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martes, 3 de septiembre de 2024

Airborne 44: Habrá un mañana sin nosotros



Dentro de los temas más usuales en el cómic franco belga ha sido el bélico y cada año aparecen nuevas obras. Airborne 44 es una serie de álbumes editados por Casterman que la editorial Netcom, que se ha especializado en material europeo tanto novedoso como clásico. Desde el desembarco de Normandía llega la nueva obra de Philippe Jarbinet.

La Segunda Guerra Mundial fue uno de los puntos cruciales de la historia moderna, y el repaso de las batallas y los hechos que acaecieron durante esa época tan oscura para la humanidad ha sido para escritores y cineastas fuente de inspiración desde el final de la misma. En el mundo de la BD ha sido aprovechado ampliamente y con algunas obras maestras que colocaron a sus autores en el olimpo de los creadores. Hay mejores y peores obras, y Airborne 44 es notable en algunos aspectos y escasa en otras.
Jarbinet plantea un escenario en ‘Habrá un mañana sin nosotros’ con varias historias que se entrecruzan en el marco de una granja en una pequeña población cerca de las Ardenas durante la batalla homónima. La historia se adentra en muchas cuestiones, tanto ideológicas, como sentimentales y las presenta gradualmente para que todas encajen y los giros de la historia se encuentren justo donde debe. Quizá sea demasiado mecánico, está bien planteado pero le falta algo de frescura al seguir tanto el esquema clásico. Sí que existen premisas interesantes como la persecución que sufre el desertor alemán por una causa desconocida que se revelara muy importante no solo para los personajes sino para la historia mundial, que se desarrollan como una subtrama de la historia de amor que domina la obra. Aunque la historia del soldado y la granjera es dominante, sí que encontramos varias historias manejadas de forma simple para ganar empaque, pero insisto que la estructura le quita mucha sorpresa a todo el conjunto. El amor, la lealtad, el deber, el espíritu humano que vence sobre las circunstancias trágicas, todo eso entra en Airborne 44, quizás a veces un poco apretado, pero está ahí. Y también las batallas, que es un cómic de guerra señores, relatadas de forma cruda y directa sin heroicidades de película, más cercano a la visión de Spielberg de la guerra que de la típica épica de estas historias, menos brillante, más real.
El arte de este primer integral es sin duda su punto más poderoso. Jarbinet es un dibujante notable y su diseño de página es ágil, sobre todo en las escenas de combate. Me recuerda mucho a Hermann, será cosa mía pero hay diálogos que tienen planos y viñetas que tienen mucho en común con él. Pero donde más brilla Jarbinet es en el acabado, el dibujo en acuarelas es de una belleza notable, las luces y todos los juegos de colores hacen una obra que cambia de color y luz con los personajes y que en medio de un infierno blanco destaca la sangre de los caídos. Desde luego en este aspecto no tengo mucho que comentar, es un gran ilustrador y lo demuestra en la historia. Crudeza en las batallas y momentos de violencia extrema para poder visualizar el horror de la guerra a todo color y en primera persona.
Este integral es la unión de dos álbumes, y Jarbinet cierra este ciclo con otra historia en dos entregas que espero sean publicadas en el mismo formato ya que no te deja esperando un año a que aparezca la conclusión. Puede ser leído como una historia única pero se completa con las páginas finales del siguiente arco argumental. Por mi parte he leído la obra original en 4 volúmenes de Casterman, mi francés es escaso y me ha costado lo suyo, así que agradecería que apareciera el segundo tomo urgentemente para saber si me he dejado algo en la traducción de las dos últimas entregas como ya he podido hacer con las dos primeras. En el segundo arco, la historia me ha parecido mucho más completa con un desarrollo largo y unos personajes más definidos. Pero hasta su publicación es mejor no dar pistas sobre como acaba todo.
Para todo amante de la historia y la temática bélica destacar que Philipe Jarbinet ha tenido la ayuda de un experto en la segunda guerra mundial, por lo que la ambientación, uniformes, armas y datos históricos son totalmente fieles y exactos.
Una obra que a los amantes del cómic bélico gustará y para los seguidores del cómic franco belga en general. Remarcable el trabajo del autor en todo el trabajo de ilustración, y exigir un poco mas de cuidado en la historia, falta redondear cosas, ese “je ne se quoi” que hace que todo encaje y se pueda disfrutar sin la sensación de poder ser mucho mejor. (Fuente)


Ver parte 1
















































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