En las décadas de 1970 y 1980 Moebius revolucionó el mundo del cómic. Sus historias de ciencia ficción surrealista y sus carismáticos personajes han infl uido a generaciones enteras de nuevos creadores. Métal Hurlant, la mítica revista francesa de la que fue también fundador, fue la plataforma de difusión de esta nueva forma de entender el noveno arte. Su influencia llegó hasta Estados Unidos, donde el trabajo de Moebius se publicó en color.
La tercera entrega de la colección Métal Hurlant de Moebius, titulada La Ciudadela Ciega, vuelve a recopilar algunas de las historias cortas de este destacado autor publicadas originalmente entre los años setenta y ochenta en esta famosa e influyente revista francesa de ciencia ficción. En este caso, como su mismo responsable comenta en la introducción de la presente edición de Norma Editorial, los relatos que aquí encontraremos están más ligados al género fantástico que a la ciencia ficción como sí era el caso de las historias que conformaban The Long Tomorrow y El Hombre de Ciguri. Las gran dosis de improvisación de Moebius se palpan mejor que nunca en este recopilatorio, algunas historias de este están planteadas bajo el método escritura automática de los surrealistas, apelando nuestro gusto por lo onírico y como reflejo de la propia exploración del mundo interior y el genio de su autor. Este reconoce que la mayoría de estas propuestas y encargos «nacieron de la casualidad” siendo deudoras de su espíritu experimental y su inconformismo gráfico. Esta ha sido una las señas de identidad de Moebius a lo largo de su carrera y le han llevado a interpretar hasta el más pequeño e insignificante relato según las necesidades y requerimientos de este como pocos autores han demostrado ser capaces de hacer. Ese Moebius maestro del anticlímax, un autor capaz de manejar mecanismos muy sencillos y simples en los que resulta extraordinariamente fácil perderse. (Seguir leyendo)
Los dibujos son magistrales. Justifican el renombre de Moesbius, son muestra de su talento.
ResponderEliminarLos guiones son otra cosa. Hay algunos que son una decepción por no llevar a ninguna parte. Como el de la reina fugitiva, cuya historia queda trunca, con un personaje que pide al lector que se olvide de la reina.
El del caballero que llega a ese extraño castillo no tiene sentido. El elfo podría haberle advertido. No lo hace y lo deja abandonado a su suerte.
Tenía alguna expectativa con la historieta de la ninfa. Pero es masacrada en una forma tonta, junto con el otro personaje, que no aportaba demasiado a la historia. Ese personaje podría haber muerto de esa forma violenta. Y con la ninfa haciendo un comentario despectivo, una actitud de una inmortal hacia alguien que no lo era. Habría tenido más sentido.