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miércoles, 17 de enero de 2024

Historia de Cyann (6) Las suaves auroras de Aldalarann


Después de buscarlo por mucho tiempo, por fin he podido descargar el último capítulo de este gran cómic. ¡Que lo disfruten!


Iniciada hace más de veinte años, El ciclo de Cyann es considerada una de las series más importantes del cómic franco-belga. Su creador, François Bourgeon, es un autor clásico de dos sagas de gran éxito comercial, Los pasajeros del viento y Los compañeros del crepúsculo, que supusieron su consagración en los años 80. Las suaves auroras de Aldalarann cierra la serie de La historia de Cyann. En este sexto y último tomo, Cyann se ve expulsada para siempre de Ohl; perseguida por el Gran Orbe, destrozada por la muerte de su hermana, ya no sabe quién está dispuesto a ayudarla o a traicionarla, y se dirige rumbo a Aldalarann, un extraño planeta donde todo acabará cobrando sentido.


El ciclo de Cyann, una de las mayores epopeyas de ciencia ficción del cómic franco belga, llegó a su conclusión en este sexto álbum en el que sus responsables, François Bourgeon y Claude Lacroix, conceden a su protagonista el merecido final a sus complejas y dramáticas aventuras.
La historia editorial de esta absorbente saga galáctica es casi tan compleja y atribulada como las peripecias que sufre su protagonista a lo largo de los seis álbumes que componen el ciclo. Antes de llegar a su final, la serie pasó por cuatro editores diferentes (Casterman, Vents d’Ouest, 12Bis y Delcourt) lo que prolongó su publicación durante más de 20 años en los que los lectores enganchados a las aventuras de Cyann tuvieron que esperar para conocer su destino final. Una larga espera que ha merecido la pena para poner el punto y final a una obra que merece estar por méritos propios en el panteón de los grandes cómics de ciencia ficción, junto al Incal de Jodorowsky y Moebius y el Valerian de Christin y Mezieres, y que confirma a su creador, François Bourgeon, como uno de los maestros indiscutibles de la bande dessinee.
En este sexto tomo nos encontramos a Cyann varada en el planeta Marcade tras ser dada por muerta. En realidad la fallecida fue su hermana Azulea, que se sacrificó para salvar la vida de su hermana mayor. Esto hace que Cyann se encuentre moralmente destrozada y sin saber qué hacer con su vida. Con la ayuda de Bolgome, el terrorista más buscado por el Imperio, Cyann consigue vengar la muerte de su hermana y huir de Marcade. La intervención de Wekan y de la nave transtemporal Entretiempo, Cyann acaba recalando en el planeta Aldalarann donde intentará iniciar una nueva vida y donde por fin encontrará el sentido a los acontecimientos que la han llevado a través del tiempo y el espacio durante años.
Con este álbum, Bourgeon y Lacroix han conseguido algo poco habitual en obras de las características de El ciclo de Cyann, compleja y ambiciosa, y es proporcionar un final coherente con toda la obra que cierre las tramas abiertas durante años y que transmita una sensación de plenitud (o seria completitud) para con el personaje y su desarrollo vital. En este último álbum, sus responsables han dividido la trama en dos partes perfectamente diferenciadas: la primera, situada en el planeta Marcade, les sirve para cerrar las tramas que tenían pendientes del álbum anterior y con la que pretenden finalizar la relación de Cyann con el Gran Orbe que la lleva acosando durante años, y la segunda, ambientada en el Aldalarann del título, les permite poner el broche dorado a la evolución de su protagonista. Es esta segunda parte la que más destaca de todo este capítulo de las aventuras de Cyann, recuperando el tono imaginativo de los primeros álbumes de la serie para presentar un nuevo planeta, sus ecosistemas y la sociedad que lo habita. Un mundo completamente diferente al Ohl del que proviene Cyann y en el que no hay jerarquías sociales y en el que sus habitantes han aprendido a vivir en armonía con la naturaleza. Un buen contrapunto por parte de los guionistas con el que refuerzan el mensaje de maduración de su protagonista que a lo largo de un viaje tanto exterior como interior ha pasado de ser una impetuosa y presuntuosa joven a una mujer madura marcada por el dolor y el peso de la responsabilidad.
Este último álbum posee además una curiosa cualidad, y es su sencillez expositiva comparada con las entregas anteriores. Es cierto que para disfrutarlo por completo es necesario haber leído la obra completa, pero el relato en si contiene todas las claves para su comprensión y resulta bastante más explicativo que los capítulos anteriores. Tanto es así que los responsables se permiten incluso jugar con el lector en un giro argumental que no desvelaré pero que es fundamental para el desenlace de la obra y que les sirve también para simplificar el complejo entramado de aventuras temporales que habían establecido en los álbumes anteriores. A fin de cuentas se trata de una forma elegante de decirles a los lectores que la historia de Cyann llega a su final y que éste es definitivo y, por qué no decirlo, que se trata de un buen final.



En el apartado gráfico, Bourgeon vuelve a demostrar su maestría pero también la madurez de su arte. En esta ocasión nos encontramos con un Bourgeon más comedido, de trazo más sintético pero que conserva intacto su detallismo y su increíble capacidad para el diseño de nuevos mundos tan alienígenas como creíbles. Este nuevo estilo de dibujo casa a la perfección con el tono del relato y refuerza la sensación de evolución y madurez de su protagonista. Aunque el dibujo de Bourgeon siga manteniendo ese trazo sensual tan característico, la imagen de Cyann queda lejos de la voluptuosidad de las primeras entregas mostrando ahora a la protagonista con una apariencia más acorde con su experiencia vital.
En definitiva, una entrega final que cierra de forma satisfactoria una de las historias más fascinantes de la ciencia ficción de las últimas décadas y que hemos podido disfrutar en España gracias a la edición que ha hecho Astiberri de este álbum, retomando así la serie que hasta la fecha había publicado en nuestro país la editorial 12Bis.

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