Sin duda Ernest Hemingway es todo un personaje. Este autor norteamericano, autor de obras como “El viejo y el mar” y “¿Por quién doblan las campanas?”, poseía una personalidad atrayente, un agudo intelecto y cierto pesimismo propio de la época en que le tocó vivir.
“Hemingway: Muerte de un leopardo” es un relato biográfico que mezcla historia y ficción, enfocándose en el aspecto más humano del laureado escritor.
El guionista Jean Dufaux escogió situar la acción en Cuba de los años 50, luego del triunfo de la revolución que erigió a Fidel como gobernante y es en medio de este paisaje exuberante y convulsionado donde el escritor analiza imágenes y culpas de su pasado, sacando cuentas no muy alegres que dan paso a reflexiones depresivas y existencialistas.
Mirar hacia a atrás y percatarse del efecto que tienen nuestras decisiones en quienes nos rodean puede resultar un ejercicio aterrador, ingrato e incluso algo distante a veces.
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