"El escultor", de Themo Lobos.
Hasta hoy, "horrible" era una palabra vedada en el mundo del arte. Es necesario reivindicarla sin complejos ni miedos de ningún tipo.
Por Rubén Reveco, editor
Te puede gustar o no gustar una obra de arte, pero el "no me gusta" siempre lo debes minimizar; ser amable con el artista y decir "no entiendo". Es preferible pasar por ignorante que por mal educado. Pero como de la mala educación a la ignorancia hay sólo un paso, después de decir "no entiendo", debes agregar: "No sé lo que quiso decir el artista". De esa forma ponemos al artista en un nivel superior al nuestro; un ser que maneja ideas, formas y conceptos que no están a nuestro alcance de comprensión.
No es lo mismo feo que mediocre
Hablando en serio, está claro que el artista de hoy no es el artista de ayer. Durante todo el siglo XX, y lo que llevamos del XXI, lo feo ha reinado en el mundo de las artes plásticas y lo aceptamos como un valor estético, ya que para hacer algo feo también se requiere de talento. Pero no hay que dejarse confundir: lo feo es un valor estético y la mediocridad es una falencia manifiesta de algunos que quieren posar de artista. En este último caso no debemos tener ningún miedo para decir al producto del mediocre "eso es horrible y no quiero que me explique nada".
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