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viernes, 7 de abril de 2023

El detalle que no conocía (1) La Piedad, de Miguel Angel



Miguel Angel Buonarroti es autor de las dos esculturas más famosas del mundo: El David y La Piedad, las dos realizadas antes de cumplir los 30 años. Por La Piedad siento una particular devoción y hace poco descubrí un detalle que nunca había tenido en cuenta.

Por Rubén Reveco - Editor


Un gran artista nunca escatima esfuerzo, nunca simplifica para ahorrarse trabajo. Bien sabemos que el mármol es una de las piedras más difíciles de trabajar, sin embargo Miguel Ángel en esta obra hace un despliegue inusitado de pliegues en el ropaje de la Virgen y de líneas onduladas en el cabello de Jesucristo.






Sin embargo, son los bigotes y la pequeña barba lo que me ha llamado la atención en una reproducción (arriba) que he descubierto hace poco. Es el detalle que no había reparado o no conocía. Este gran escultor florentino realizó con la insipiente barba un tipo de diseño muy particular; mezcla de decoración vikinga y arabesco.



¿Qué puede significar esto? Quizá nada importante. Pero sí marca un cambio o excepción en la tendencia del Cristo barbado. De la abundante barba tradicionalmente vista en pinturas y esculturas, en La Piedad vemos una pequeña y decorada barbilla. Ni en estos detalles, Miguel Ángel escatimó esfuerzo.



El tema, tanto en pintura como en escultura, representa el dolor de la Virgen María al sostener en sus brazos el cadáver de su hijo Jesucristo cuando éste desciende de la cruz. La obra se encuentra actualmente en la Capilla del Crucifijo,de la Basílica de San Pedro del Vaticano, Roma, Italia.

Primer encargo importante

Aunque todavía desconocido para muchos, desde muy temprana edad Miguel Ángel Buonarroti ya destacaba por encima del resto de artistas, por lo que, durante su primera estancia en Roma, su magnífico arte llamó poderosamente la atención del cardenal de la basílica de Saint-Denis, Jean Bilhères de Lagraulas —embajador de Francia en la Santa Sede del Vaticano— quien para dejar un digno recuerdo de sí en esta famosa ciudad, encargó a Miguel Ángel una Piedad para ser ubicada en la Catedral de San Pedro. No obstante, el encargo se llevó a cabo bajo algunas condiciones, ya que, tal y como figura en el contrato firmado en Roma el 27 de agosto de 1498, se trataría de "una Piedad de mármol, hecha con una Virgen María vestida sosteniendo en sus brazos a su hijo Jesucristo muerto, a escala natural". El artista florentino conseguía así su primer encargo importante, por el que iba a cobrar 450 ducados de oro en moneda pontificia, y que debía realizar en el plazo de un año.

El famoso mármol de Carrara.

Análisis

Material
La Piedad es un conjunto escultórico hecho de un solo bloque de mármol blanco extraído de las montañas de Carrara, famosa por la gran cualidad de su mármol.
La obra mide 195 centímetros de ancho y 174 centímetros de alto.
Composición
La composición es de la época medieval por lo tanto forma un triángulo equilátero sobre una base elíptica con la intención de dar la sensación de equilibrio y estabilidad. 
Es un conjunto escultórico porque alberga más de una figura principal.
La obra permite un desplazamiento visual alrededor de la obra, pero fue diseñado especialmente para una contemplación frontal.
Las figuras
En la escultura la influencia neoplatónica hace que la belleza representada tanto en la Virgen María como en Jesucristo sea sereno, ausente del dolor y del sufrimiento como se solía representar en este tema religioso.
La figura de Jesucristo, con cabeza y brazo inclinado hacia el lado derecho se armoniza con la figura de la Virgen María envuelta en telas gruesas llenos de pliegues inclinados hacia la izquierda.
La monumentalidad de la Virgen María con respecto a su hijo Jesucristo sirve como elemento de corrección óptica balanceando el conjunto escultórico.
Cara de la Virgen María
La cara inmaculada y extremadamente joven de la Virgen María fue justificada por Miguel Ángel como una forma de representar a María eternamente virgen porque las personas que se enamoran de dios son, según él, eternamente jóvenes. 
La cara de Jesucristo, según el propio Miguel Ángel, representa un hombre incorporado a nuestra naturaleza humana, por lo tanto común en sus despojos mortales.
Modelado
El mármol ha sido modelado de diferentes formas. Los pliegues de las telas en la parte inferior de la obra tienen mayor volumen dando estabilidad.
El tratamiento del ropaje y sus pliegues en la parte superior es comparativamente mucho más suave y más pulido que la parte inferior, dejando que la luz resbale por la superficie creando más delicadeza.
Llama especialmente la atención las diferentes texturas creadas a través del modelado diferente y minucioso en cada zona.
Esta es la primera y única obra firmada por Miguel Ángel. Se dice que decidió grabar su nombre en la escultura la misma noche en que escuchó a alguien afirmar que dicha obra no era de su autoría.


