Mesopotamia es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles contiguas a la franja entre ambos ríos, y que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la zona limítrofe del norte-este de Siria.
El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua que se dividía en Asiria (al norte) y Babilonia (al sur). Babilonia (también conocida como Caldea), a su vez, se dividía en Acadia (parte alta) y Caldea (parte baja). Sus gobernantes eran llamados patesi.
En la revista Mampato se publicó una extensa serie llamada Historia del Hombre donde se recorría la historia de la humanidad desde la prehistoria hasta la Segunda Guerra Mundial. Tras esta iniciativa se encontraba el director de la revista Eduardo Armstrong, quien encargó la redacción de los textos a la periodista Erna Borneck. El primer capítulo de la serie apareció en marzo de 1969 (Mampato Nº12), prolongándose hasta abril de 1972 (Mampato Nº119).
La serie fue recopilada – y ampliada con nuevos capítulos – en cuatro tomos que se publicaron entre los años 1974 – 1975 y que han tenido múltiples reimpresiones.
Los sumerios, la primera y más antigua civilización del mundo
Gran parte de la población jamás habrá oído hablar de ellos. Sin embargo, los sumerios ocupan un lugar privilegiado en nuestra memoria. Según los expertos en la materia, estamos ante la civilización más arcaica del mundo y la primera en ser considerada como tal. Como su propio nombre indica, estos habitaban en Sumeria, una región histórica de Oriente Medio que pertenecía a la antigua Mesopotamia. Más concretamente, se situaba entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. No obstante, su auténtico origen es todavía un misterio. La hipótesis más llamativa relaciona el término “sumerio” con la zona conocida como Kengi (ki), que equivale al acadio mat Sumeri, cuyo significado es “tierra de Súmer”.
El pueblo de los cabezas negras
Los sumerios, conocidos popularmente como el pueblo de los cabezas negras, apelativo que ellos mismos se autoimpusieron, aportaron multitud de avances de suma importancia para la sociedad actual. Quizás el más relevante de todos fue la invención de la rueda, en torno al año 3.500 a.C., así como el desarrollo de los primeros vestigios de la escritura moderna. Las leyes escritas, el sistema sexagesimal, el comienzo de la medicina o el asentamiento de las primeras ciudades son algunos de sus logros más significativos.
Los sumerios utilizaban los jeroglíficos antes incluso que los egipcios
A pesar de la herencia que todavía conservamos de los sumerios, existe un aspecto de la civilización que ha sucumbido al paso del tiempo: su lengua. Esta no cuenta con ninguna representación en el idioma presente. Sabemos por los historiadores que se trataba de un lenguaje de tipo aglutinante. Es decir, las palabras que componen su diccionario están formadas por una raíz que expresa un concepto determinado y una partícula anexa que le da significado.
Administración de las ciudades estado
A partir del 4º milenio a.C, Sumeria se dividió en un conjunto de ciudades estado independientes, que ejercían como grandes núcleos mercantiles en la zona. Cada uno de estos asentamientos rendía tributo a un dios en particular y estaba gobernado por un patesi, representante de la deidad en la tierra, o un rey convencional. Los primeros no solo actuaban como gobernantes y administradores del reino, sino también como sacerdotes y jefes militares. Cuyo poder estaba franqueado por la aristocracia del momento.
La ciudad en su totalidad constituía un gran templo, construidas como centros de culto. Eridu, Bad-tibira, Larsa, Sippar y Shuruppak son las primeras urbes relacionadas con dicha civilización. Todas ellas permanecen todavía en pie, como pueblos reconstruidos o yacimientos arqueológicos.
ADEMÁS:
Versión original en la revista Mampato N° 16 (1969)
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