"Aunque soy un pobre diablo casi siempre digo la verdad" creo que no hay inicio de canción más desgarradora. Es una especie de sincericidio que desde siempre me impactó. Me encanta la gente sincera y que reconoce todos sus fracasos en la vida. Somos tan falsos que perdemos toda una vida esforzamos en parecer exitosos.
Encontré en un blog este texto a propósito de esta canción. Me resultó interesante y lo reproduzco:
"En la primera estrofa de esta canción, Víctor Manuel, se define como “un pobre diablo”, que casi siempre dice la verdad (así me siento yo, no sé si ustedes también). Después dice una frase, que más de alguno de nosotros ha pensado alguna vez: “Cómo fuego abrasador, siempre quise ser el que no soy”. ¿Hay algo más difícil y a la vez común que asumir la vida (con sus aciertos y errores) y preguntarse el famoso qué hubiera sido si….? Todos quisiéramos cambiar alguna decisión errada.
Pero también, somos el producto de todo eso que hicimos, asumirlo y tenemos que adaptarnos a un mundo competitivo donde “es difícil buscar la paz”, porque en general, el lema de nuestra sociedad es “convivir venciendo a los demás” . Y el mundo en que vivimos, “es un buen proyecto para el mal". Les cuento que esta canción fue escrita hace 38 (40) años, y, por lo visto, las cosas no han cambiado mucho.
Tras esos versos desalentadores (y tristemente verdaderos y actuales), viene uno de los coros y dedicatorias más hermosas que he escuchado. Quizás para mi es más bella aún, porque me identifica totalmente, y pienso en quién me hace escribir, que me ha convertido en un corazón tendido al sol, y me ha hecho mostrarme tal cual soy: mi hijo:
“Dejó sangre en el papel/ y todo lo que escribo al día siguiente rompería/ si no fuera porque creo en ti. Y a pesar de todo/ tú me haces vivir/ me haces escribir dejando el rastro de mi alma en cada verso es/un jirón de piel/ Soy un corazón tendido al sol.
Sé dos o tres cosas nada más
La amistad, tal como lo he mencionado en algunos de las entradas de este blog, para mi es uno de los sentimientos más bellos y fuertes que podemos sentir en la vida. Quizás porque estas relaciones surgen por elección y su base son la lealtad , el respeto y el cariño.
En la segunda parte Víctor Manuel plantea esto, diciendo que sabe dos o tres cosas, nada más: la primera “sé con quién no debo andar”; la segunda, “también sé guardar fidelidad”; y la tercera, que sabe quienes son amigos de verdad: "nunca piden nada y siempre dan”.
Esas tres premisas tan simples, pero tan ciertas y sanas, sólo se aprenden después de años de vivir, de experimentar alegrías y decepciones. Quizás equivocarse y dar malos pasos o cometer errores, es la mejor forma de conocerse, aceptarse de aprender. Y no es tan malo, después de todo. (F)
Soy un corazón tendido al sol
Aunque soy un pobre diablo
casi siempre digo la verdad
como fuego abrasador
siempre quise ser el que no soy
no transcurre el tiempo junto a ti
no existe el reloj
no tiene sentido entre tú y yo.
Aunque soy un pobre diablo
se despierta el día y echo a andar
invencible de moral
que difícil es buscar la paz
convivir venciendo a los demás
nuestra sociedad
es un gran proyecto para el mal.
Dejo sangre en el papel
y todo lo que escribo al día siguiente rompería
si no fuera porque creo en ti
a pesar de todo tú me haces vivir
me haces escribir dejando el rastro de mi alma
y cada verso es un girón de piel
soy un corazón tendido al sol.
Aunque soy un pobre diablo
sé dos o tres cosas nada más
sé con quién no debo andar
también se guardar fidelidad
sé quien son amigos de verdad
sé bien donde están
nunca piden nada y siempre dan.
Dejo sangre en el papel
y todo lo que escribo al día siguiente rompería
si no fuera porque creo en tí
a pesar de todo tú me haces vivir
me haces escribir dejando el rastro de mi alma
y cada verso es un girón de piel
soy un corazón tendido al sol.
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