Debido a su juventud —contaba con tan sólo 24 años de edad— resultaba prácticamente imposible que un artista tan joven pudiese haber tallado tal inmensa obra de arte de absoluta perfección. 
Tal y como describe Giorgio Vasari en la biografía de Michelangelo: "...un día, al entrar Miguel Ángel en la capilla donde está La Piedad, encontró allí a gran número de forasteros lombardos que alababan mucho la obra. Uno de ellos le preguntó a otro quién la había ejecutado y éste contestó: "Nuestro Gobbio, de Milán". Miguel Ángel nada dijo, pero le dolió que sus esfuerzos fuesen atribuidos a otro, de modo que una noche se encerró en la capilla con una luz y sus cinceles, y grabó su nombre en la obra".

Una vista muy poco conocida.

ANEXO 1


Memorias de Vasari sobre la Piedad de Miguel Ángel:

"A esa obra, nunca piense escultor o artista sobresaliente poder añadirle jamás mejor composición o mayor gracia, ni superarla en finura, pulido o delicada talla del mármol, porque en ella se resume todo el valor y toda la fuerza del arte. Entre las bellezas que allí se encuentran, aparte de los divinos drapeados, se destaca el Cristo muerto; en belleza de los miembros y arte en la representación del cuerpo, es un desnudo insuperable, bien estudiado en cuanto a músculos, venas, nervios y huesos y, además, no hay muerto que parezca más muerto que éste. La dulcísima expresión del rostro y la concordancia en las coyunturas de brazos, piernas y torso, el trabajo de las venas, todo causa maravilla, y se asombra uno de que la mano de un artista haya podido hacer en tan poco tiempo cosa tan admirable; porque ciertamente es un milagro que una piedra, en principio sin forma alguna, pueda ser llevada jamás a la perfección que la naturaleza, con esfuerzo, suele dar a la carne.
Esta Piedad le dio mucha fama y si bien algunos tontos dicen que hizo demasiado joven a la Virgen ¿no advierten ni saben que las personas vírgenes inmaculadas mantienen y conservan largo tiempo la expresión de su rostro sin alteración alguna, mientras que con los afligidos, como Cristo, ocurre lo contrario? De modo que esa obra agregó bastante más gloria y fama a su talento que todas las anteriores."

El momento del atentado.

