Magníficos trabajos de Apollonia, esta anónima artista que hoy ponemos a consideración de nuestros lectores. Pareciera que su anonimato instiga un poco más a la curiosidad, curiosidad que limita con el sano morbo.
El universo erótico de Apollonia Saintclair
Por Rafael Pérez
Quizá, una de las razones por las que el sexo sigue y seguirá lleno de tabúes sea la falta de información y la educación dogmática de tipo religioso que abunda en distintas sociedades, esa que trata los temas relacionados con la sexualidad con demasiada opacidad. “¿Es sucio el sexo?” se pregunta Woody Allen, sólo para responderse inmediatamente: “sólo si se hace bien”.
Apollonia Saintclair es una prolífica y misteriosa ilustradora quien decidió mantener su identidad al margen de sus ilustraciones con la intención de que sea la calidad de su trabajo el que haga que el público la reconozca. Al pretender el anonimato, su arte se vuelve autónomo y su temática provocativa se nutre de la imaginación de quien las mira.
Apollonia afirma que la tinta es su sangre, afirmación que queda patente en cada una de las ilustraciones con las que mantiene una presencia activa en cada una de su redes sociales, y es que la pasión que la artista siente por su trabajo queda patente en cada una de las líneas con las que, con pulso firme, recrea situaciones de un erotismo que oscila entre lo perverso y lo fantástico.
Su arte se asume como una auténtica declaración de principios, el más importante es jamás caer en la autocensura pese a que, en ocasiones, su trabajo ha sido atacado y prohibido.
La estética de su trabajo es limpia, y con trazos sencillos conduce al espectador a escenas de mayor complejidad que le hacen confrontar su propia naturaleza erótica y sus deseos reprimidos. Sus personajes, en su mayoría femeninos, hacen de la sexualidad una manifestación de su propia libertad, la que siempre debe comenzar en la mente.
El universo gráfico de Apollonia Saintclair se conduce por los sinuosos recovecos del deseo, es un universo en el que lo prohibido no existe y donde el placer es el único mantra existente.
Apollonia Saintclair es un nombre ficticio que mantiene en el anonimato a la ilustradora detrás de estas delicias ilustradas. "Dibujo para mí y para mi propio placer" dice ella, aunque claramente el placer es también para todos nosotros. El sexo esta en la mente de todos.
La misteriosa Apollonia defiende su privacidad como parte intrínseca de su trabajo, que no podría ser apreciado como se aprecia si tuviera detrás un rostro al cual juzgar por admitir públicamente sus fantasías sexuales. "Estoy convencida de que mis dibujos son mas importantes que yo. Si llegan al publico es debido a las emociones que llevan y no por cualquier información sobre el autor. El sexo en mi trabajo tiende a atraer a los admiradores que a menudo me confunden con mis diseños".
Amante del blanco y negro por su poderosa capacidad de abstracción, y 100% autodidacta, esta chica está en la constante búsqueda de la simplicidad. Su objetivo es llegar a comunicar una idea con pocas líneas y contrastes fuertes. Sin embargo, y cómo todo trabajo que deba ser evaluado subjetivamente, hay quienes lo consideran vulgar y hay quienes lo elogian por ser elegante, sutil, provocativo y femenino.
A mi personalmente me llega mucho, sobre todo por que la protagonista en todas sus obras es una mujer sensual y poderosa, sin censura. Tiene un papel activo en cual disfruta y disfruta y disfruta... y el espectador pasivo casi que la espía a través de una seudo viñeta.
Respecto a este uso frecuente de la figura femenina Saintclair dice: "La mujer es omnipresente en la historia del arte, pero con demasiada frecuencia se ha limitado a la dualidad Piedad/Puta. El hecho de que una mujer pueda sentir deseo -o que incluso tenga un alma- ha sido ignorado cuidadosamente. Sin desmerecer el deseo masculino, creo que las fantasías femeninas son eminentemente complejas y, por lo tanto, eminentemente interesantes de representar. Explorar la sexualidad es en última instancia, un viaje solitario, ya que el cerebro es la mayor zona erógena. Durante la evolución, la mujer ha desarrollado estrategias muy sofisticadas para lograr sus metas, y eso hace que el archipiélago de su deseo sea rico y extenso para explorar".
