Igual fue divertido. 

Con fecha 25 de octubre de 2016, la información era más o menos así:


Considerando que la popular red social ha infringido mis normas sobre lo que considero ético y moral y me ha bloqueado reiteradamente fotos y reproducciones artísticas, he decidido no publicar durante una semana.
Las censuras que he recibido han sido por supuestos reclamos de usuarios que se han quejado porque al David, de Miguel Ángel se le ven mucho los testículos o porque la Maja Desnuda, de Goya, no está vestida y eso los ofende.
Por lo expuesto -y antes que me cierren la cuenta definitivamente- bloqueo a Facebook por 7 días y la privo de toda la información que subo día a día en esta dirección, mi página del buen arte.





Mira este divertido video de El David.


domingo, 5 de febrero de 2023

Canciones que me gustan: El anillo del capitán beto

  

De Haedo al Cielo. El anillo del capitán Beto -historia escrita por Luis Alberto Spinetta hace 40 años- es algo más que un peculiar relato de ciencia ficción. Rodeado de una atmósfera de nostalgia y cotidianidad, este clásico de la música popular argentina es una bella y triste canción.

Por Rubén Reveco, editor


Cadenciosa con acordes de tango que recuerda más la calidez del hogar perdido y lejano que, precisamente, una obra de ciencia ficción con sus ingredientes característicos.
Beto -de colectivero a amo entre los amos del aire- viaja recordando lo que dejó atrás y que en su trayecto hacia el “lugar que todos llaman Cielo”, no ha podido reencontrar.
En esta obra de arte la soledad de un viajero se describe de un modo tierno y patético a la vez. Está protegido de los peligros por su “extraño anillo”, pero nada lo protege de la tristeza.
El capitán Beto es un antihéroe. Un día abandona la calidez de su barrio porteño, de su hogar y de su “vieja” para ir tras una utopía: el Cielo. Y se ve enfrentado a la problemática de los  futuros viajeros: la soledad en los viajes estelares y la sensación de no volver a ver a los seres queridos.
El de Beto, sin embargo, es el viaje maravilloso de una persona en eterna contradicción. El “amo de los  aires” es un soñador que viaja a recorrer el mundo con su mochila y sin instrumentos de ninguna clase. A conocer el mundo de verdad, no el de ciudades cercanas, ni el de países exóticos. Beto recorre estrellas, galaxias, universos lejanos. Hasta llegar; en lo posible, al Cielo, meta que desde luego nunca alcanzará. Después de 15 años ya no puede más y quiere volver a su barrio, pero ya es tarde.
Hasta el momento ninguna obra de ciencia ficción (y se han escrito muchas) ha descrito de esta forma al hombre enfrentado a su destino. Y como lo dice el propio protagonista “si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará”.


Ilustración de Jesús Soria



                    El anillo del capitán Beto

                   Ahí va el capitán Beto por el espacio,
                   con su nave de fibra hecha en Haedo.
                   Ayer colectivero,
                   hoy amo entre los amos del aire.

                   Ya lleva quince años en su periplo;
                   su equipo es tan precario como su destino.
                   Sin embargo un anillo extraño
                   ahuyenta sus peligros en el cosmos.

                   Ahí va el capitán Beto por el espacio,
                   la foto de Carlitos sobre el comando
                   y un banderín de River Plate
                   y la triste estampita de un santo.

                   ¿Dónde está el lugar al que todos llaman cielo?
                   Si nadie viene hasta aquí
                   a cebarme unos amargos como en mi viejo umbral
                   ¿Por qué habré venido hasta aquí, si no puedo más de soledad?
                   Ya no puedo más de soledad.

                   Su anillo lo inmuniza contra el peligro,
                   pero no lo proteje de la tristeza.
                   Surcando la galaxia del Hombre,
                   ahí va el capitán Beto, el errante.

