El 8 de noviembre de 1557, en Chile, las tropas del gobernador García Hurtado de Mendoza se enfrentan por primera vez contra los araucanos del cacique Turcupichun en la batalla de Lagunillas.
Este encuentro bélico se realizó en Lagunillas, cuando 600 soldados españoles al mando de García Hurtado de Mendoza se aprontaban a acampar en este lugar caracterizado por ser pantanoso. El tener cubierto los flancos con accidentes naturales era una efectiva defensa natural, ante cualquier ataque indígena. De pronto aparecieron los araucanos en grandes cantidades al mando del toqui Galvarino, gritando ¡aina!, ¡aina! (mapudungún: ¡rápido!,¡rápido!) iniciando un arrollador ataque, que en un primer momento les fue favorable dada la confusión del ataque y la extrema violencia del combate. Particular valentía demostró el toqui Rengo que a mazazos derribaba españoles y yanaconas. Su ímpetu lo llevó a adelantarse demasiado y cuando los hispanos se recuperaron, lo arrinconaron haciéndole retroceder y meterse en el pantano, donde el barro le llegaba a la cintura, seguía luchando con gran bravura y mal herido, salvó de morir gracias a la oportuna llegada de sus hombres a socorrerlo. La arremetida tuvo tal estruendo entre mazos, lanzas y espadas, que don Alonso de Ercilla que se encontraba combatiendo, lo describió más tarde en la Araucana:
"Jamás los alemanes combatieron así de firme a firme y frente a frente. Ni mano a mano dando y recibiendo golpes sin descanzare manteniente. Un bando dando y otro que vinieron a estar así en el cieno estrechamente. Que echar un paso atrás no podían y dando a prisa a prisa recibían".
Alonso de Ercilla, La Araucana (W)
No hay comentarios:
Publicar un comentario