1) «Las señoritas de Avigñon», pintada por Pablo Picasso, entre 1906 y 1907. En las dos figuras de la derecha se nota ya un primer intento de lo que sería el cubismo.
Por Rubén Reveco - Editor revista Machete
2) «Mujer que llora», otra de Pablo Picasso. El dolor y angustia del llanto llevado al extremo de la deformación.
Está de más aclarar que las obras expuestas no son feas porque el artista no supiera pintar o dibujar. Lo deliberadamente feo da tanto o más trabajo que lo deliberadamente hermoso, pero lo feo, parece ser mejor para desarrollar ciertos conceptos y estados de ánimo.
Durante las nuevas manifestaciones artísticas, surgieron distintas expresiones que desafiaron las normas tradicionales de belleza. Muchas obras, caracterizadas por su estética fea y grotesca, lograron captar la atención de los espectadores y generar un impacto adicional. Este enfoque en lo feo y lo grotesco permitió a los artistas explorar nuevas formas de expresión y desafiar las expectativas del público. Aunque estas obras pueden resultar perturbadoras para algunos, su capacidad para provocar una reacción emocional intensa demuestra su poder y relevancia en el mundo del arte contemporáneo.
4) «Acuarela», pintada por Wassily Kandinsky, 1910. Considerada como la primera pintura abstracta de la historia del arte.
Es fácil caer en la tentación de crear una pintura de formas agradables. Hay tantos motivos para ello: paisajes y rostros hermosos, temas religiosos e históricos, composiciones armoniosas y de colores alegres...
En el arte, representar la fealdad es un desafío que requiere valentía y renuncia a la adulación. En la primera mitad del siglo XX, los artistas que se aventuraban en este terreno debían estar preparados para el rechazo y la burla. ¿Por qué sucedía esto? ¿Acaso la fealdad no es también parte de la vida, al igual que la belleza? Lo feo puede tener un valor estético y ser una obra de arte legítima.
7) «Tríptico de Santa María Egipcíaca», pintada por Emil Nolde. Más que un tema religioso, parece una fiesta dionisiaca.
En definitiva, la fealdad en el arte es un desafío que pone a prueba los límites de la percepción estética y nos invita a reflexionar sobre la diversidad de formas y expresiones que pueden ser consideradas arte.
La primera no es tan fea. Tal vez porque es un cubismo que apenas empieza. Si lo son las demás.
ResponderEliminarMe gusta lo dionisico. O me gustaría de no ser por lo desastroso de la anatomía.