                   ¿Dónde habrá una ciudad en la que alguien silbe un tango?
                   ¿Dónde están, dónde están
                   los camiones de basura, mi vieja y el café?
                   Si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará,
                   ni una triste sombra quedará.

                   Ahí va el capitán Beto por el espacio,
                   regando los malvones de su cabina.
                   Sin brújula y sin radio,
                   jamás podrá volver a la Tierra.

                   Tardaron muchos años hasta encontrarlo.
                   El anillo de Beto llevaba inscripto signos del alma.



Aspectos técnicos

Con una lírica costumbrista y urbana, la canción refleja de manera única el ambiente porteño, con un aire de tango sobrevolando todo el tiempo. La música, a la vez, es extremadamente compleja, con mucha variación de acordes, progresiones extrañas de acordes repletos de disonancias, quiebres y cambios de ritmos y un sonido triste, que se extiende a todo el disco.
Una canción que significó todo un hito dentro del rock argentino, que por obras como esta empezó a ganarse un respeto y una difusión que le eran negados hasta entonces. Cierra una discusión sobre el carácter extranjerizante que muchos detractores le adjudicaban al rock hecho en Argentina.


Historieta de Rolando Rojo en su episodio sobre "Los anillos del Capitan Beto" de Invisible publicada en el Nº 18, de Expreso Imaginario. Enero de 1978.


El anillo del capitán Beto



VER TAMBIÉN

Nos vemos el próximo domingo con otra canción que me gusta



Arte por Hiroshima


Se ha escrito, dibujado, filmado o pintado mucho sobre la tragedia de Hiroshima. En esta oportunidad -cuando hoy se cumplen 76 años de la primera explosión de una bomba atómica sobre un centro urbano (6 de agosto de 1945)- hemos querido recordar dos obras sobre este tema: "Poemas radioactivos" de Oscar Hahn, con ilustraciones de Gabriela Cánovas y un cómic de Keiji Nakazawa.



Oscar Hahn

Óscar Hahn nació en 1938. Es un poeta, crítico y ensayista chileno. Su obra -original y provocativa- destaca por el uso de materiales intertextuales y el diálogo permanente con autores y obras de la literatura universal.

En una entrevista de 2014 le preguntaron: 

Hay textos tuyos con una visión apocalíptica ligada a la radioactividad, lo nuclear, los incendios devastadores, reactualizada estos meses últimos por las fallas en reactores nucleares en Japón…

—Tuve conciencia del peligro nuclear muy joven; a los 7 años escuché que habían tirado bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, eso me marcó para siempre. De hecho el primer poema que publiqué, “Reencarnación de los carniceros”, ya enfrentaba el tema en 1955. Después apareció el libro Imágenes nucleares y hace poco otro, Poemas radiactivos. Ya ves, esta preocupación es antigua en mí. Por cierto estoy en contra del uso de la energía nuclear con fines bélicos, pero también con fines pacíficos. Desgraciadamente los hechos de Fukushima muestran que el peligro de la radiactividad no es un simple tema literario.

Poemas Radiactivos -según la editorial Cuarto Propio- es una inquietante alerta para la humanidad sobre el destino de nuestro planeta. A través de la conjugación de textos del poeta chileno Oscar Hahn que se despliegan en los coloridos y atormentados trazos de la artista Gabriela Cánovas.

Gabriela Cánovas

"Poemas radiactivos" fue ilustrado por la pintora y grabadora chilena Gabriela Cánovas. La artista y Oscar Hahn eligieron poemas de su libro Imágenes nucleares y  otros textos que no habían sido publicados. Según la artista, "texto e imágenes entablan en estas páginas un intenso diálogo de palabras, texturas y colores".

Portada del libro Poemas Radiactivos.


"Resulta paradojal -expresa Hahn- que la ciencia, cuya misión es aliviar los males de los seres humanos y proporcionarnos una vida mejor, sea también la que puede empujarnos a la destrucción total y a la lenta agonía radiactiva que ella misma será incapaz de remediar".