ANEXO 2

Atentado contra la Piedad de Miguel Ángel

El 21 de mayo de 1972 un hombre, mentalmente perturbado se alzó sobre la escultura y martillo en mano propinó una serie de golpes que afectaron, fundamentalmente, a la Virgen (párpado izquierdo, nariz rota y rotura de varios dedos de su mano izquierda). Se procedió a un meticuloso proceso de restauración. Como consecuencia de aquel atentado se blindó el grupo por medio de una pantalla de cristal que la protege en la actualidad de actos vandálicos.
Laszlo Todt entró ese día, domingo, en la Basílica del Vaticano como un peregrino más dispuesto a recibir la bendición papal. Vestía camisa roja y un esmoquin negro en el cual escondía un martillo de geólogo. Logró burlar la seguridad entre la multitud. Se alzó sobre la barandilla de mármol situada a la entrada de la capilla de San Pedro y arremetió contra la escultura. Asestó hasta 15 golpes a la escultura al grito de "Yo soy Jesucristo y he regresado de la muerte".
Rápidamente fue arrestado, conducido a prisión y condenado por la acción. Laszlo Todt de nacionalidad húngara, pero afincado en Australia, al cumplir su condena fue deportado.
Se pudieron recuperar los fragmentos rotos que afectaron sobre todo a la nariz, el párpado y la mano izquierda de la Virgen. Por medio de una resina procedente de Brasil se logro reconstruir la pieza y devolverla su aspecto original.
Hasta junio de 1973, es decir, algo más de un año, no volvió a ser expuesta. Eso sí, tras un grueso cristal blindado.

Laszlo Toth es reducido por un grupo de fieles.

En la imagen de la izquierda se puede apreciar fácilmente el daño provocado.


Ver también:

Las olvidadas réplicas de “La Piedad” en un pueblo de Perú que el Vaticano visitó para restaurar la original de Miguel Ángel






jueves, 28 de septiembre de 2023

De blog a blog: Juan Muro

"Todo este proceso de arte es un permanente diálogo entre la piedra y el autor. Durante el trabajo creativo la obra es solo un esbozo, una idea sin concretar. Pero cuando se acaba, el autor deja de tener importancia, incluso la aventura que ha sido el proceso tampoco importa, la obra es todo lo que queda y debe transmitir sola, sin necesidad de explicaciones, el mensaje que el autor quiso contar a través de ella".

 "El Dibujante 2.0" (en receso) ha sido uno de los blog de arte más interesante de habla hispana. El español Juan Muro es su creador y promete volver a editar esas notas tan interesantes a lo que nos tenía acostumbrado: "Lo sigo manteniendo abierto -expresa- pero cada día tengo mayor intención de completarlo con una sección de escultura"Actualmente embarcado en un gran proyecto escultórico, se tomó un tiempo para dialogar sobre el arte, el mercado y la importancia de la formación artística.