Dentro de las influencias más representativas para esta artista esta Moebius, Milo Manara, Enki Bilar, Alex Varenne, entre otros, todos de la escuela europea de dibujantes. Saitclair, ciudadana del Viejo Mundo (como ella le dice) considera a la sociedad europea más liberal y abierta respecto a los temas sexuales, de ahí que este más en sintonía con el trabajo de estos artistas que con aquellos que también trabajan temas eróticos en el Nuevo Mundo (Norte y Sur América, y Oceanía). También alimenta su obra leyendo, y sus escritores predilectos son Jorge Luis Borges, H.P Lovecraft, Gustave Flaubert y Henry Miller.
Su trabajo despegó inicialmente a través de su portafolio de Tumblr, y aunque tiene casi todas las redes sociales activas, Tumblr sigue siendo su favorita por la coalición de temáticas sin censura en un solo espacio digital, según ella es como un café que disfrutan en la misma mesa Mickey Mouse y Sasha Grey.
Ya para cerrar les dejo un aparte de una entrevista a la artista en el 2014: "Mis dibujos pueden verse violentos, son ambiguos respecto a quien tiene el control en la escena. La sexualidad no es una flor inocente, la sexualidad puede ser violenta incluso en el aspecto más genital de ella por que es un juego de poder, es un pequeño teatro intimo en el que nuestros más profundos deseos están en juego. Sin embargo, después de que los cuerpos se han consumido, lo único que queremos es el consuelo de un abrazo tibio" (FUENTE)
La censura
Todavía es una incógnita quien está detrás de las ilustraciones de Apollonia Saintclair; una buena estrategia de la artista para no quitarle protagonismo a sus ilustraciones y para, porque no decirlo, que todos los que vemos el trabajo de Apollonia podamos tener la fantasía de si alguna de las creaciones de la ilustradora puede llegar a ser ella misma. Lo que está claro es que la residente en Europa tiene claro que su persona es lo menos importante de sus dibujos en blanco y negro; unos dibujos muy intensos donde el sexo salvaje, la pasión, el erotismo o la homosexualidad son temas que juegan el papel protagonista.
Todavía es una incógnita quien está detrás de las ilustraciones de Apollonia Saintclair; una buena estrategia de la artista para no quitarle protagonismo a sus ilustraciones y para, porque no decirlo, que todos los que vemos el trabajo de Apollonia podamos tener la fantasía de si alguna de las creaciones de la ilustradora puede llegar a ser ella misma. Lo que está claro es que la residente en Europa tiene claro que su persona es lo menos importante de sus dibujos en blanco y negro; unos dibujos muy intensos donde el sexo salvaje, la pasión, el erotismo o la homosexualidad son temas que juegan el papel protagonista.
Su trabajo ha sido censurado en varias publicaciones y sobre todo en redes sociales. Como ella misma explica en una entrevista para Diario Registrado: “Me censuraron principalmente en Facebook y Instagram, donde tenía algunas cuentas. Lamento que estas plataformas no pueden o no quieran crear filtros para proteger a los menores de las imágenes excesivas – y no sólo hablo de erotismo. Estas redes están basadas en una cultura de denuncia donde todo el mundo puede aplicar la censura indiscriminada. A largo plazo puede ser la pérdida para todos si cualquier forma de cultura underground o Avant-Garde está prohibida desde Internet sólo porque está perturbando a alguien. Quiero decir, siempre va a aparecer alguien que se ofenda por lo que haces”.
Apollonia siempre ha afirmado que “la tinta es su sangre” y es sangre la que deja en cada ilustración erótica que mezcla la perversión y lo fantástico a partes iguales. Puedes seguir el trabajo de Apollonia Saintclair a través de Tumblr, donde sube todos sus trabajos sin censura, o Behance. (FUENTE)
Situaciones sexuales explícitas, naturales, divertidas, surreales y peligrosamente infantiles. Poses insinuantes, encuadres invisibles en la experiencia, joyas eróticas que coquetean con lo pornográfico. Imágenes reales pero privadas, envueltas en finas sábanas de surrealismo dentro del cofre de los tabúes.
Las ilustraciones de Apollonia son una dramatización real de la sexualidad contemporánea; impulsos visuales caricaturizados que provocan sensaciones inexploradas, mientras trazos de tinta le dan personalidad y textura a figuras humanas inexistentes. (Fuente)
Entrevista
"Una sociedad que censura lo femenino no sólo es estúpida, está condenada"
Por Andrea Mireille
Sólo hay un antídoto real a la angustia engendrada en la humanidad
por la consciencia de la muerte inevitable: el goce erótico.
Todos conocen a Apollonia Saintclair aunque no lo sepan. Su inconfundible universo erótico ha recorrido toda la web, fascinando y excitando por igual a quien se adentra en él. A pesar de que su trabajo es inconfundible, su creadora es un auténtico misterio: un tiempo se especuló que se trataba de un hombre, o de un conjunto de artistas firmando bajo su enigmático nombre, cuyo origen también es desconocido y nunca ha intentado aclarar.