VISIÓN DE HIROSHIMA

Arrojó sobre la triple ciudad un proyectil
único, cargado con la potencia del universo.
Mamsala Purva
Texto sánscrito milenario

Ojo con el ojo numeroso de la bomba
que se desata bajo el hongo vivo.
Con el fulgor del hombre no vidente, ojo y ojo.

Los ancianos huían decapitados por el fuego,
encallaban los ángeles en cuernos sulfúricos
decapitados por el fuego,
se varaban las vírgenes de aureola radiactiva
decapitadas por el fuego.
Todos los niños emigraban decapitados por el cielo.
No el ojo manco, no la piel tullida, no sangre
sobre la calle derretida vimos:
los amantes sorprendidos en la cópula,
petrificados por el magnesium del infierno,
los amantes inmóviles en la vía pública,
y la mujer de Lot
convertida en columna de uranio.

El hospital caliente se va por los desagües,
se va por las letrinas tu corazón helado,
se van a gatas por debajo de las camas,
se van a gatas verdes e incendiadas
que maúllan cenizas.
La vibración de las aguas hace blanquear al cuervo
y ya no puedes olvidar esa piel adherida a los muros
porque derrumbamiento beberás, leche en escombros.
Vimos las cúpulas fosforecer, los ríos
anaranjados pastar, los puentes preñados
parir en medio del silencio.
El color estridente desgarraba
el corazón de sus propios objetos:
el rojo sangre, el rosado leucemia,
el lacre llaga, enloquecidos por la fisión.

El aceite nos arrancaba los dedos de los pies,
las sillas golpeaban las ventanas
flotando en marejadas de ojos,
los edificios licuados se veían chorrear
por troncos de árboles sin cabeza,
y entre las vías lácteas y las cáscaras,
soles o cerdos luminosos
chapotear en las charcas celestes.

Por los peldaños radiactivos suben los pasos,
suben los peces quebrados por el aire fúnebre.
¿Y qué haremos con tanta ceniza?





El manga de Nakazawa se reedita coincidiendo con el 70 aniversario del bombardeo. Narra la tragedia de Hiroshima y está considerado uno de los mejores cómics de la historia.

Pies descalzos: por qué no debemos olvidar Hiroshima

Keiji Nakazawa.

El 6 de agosto de 1945, el tristemente célebre avión Enola Gay, lanzó una bomba de uranio (Little Boy) sobre Hiroshima (Japón), destruyendo la ciudad y causando más de 120.000 muertes y 360.000 heridos, muchos de los cuales sufrieron mutaciones genéticas debido a la radiación a la que estuvieron expuestos.

Aún así Japón no se rindió, y tres días después, el 9 de agosto, los americanos lanzaron una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. 75.000 de los 240.000 habitantes de Nagasaki murieron instantáneamente y se calcula que la cifra total de muertos sería de unos 140.000. Japón se rindió seis días después.

A falta de unos días para que se celebre el 70 aniversario de esas tragedias, la editorial DeBolsillo recupera en cuatro tomos Pies descalzos, el cómic en el que Keiji Nakazawa (1939-2012) relata su propia experiencia. Él era apenas un niño de seis años que vivía en Nagasaki cuando la bomba acabó con toda su familia menos el y su madre.

Un cómic imprescindible que el gran Robert Crumb califica como: "Uno de los mejores cómics de todos los tiempos".

La tragedia de un niño de seis años

A la muerte de su madre, en 1966, Nakazawa decidió plasmar en sus historias la destrucción y el caos posterior. Alcanzado por la lluvia negra (Kuroi Ame ni Utarete) fue el primero de los cinco mangas que realizó sobre este tema. Pero la más conocida de estas obras es Pies descalzos. Una historia de Hiroshima, protagonizada por un niño que sobre vive al ataque.

