El 11 de abril de 1970, en los Estados Unidos, despega el Apolo 13.
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martes, 11 de abril de 2023
11 de abril de 1970: Despega el Apolo 13
domingo, 12 de febrero de 2023
Canciones que me gustan: Seminare
Seminare fue escrita por Charly García y publicada como sencillo de Serú Girán en 1978 por Sazam Records. Es considerada una de las mejores canciones del rock argentino.
Además, estuvo interpretada en la mayoría de los recitales de la banda y también apareció en los discos en vivo No llores por mí Argentina, de 1982; y Yo no quiero volverme tan loco, de 2000.
Marina
El canal de YouTube RarezasSNM publicó una grabación inédita de la canción Marina, de fines de la década del '60, interpretada por Sui Generis. Se trata de un tema que no salió a la luz y luego derivó en la famosa Seminare, de Serú Girán.
Este fragmento de 38 segundos de Marina corresponde al primer repertorio de Sui Generis, cuando la banda aún no se había constituido en dúo. La grabación pertenece a Daniel Bernareggi, quien afirmó haber sido el bajista en ese registro.
Pese a la escasa fidelidad y a la brevedad del fragmento, se puede detectar en Marina el germen melódico del estribillo de Seminare ("Porque estamos en la calle…" o "Si pudieras olvidar tu mente…").
"La melodía de Seminare la compuse cuando tenía 17 años más o menos, cuando mi grupo To Walk Spanish acababa de cambiar su nombre por Sui Generis. Entonces se llamaba Marina", recordó Charly García en una oportunidad.
Y agregó: "El producto final es la suma de la melodía de Marina cambiada de tiempo y la parte instrumental está sacada de otro tema cuyo nombre no recuerdo".
El primer nombre que tuvo la canción, con la melodía de una ópera que García compuso en la secundaria, fue La calle de la sensación.
Sin embargo, al igual a lo que ocurrió con Eiti-Leda -que se llamaba Nena-, se la nombró Seminare para adaptarse al lenguaje inventado por García y David Lebón cuando tuvieron una fugaz residencia en Buzios, Brasil.
sábado, 11 de febrero de 2023
Canciones que me gustan: Diamantes y óxido
domingo, 5 de febrero de 2023
Canciones que me gustan: El anillo del capitán beto
Cadenciosa con acordes de tango que recuerda más la calidez del hogar perdido y lejano que, precisamente, una obra de ciencia ficción con sus ingredientes característicos.
Beto -de colectivero a amo entre los amos del aire- viaja recordando lo que dejó atrás y que en su trayecto hacia el “lugar que todos llaman Cielo”, no ha podido reencontrar.
En esta obra de arte la soledad de un viajero se describe de un modo tierno y patético a la vez. Está protegido de los peligros por su “extraño anillo”, pero nada lo protege de la tristeza.
El capitán Beto es un antihéroe. Un día abandona la calidez de su barrio porteño, de su hogar y de su “vieja” para ir tras una utopía: el Cielo. Y se ve enfrentado a la problemática de los futuros viajeros: la soledad en los viajes estelares y la sensación de no volver a ver a los seres queridos.
El de Beto, sin embargo, es el viaje maravilloso de una persona en eterna contradicción. El “amo de los aires” es un soñador que viaja a recorrer el mundo con su mochila y sin instrumentos de ninguna clase. A conocer el mundo de verdad, no el de ciudades cercanas, ni el de países exóticos. Beto recorre estrellas, galaxias, universos lejanos. Hasta llegar; en lo posible, al Cielo, meta que desde luego nunca alcanzará. Después de 15 años ya no puede más y quiere volver a su barrio, pero ya es tarde.
Hasta el momento ninguna obra de ciencia ficción (y se han escrito muchas) ha descrito de esta forma al hombre enfrentado a su destino. Y como lo dice el propio protagonista “si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará”.
El anillo del capitán Beto
Ahí va el capitán Beto por el espacio,
con su nave de fibra hecha en Haedo.
Ayer colectivero,
hoy amo entre los amos del aire.
Ya lleva quince años en su periplo;
su equipo es tan precario como su destino.
Sin embargo un anillo extraño
ahuyenta sus peligros en el cosmos.
Ahí va el capitán Beto por el espacio,
la foto de Carlitos sobre el comando
y un banderín de River Plate
y la triste estampita de un santo.
¿Dónde está el lugar al que todos llaman cielo?
Si nadie viene hasta aquí
a cebarme unos amargos como en mi viejo umbral
¿Por qué habré venido hasta aquí, si no puedo más de soledad?
Ya no puedo más de soledad.
Su anillo lo inmuniza contra el peligro,
pero no lo proteje de la tristeza.
Surcando la galaxia del Hombre,
ahí va el capitán Beto, el errante.
¿Dónde habrá una ciudad en la que alguien silbe un tango?
¿Dónde están, dónde están
los camiones de basura, mi vieja y el café?
Si esto sigue así como así, ni una triste sombra quedará,
ni una triste sombra quedará.
Ahí va el capitán Beto por el espacio,
regando los malvones de su cabina.
Sin brújula y sin radio,
jamás podrá volver a la Tierra.
Tardaron muchos años hasta encontrarlo.
El anillo de Beto llevaba inscripto signos del alma.
sábado, 4 de febrero de 2023
Canciones que me gustan: Tarka y ocarina
Tarka y ocarina es un clásico del folk-rock progresivo chileno, del álbum El Indio, llamado así por la característica fotografía de la portada (abajo) y para diferenciarlo de los trabajos publicados en 1971 y 1973.
Si ustedes (amantes del arte) tienen auriculares y disponen de 13 minutos con 18 segundos y quieren vivir una experiencia alucinante, suban el volumen y déjense llevar... Los Jaivas es uno de los grupos más talentosos que ha dado Latinoamérica.
La tarka es un instrumento de viento originario de Sudamérica, es una flauta de madera con seis orificios que alcanza hasta dos octavas, usada usualmente en la música popular de la región andina. Mientras que la ocarina también es un instrumento de viento, pero en forma de ovoide, los dos instrumentos son parte de la composición y un símbolo inherente de sus raíces, quizás un tributo a la música originaria sin embargo combinada con los estridentes sonidos del rock, las percusiones sólidas y jazzeras.
Eduardo Parra es imparable, un octopus en un caos ordenado que revienta tus oídos magistralmente, le acompaña en una sección el bajo de Julio Anderson que sigue la subida y bajada de la escala tocando las tónicas dimensionando el sonido, sin duda es un tema con el estilo “jaiva”, es el momento cumbre donde se denota la significación de su sonido, un sello clave que daría paso a su obra cumbre “Alturas de Machu Picchu”.
Es un ejercicio étnico, originario, clásico, climático y soberbio en la ejecución de todos los integrantes, no olvidar que alrededor del minuto 7 tenemos un break de batería maravillosa, tocando la rítmica base aunada a una serie de redobles y remates ensordecedores.
Es un disco declaratorio de su ascendente carrera, son músicos superdotados que además de tener la habilidad pulcra y el virtuosísimo en sus instrumentos, crean atmosferas y sonidos que llegan al alma, no se alejan de la sensibilidad y nos evocan memorias del pasado, por muchos considerado el precedente más notorio antes de “Alturas de Machu Picchu”. (F)