En el año 910 de nuestra era, los ataques de los vikingos sobre el estuario del Sena siembran el terror en tierras francesas. Bartholomée, un novicio que ha visto arder su abadía a causa de la furia de los guerreros invasores, debe tomar una decisión que cambiará para siempre su vida: adoptar la identidad del príncipe vikingo Leif, que se parece a él, y embarcar en una gran aventura allende los grandes mares.
Tras narrar la historia de Julio César (Vae Victis) y del rey de los hunos (Atila), Jean-Yves Mitton nos sumerge ahora en una de las culturas que más han inspirado el imaginario popular europeo, los vikingos, a cuyos guerreros acompañamos tanto por tierra como por mar, en busca de nuevas tierras que saquear.
Fridda es el gran personaje. Atrevida, logró manipular a una horda de vikingos borrachos, que estában dispuestos a amasijarla. Y tenían otros candidatos.
ResponderEliminarPero Leif es patético, aunque sea realmente Bartolomé, un impostor.
Curioso método para recuperar el habla.