Lo único que se sabe es que se trata de una mujer que vive en alguna parte de Europa, nadie conoce su rostro, ni su voz; mientras la gente vive obsesionada porque todos vean sus selfies, conozcan sus caras y sepan detalladamente cada una de sus alegrías y miserias, Apollonia ha decidido separar su vida privada de la pública, pues considera la privacidad como "el lujo último".
Su primer libro Ink is my Blood, Volume One es una experiencia a gran formato de lo que considera sus mejores obras, que son como el placer mismo: crudas, sin estructura, salvajes, alocadas. En esos trazos blanco y negro las mujeres se masturban y cogen sin inhibiciones; engullen vergas que apuntan al cielo duras y calientes; gozan con el frenético vaivén en su interior. Se entregan y se deleitan con otras mujeres, además de cebras, osos, gorilas, pulpos, minotauros, lobos, con el mismísimo Anubis. No es extraño que sus seguidoras más entusiastas sean mujeres: su obra es emblema de libertad, nos recuerda que no somos esas criaturas siempre necesitadas de ternura y compromiso para rendirse a los placeres del cuerpo. Todo en esos trazos blanco y negro es placer, sus creaciones son un festín que estimula la mente que, endurece y humedece los genitales. Despierta a la bestia que habita entre las piernas.
A menudo consideradas como una trivialidad, o sobreexplotadas de burdas maneras, nuestras pulsiones han sido satanizadas, reprimidas, domesticadas. Apollonia Saintclair nos devuelve a nuestra animalidad, su electrizante erotismo muestra el sexo y la exploración del placer como lo que realmente son: una de las experiencias más trascendentales e intensas del ser humano.
Platicamos con ella sobre eso, sobre su obra, el placer, el sexo, la libertad y la censura.
-Primero que nada, ¿por qué Apollonia Saintclair?
-¿Por qué no? Siempre existe una historia detrás del nombre, igual que con el nombre de una montaña. Pero, al final no importa. Mi nombre es lo que menos importa, es sólo una marca para que otros sepan quién es el autor de los dibujos, que es lo único que cuenta.
-¿Cuál es tu visión sobre la sexualidad, el placer y el arte?
-Esa es una gran pregunta, con múltiples colaterales… el arte tiene la poderosa ventaja de operar inicialmente, en el reinado del simbolismo y la fantasía. Esto permite que el arte sea más sensible a los cambios y se adelante al tiempo en que se produce; el arte es la cristalización de nuestros sueños y nuestras pesadillas. Creo que, estamos avanzando, lentamente y con gran vacilación, hacia un mundo donde el derecho a tener una sexualidad que corresponda verdaderamente a las necesidades individuales de cada persona será considerado tan fundamental como el derecho a la alimentación o el derecho a la educación. Un derecho individual que no esté regulado por la moralidad de la clase dominante, sino sólo por el marco legal estrictamente necesario para la protección de cada individuo. En otras palabras, todo el mundo debería ser básicamente libre de elegir la sexualidad que más le convenga, desde poca o nula ninguna sexualidad hasta los fetiches más delirantes, siempre que esta libertad no cause daño a los demás.
-¿Tu inspiración viene de tus propios deseos y experiencias, o cómo es tú proceso creativo?
-Para mí, un dibujo hermoso es uno que pone una buena historia en un marco gráfico poderoso. No tengo una receta. Algunos de mis dibujos partieron de una imagen que parecía prometedora desde un punto de vista estético, mientras que otros visualizan temas cuya vibración me interesa. Las influencias que provienen de la literatura o la música son más bien responsables de una cierta atmósfera, un estado de ánimo que anima la creación. Nunca sé a dónde me llevará un dibujo cuando empiezo, pero trato de hacerlo con la mayor congruencia posible. Uso mis entrañas como guía, como una brújula.
-En tus ilustraciones vemos a las mujeres arriba, dominando la situación, reclamando su placer, ¿fue esa tu intención desde el principio?