Una obra, de casi tres mil páginas, que está considerada una de las obras maestras del cómic mundial y que DeBolsillo recupera en cuatro tomos, empezando por un primer volumen, de más de 700 páginas, en el que sumerge al lector en la vida de Gen, álter ego del propio Kakazawa, un superviviente de la bomba atómica que narra cómo con seis años comprende que su mundo se ha convertido en un infierno.

Así, el cómic se convierte en un testimonio del sufrimiento de los que, como él, lo perdieron casi todo, aunque en esta historia Gen ofrece la mirada de la esperanza del que luchará por un mundo mejor. Por que, ante todo, este manga es un canto a la vida y un recordatorio de los horrores que el ser humano es capaz de provocar.


Páginas de 'Pies descalzos'

La gente arrastrando su propia piel derretida

Lo primero que sorprende de Pies descalzos es que la familia del protagonista es antibelicista y muy crítica con los militares que mandaban a la muerte a adolescentes de 16 o 17 años sin despeinarse. Eso provoca que sus vecinos se dediquen a hacerles la vida imposible e incluso a humillarlos y torturarlos. De esta forma Nakazawa retrata el fanatismo de una sociedad que todavía creía que su emperador era un dios y que Japón era invencible.

También narra las penurias para conseguir un plato de arroz con el que sobrevivir en una ciudad que destinaba sus escasos recursos a los militares y dejaba morir de hambre a la población civil.

Y describe con todo detalle los efectos de la explosión de la bomba atómica. Art Spiegelman (Maus) lo cuenta así en el prólogo: “Nunca olvidaré a la gente arrastrando su propia piel derretida mientras atraviesa las ruinas de Hiroshima, el caballo presa del pánico galopando a través de al ciudad, o los gusanos saliendo de la cara destrozada de una niña. Pies descalzos aborda el trauma de la bomba atómica sin concesiones”. Por cierto que muchos comparan Pies descalzos con Maus, por su retrato de los horrores de la guerra y de la crueldad de ser humano.

Una temática que contrasta con los dibujos, derivados de la tradición japonesa y de la escuela de Osamu Tezuka (Astroboy), que recuerdan a Disney, lo que hace que el contraste con lo que se cuenta sea brutal. Pero es un estilo muy sencillo y eficaz para contar una historia tan terrible.

El Enola Gay, que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima.


Un narrador extraordinario

Y es que Nakazawa es un narrador extraordinario que nos cuenta con todo detalle cómo era la vida de los civiles en la ciudad de Hiroshima, cómo se ganaban la vida, su cultura, sus creencias religiosas o el odio que existía hacia los extranjeros.

También nos habla de los kamikazes (el hijo mayor de la familia protagonista se alista en el ejército y solo se da cuenta de su error cuando le mandan a una de estas unidades). Se calcula que en la Segunda Guerra Mundial murieron unos cinco mil Kamikazes estrellando sus aviones contra objetivos americanos. Si en una guerra las vidas no valen nada, los oficiales japoneses las despreciaron sin miramientos.

Por cierto que Kamikaze significa Viento Divino y originariamente fue el nombre que los japoneses dieron a los tifones que en 1273 y 1279 salvaron al Japón, dispersando la flota de invasión de Kublai Khan.



En el manga también somos testigos de cómo la población civil, mujeres y niños incluidos, se suicidaba antes que afrontar la derrota, en una sociedad obsesionada con el honor.

Tras este lanzamiento, DeBolsillo tiene previsto publicar el segundo tomo en septiembre, el tercero en noviembre y finalizar la entrega en febrero de 2016 con la publicación de la cuarta entrega. Cuatro tomos que recogen esta historia que el autor compuso en diez volúmenes.

70 años después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki todos (menos los japoneses) parecemos haber olvidado lo que puede hacer una bomba atómica. Por eso este Pies descalzos es una lectura imprescindible que debería ser obligatoria en los colegios.


Artículo publicado en 2015 por rtve