El capitán Alatriste es el título del primer libro de la colección Las aventuras del capitán Alatriste, escrito por el novelista español Arturo Pérez-Reverte y su hija Carlota. Ambientado en el Madrid del siglo XVII narra las aventuras de Diego Alatriste y Tenorio, junto con su paje Íñigo Balboa.
El regreso de los espadachines
El
capitán Alatriste es contratado para un trabajo donde se necesitan sus
servicios como espadachín a sueldo. Es citado en una extraña casa
abandonada y entrevistado por dos sujetos enmascarados (Luis de Alquézar
y el Conde-Duque de Olivares) quienes le señalan que existen dos
viajeros ingleses, cuyo nombre no interesa, que merecen recibir un
escarmiento antes de que lleguen a la embajada inglesa, que es su
destino final. Las instrucciones son hacer que parezca un robo pero,
bajo ningún concepto, matarlos. Al retirarse el enmascarado principal
(Olivares) aparece fray Emilio Bocanegra, presidente del Santo Tribunal
de la Inquisición, quien cambia las órdenes y señala que se debe
eliminar a los ingleses por ser herejes. Alatriste no recibe de buen
ánimo las nuevas instrucciones y se mantiene receloso, a diferencia del
segundo espadachín contratado (Malatesta), quien manifiesta estar de
acuerdo en matar a los ingleses.
El
día de la llegada de los ingleses, Alatriste y Malatesta los esperan en
una calle de Madrid, y al atacarlos oponen resistencia. Cae uno herido,
lo que causa que el otro inglés arriesgue su vida y lo proteja
desesperadamente pidiendo cuartel. Este hecho hace saltar las reservas
de Alatriste, quien se enfrenta a Malatesta para evitar que éste mate a
los ingleses. Ahuyentado Malatesta, Alatriste lleva a los ingleses a la
casa del conde de Guadalmedina para que le ayude. Allí se entera que el
inglés herido era el príncipe Carlos de Gales y futuro rey Carlos I de
Inglaterra y el otro caballero era George Villiers, duque de Buckingham,
quienes venían a España para solicitar al rey la mano de la infanta
María, hermana de Felipe IV.
Se
decide dejar oculto el incidente y la visita de estado del príncipe de
Gales, quien agradeció a Alatriste por su ayuda y le ofreció su apoyo.
Sin embargo, el rey Felipe IV no tenía ningún interés en concertar el
matrimonio de su hermana con Carlos de Inglaterra.
Mientras
tanto, Bocanegra y Alquézar deciden deshacerse de Alatriste y mandan a
Martin Saldaña a buscarlo, lo llevan a un sitio abandonado a las afueras
de Madrid y le someten a juicio para averiguar si les ha implicado en
algo y para saber el motivo de su renuncia a la verdadera religión. Al
finalizar la entrevista dejan libre a Alatriste y le dicen que el
castigo vendrá de Dios y no de ellos. (Fuente: Wikipedia).