-Siendo muy honesta, no tenía ninguna intención al principio… contar historias con mujeres tan poderosas como los hombres me parecieron interesantes porque simplemente no había muchas así. Tuve una epifanía viendo la película Bound de las hermanas Wachowsky; nos dicen una historia ya contada mil veces: un joven mafioso roba un paquete de dinero y huye con su novia de los jefes, pero el hecho de que las mujeres desempeñen papeles "masculinos" en un mundo tan machista como el de la mafia hace que la historia parezca completamente nueva. Entonces me di cuenta de lo mucho que el aspecto cultural, desde la creación hasta la distribución, está bajo el control masculino. Más allá del tema de la justicia social, es un enorme desperdicio de recursos. No porque las mujeres sean mejores que los hombres, sino simplemente porque el talento se distribuye independientemente del género. Una sociedad que se priva a sí misma de la mitad de su potencial no es sólo injusta, es estúpida y está condenada —tarde o temprano— a la decadencia.
-Me resistí mucho tiempo a integrarme a Instagram, sin embargo, he encontrado arte increíble ahí; muchas de las piezas más sexuales, sucias y salvajes son hechas por mujeres. ¿Cuál ha sido tu experiencia ahí y en otras redes?
-Las redes sociales han cambiado la situación, porque, por primera vez, los individuos y las minorías tienen la oportunidad de ser visibles para un gran número de personas, exclusivamente por su talento, no por la clase o la raza a la que pertenecen. No es coincidencia que las mujeres hayan comenzado a expresar sus fantasías y hayan encontrado una enorme audiencia.
-¿Cómo ha sido tu experiencia con la censura?
-Desafortunadamente la censura existe y se ha incrementado. Mis perfiles de Facebook, Instagram e incluso de Behance, que se supone es una red profesional para creadores, han sido eliminadas muchas veces pese a que establezco que mis trabajos son NSFW (no apropiados para el trabajo). Tumblr es más sutil: mi perfil aún existe, pero ha desaparecido de los motores de búsqueda. Personalmente, apoyo los filtros que protegen a menores, pero no puedo creer que hoy en día aún no sea posible crearlos sin afectar la libertad de expresión. La censura es eso, un intento de recuperar el control sobre los medios y la libre expresión.
-Yeats dijo: "Sexo y muerte son las únicas cosas que pueden interesar a una mente seria". Vemos mucho a ambos en tu trabajo, ¿qué significa esta unión para ti?
-El sexo y la muerte están entre las cosas que nos hacen sentir realmente vivos. En mi opinión estos son los temas que permiten una estética real del paroxismo. El momento que prefiero en un juego de ajedrez es el anuncio de jaque mate. El rey está muerto, potencialmente, no hay nada que hacer, nada que eliminar y nada que añadir. Todo está predispuesto. Es un equilibrio perfecto. Una obra de arte exitosa es exactamente eso: una trampa colocada en un lugar neurálgico, las mandíbulas abiertas. Esta es mi impresión cuando escucho a Bach o leo un cuento de Borges: el creador ha predispuesto un mecanismo genial que, a pesar de los siglos de distancia, se acerca a mi alma.
-Has explorado todo tipo de expresiones sexuales: tentacle porn, bondage, exhibicionismo, tríos. ¿Que más te gustaría retratar, qué veremos en el futuro?
-No lo sé, sólo me dejo llevar por la inspiración. No es que necesariamente esté intentando crear un catálogo sexual… ni siquiera estoy segura de si continuaré dibujando exclusivamente temas eróticos. Lo único que busco es crear imágenes que detengan tu vista, que atraigan tu atención y que te impulsen a mirar profundamente dentro de ti.
-¿Tienes planes de explorar otros formatos como la novela gráfica o la animación?
-Estoy preparando un proyecto con Erika Lust (directora sueca de porno feminista) que combinará acción real con escenas animadas. También estoy trabajando con un editor una serie de dibujos combinados con texto. Recientemente, estoy considerando la idea de ilustrar un cuento para niños escrito por un amigo.
-Como sabemos, el placer es universal, ¿sabías que tienes admiradores en México, España o Perú?
-Sí, lo sé, por decir lo menos, son muy agradables y leales. Hemos enviado muchas copias de mi primer libro, Ink is my Blood – Volume One a esos países.
-Recientemente vimos que, supuestamente, la identidad de Banksy fue revelada. Ha habido especulaciones respecto a tu identidad. ¿Están tus seguidores y los medios interesados —u obsesionados—, en conocer quién está detrás de Apollonia Saintclair?
-No mucho, creo que la mayoría sólo disfrutan mi arte, lo cual me parece bien: honestamente, ¿a quién le importa quién soy?
Me recuerda un poco a Moebius y Manara.
ResponderEliminarde hecho... es la hija no reconocida de ambos!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarY Crepax, tiene mucho de Crepax.
EliminarHay OTRA ESPECTACULAR FRIDA CASTELLI
ResponderEliminarYo tengo la sensación de que es un poco Carmen Mola
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