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martes, 17 de junio de 2025

Prehistoria cómics (Todo lo publicado en este blog -1)



En tandas de 10, para no agobiarlos, iremos entregando -día a día- todo lo que hemos publicado de esta etapa fascinante de nuestra existencia. Algunas publicaciones serán de tipo científico y otras con un componente de ficción y fantasía. Pero todas, sin dudas, muy interesantes y entretenidas.


La Prehistoria, un período extenso y fundamental en la historia de la humanidad, que abarca desde la aparición de los primeros homínidos hasta la invención de la escritura, representa un desafío intrínseco para la representación artística. El arte prehistórico en sí mismo, plasmado en pinturas rupestres, esculturas y grabados, constituye una ventana invaluable hacia las creencias, costumbres y la vida cotidiana de nuestros antepasados. No obstante, la recreación de este período en las formas de arte narrativo contemporáneo, como el cómic, la literatura y el cine, resulta sorprendentemente escasa, generando un vacío que merece ser explorado.
Imaginar la vida de aquellos primeros hombres y mujeres que habitaron la Tierra hace 20.000 años exige un esfuerzo considerable de reconstrucción intelectual. Las condiciones climáticas extremas, la lucha constante por la supervivencia, la dependencia absoluta de la naturaleza y el desarrollo incipiente de la cultura son elementos que configuran un escenario radicalmente diferente al actual. El arte prehistórico, como las pinturas de la cueva de Altamira o Lascaux, nos ofrece atisbos de su mundo, mostrando animales majestuosos, escenas de caza y símbolos abstractos cuyo significado aún intentamos descifrar. Estas representaciones, cargadas de simbolismo y misterio, nos invitan a reflexionar sobre la capacidad creativa y la necesidad de expresión que ya existían en el ser humano primitivo.
La relativa ausencia de la Prehistoria en el cómic y la literatura puede atribuirse, en parte, a la dificultad inherente a la narración de historias ambientadas en un período del que se conservan pocos registros escritos. La recreación de diálogos, pensamientos y motivaciones de personajes prehistóricos requiere una extrapolación considerable, basada en la evidencia arqueológica y antropológica disponible. El riesgo de caer en anacronismos o estereotipos es alto, lo que puede desalentar a algunos creadores. Sin embargo, precisamente esta libertad creativa puede ser una oportunidad para explorar aspectos fundamentales de la condición humana, como la adaptación, la cooperación, la curiosidad y la búsqueda de sentido.
En el ámbito cinematográfico, la Prehistoria ha sido abordada en contadas ocasiones, a menudo con resultados que oscilan entre la simplificación excesiva y la fantasía desmesurada. Películas como "En busca del fuego" (1981) de Jean-Jacques Annaud, se han destacado por su intento de recrear la vida de los primeros homínidos de manera realista, prestando atención a detalles como el lenguaje corporal, la tecnología rudimentaria y las relaciones sociales. Sin embargo, estas representaciones suelen estar impregnadas de interpretaciones modernas, lo que inevitablemente introduce un sesgo en la percepción del espectador.
La escasez de representaciones de la Prehistoria en el arte narrativo moderno es, en última instancia, una pérdida para nuestra comprensión del pasado y, por ende, de nuestro presente. La exploración de este período a través del cómic, la literatura y el cine podría generar un mayor interés en la arqueología, la antropología y la historia de la humanidad. Además, podría ofrecer nuevas perspectivas sobre los desafíos y las oportunidades que enfrenta nuestra especie en el siglo XXI, al recordarnos nuestros orígenes y la fragilidad de nuestra existencia. Fomentar la creación de obras que aborden la Prehistoria con rigor, sensibilidad y creatividad es, por tanto, una tarea fundamental para enriquecer nuestro patrimonio cultural y promover una reflexión más profunda sobre nuestro lugar en el mundo.




   PARTE 1   










10) "Neanderthal" ,de Frank Frazetta




La prehistoria (del latín præ-, «antes de», y de historia, «historia, investigación, noticia», este último un préstamo del griego ιστορία) es, según la definición tradicional, el período de tiempo transcurrido desde la aparición de los primeros homininos, antecesores del Homo sapiens, hasta que tenemos constancia de la existencia de documentos escritos,​ algo que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo hacia el 3 300 a. C., y posteriormente en el resto del planeta.​ No obstante, en su acepción clásica, se vincula con una prehistoria ligada a la historia natural. Según otros autores, la prehistoria terminaría en algunas regiones del mundo antes, con la aparición de las sociedades complejas que dieron lugar a los primeros estados y civilizaciones.
Según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de significado real en el sentido que fue entendido durante generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el «acontecer humano en el tiempo», todo es Historia existiendo el ser humano, y la prehistoria podría, forzadamente, solo entenderse como el estudio de la vida antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la llegada del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.
Por otra parte, hay quienes defienden una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues estos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquellos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.
En ese sentido, el fin de la prehistoria y el inicio de la historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad que provocaría una modificación sustancial del hábitat, su aglomeración en ciudades, una socialización avanzada, su jerarquización, la aparición de estructuras administrativas, de la moneda y el incremento de los intercambios comerciales de larga distancia. Así, no sería muy correcto estudiar dentro del ámbito de la prehistoria sociedades de carácter totalmente urbano como los incas y mexicas en América, el Imperio de Ghana y el Gran Zimbabue en África o los jeméres en el sudeste asiático, que solamente son identificados con este período por la ausencia de textos escritos que de ellos tenemos3​ (los mayas han entrado hace muy poco plenamente en la Historia al haberse descifrado sus glifos, que tienen valor fonético, por lo que forman un sistema completo de escritura).
Se considera un campo académico o especialidad muy ligada a la Arqueología, la Paleontología y la geología histórica. (W)





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