Por Rubén Reveco - Editor


-¿Es Juan Muro un escultor? 
-Yo soy artista, sí. Pero ni me gusta hablar de mi ni de mi currículum. De hecho nunca firmo mis obras
-¿Y quieres hablar de "El dibujante"
Sí, excelente, no me importa hablar de mi arte, pero lo importante no soy yo, es el arte.
-El anonimato premeditado es una actitud de riesgo en un mundo tan personalista. Me recuerda cuando Miguel Angel debió cincelar su nombre en La Piedad porque especulaban quién podía ser el autor...
-Cierto, pero yo tengo mucha suerte. Nunca hago exposiciones, lo vendo todo desde mi taller. No quiero ser conocido, mis cuadros llevan claves anotadas por si hay plagio, pero nunca lo ha habido.
-No tienes suerte pero vendes ¿Cómo se explica esa aparente contradicción?
Si, sí, tengo mucha suerte. Aunque disfrazada de mucho trabajo. Pero el mercado nunca tuvo nada que ver con el arte, y ahora lo que hace es corromperlo.
-¿Alguien duda que el arte está en manos de los mercaderes?
Sí, amigo, eso sucede de continuo. El artista se ve obligado a vender, y el mercado quiere obras que le sirvan de billetes, de moneda de cambio.
Ello obliga al artista a dedicarse a otra cosa que no sea el arte para poder mantenerse y poder ser independiente en buena medida.
-¿Un artista que renuncie a ser artista para zafar de los especuladores? ¿Entendí bien?
No, no tienes que renunciar a ser artista, solo es que no se puede vivir del arte sin estar sometido a los especuladores. Así que mejor no vivir del arte y seguir haciéndolo. Bueno, cada cual tiene su fórmula. Esta es una que a mi me va bien. El mercado del arte, aún está sumido en una enorme burbuja, que explotará pronto, pero los artistas, lejos de ella, han reaccionado.
-¿La docencia puede ser una buena alternativa para un artista, por ejemplo?
En efecto, aunque hay otras, la docencia es la mayor salida que tiene el artista actual.
-Tu hacías excelente docencia en El Dibujante, sin embargo...
Sí, cierto. Creo que en España, y en general en el mundo latino, no nos han enseñado la historia del arte como debe hacerse, que es asociada al maestro, o al momento de la obra. Por eso inicié el Dibujante, que tengo intención de ampliar a la escultura y luego a otras artes.
-Sin embargo, hay muchos pintores jóvenes que se quejan de sus profesores en las facultades de arte. Que no les enseñan a dibujar y que están más preocupados de las instalaciones, arte conceptual y todas las variantes del llamado arte contemporáneo...
Sí, las facultades de Bellas Artes se interesan más por el 'arte' contemporáneo que por el clásico, y ello hace que el artista pierda oficio. Por ejemplo hoy casi es imposible encontrar escultores que se dediquen a la talla de mármol de tamaño natural, y a los pintores la proliferación de diferentes tipos de pigmentos excelentemente preparados hace que olviden la manera de hacerlo ellos mismo o de preparar los lienzos, por poner solo dos ejemplos.
-Bien, el artista artesano, como en la Edad Media o en el Renacimiento.
-Pero el arte conceptual y el abstracto ha muerto. Desde la última gran obra de este tipo de arte, la bóveda del edificio de Naciones Unidas en Ginebra, del español Miquel Barceló, y su consecuente escándalo ya nadie se  atreve a pintar abstracto.
-¿Qué pasó?
Pues que cobró un dineral por una mierda y la gente se escandalizó. Los artistas ya estábamos hartos. 
-¿No más vanguardias?
En las vanguardias postexpresionistas, se producen tres condiciones que influyen mucho en nuestro oficio:
La primera es que se rompe el diálogo entre el artista y el espectador. Nadie entiende la obra, que hay que explicar, y surge el debate de ¿Qué es arte?
La segunda es que acceden a la vanguardia autores que no tienen una mínima formación, es el "éso lo pinta mi hija pequeña!".
-¿Y tercera?
Ante la falta de criterios claros, el mercado del arte se deforma y autores y obras comienzan a valorarse por cuestiones foráneas al propio arte, de manera que se forma una burbuja financiera en la que nadie entiende nada.
Pero ahora el neorealismo pictórico vuelve a tomar la vanguardia del arte desde Florencia y Nueva York. Con autores que venden por encima del millón de euros o dólares, como Roberto Ferri o Jacob Collins.
El neorealismo trae nuevos planteamientos: Nada de hacer imágenes mono focales, no se puede copiar ni calcar de fotos. Hay que pintar como nos enseñaron los maestros clásicos (aunque sin sus artilugios ópticos y avanzar en la estética.
-¿Crees que gracias a los nuevos medios de comunicación (Internet, redes sociales, blogs) se empieza a escuchar la voz de los que no tienen voz?
Entre los artistas sí se les escucha a los que no tienen voz, pero hay otra parte del mundo del arte que no quiere oír este mensaje porque hay muchos intereses económicos creados.
-¿Será que los pintores realistas se demoran mucho en resolver sus trabajos y el mercado necesita cantidad y no calidad?
El buen artista no debe hacer muchas obras. No puede. Solo son buenas muy pocas de las obras del mejor artista. El artista no puede ni debe pensar siquiera en el mercado a la hora de hacer su arte.
El artista debe hacer muy buenas obras, no muy numerosas. Ya lo decía Leonardo cuando lo de "L'arte ch'e cosa mentale". Cuentan que Fidias llegó a realizar cinco grandes obras maestras del arte universal, pero de ellas solo conservamos referencias míticas. Nadie, ni Miguel Angel, consiguió luego tanto.

Tallando el mármol