El 28 de julio de 612, en la actual Corea, 10.000 soldados del antiguo reino Goguryeo vencen a 305.000 soldados invasores del Imperio chino en la batalla de Salsu. El general coreano Eulji Mundeok hace romper una represa del río Salsu y mata así a 302.700 soldados chinos. Esta batalla es considerada como el más letal de todos los combates clásicos —solo superado por las batallas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La batalla de Salsu tuvo lugar 28 de julio del 612, en el marco de la segunda guerra entre el reino Gogurieo y el Imperio chino. Esta guerra enfrentó al antiguo reino Gogurieo y el Imperio chino de la dinastía Sui. El primero se extendió por el sur de Manchuria y por el norte y centro de la península de Corea; el segundo ocupó el este de China.
Las bajas entre las tropas chinas en este combate fueron de más de 300.000 hombres: solo regresaron a territorio chino 2700 soldados de un contingente inicial de 305.000.
El combate se trató más de una trampa y emboscada que de un enfrentamiento frontal. La batalla de Salsu está considerada como el más letal de todos los combates clásicos. Hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), con batallas que podían durar meses, no se superó tan sangriento registro.
El emperador llevó a cabo otras dos invasiones del reino Gogurieo en los años 613 y 614. Además de no conseguir ningún éxito apreciable, las continuas perdidas de hombres y recursos le valieron la oposición de todo su pueblo, hasta que tras una rebelión interna fue derrocado y asesinado. (W)
La China imperial se lanzó a una política de expansión para asegurarse el control de sus fronteras en el 612. En ese momento, los tres reinos originarios de Corea, conocidos como Goguryeo, se convirtieron en el primer objetivo de los chinos. Consideraban a estos muy débiles militar y políticamente. El 28 de julio, un contingente gigantesco de fuerzas al servicio de la dinastía Sui se adentró en el territorio comprendido actualmente entre Manchuria, Corea del Norte y Corea del Sur.
Los chinos, sin embargo, se encontraron con una defensa mucho más complicada de lo que esperaban, tanto que acabaron retrocediendo ante las cargas de sus enemigos. La trampa mortal se produjo en el río Salsu, donde los líderes militares de Goguryeo tendieron una emboscada con un segundo ejército a la espera de que se produjera la evacuación china por el río Salsu (hoy, el río Chongchon). Anticipándose a este movimiento, previamente lo secaron mediante la construcción de una presa. Luego esperaron a que los chinos se encontraban caminando por el cauce y, por sorpresa, abrieron después las compuertas para que la riada los ahogara. Y funcionó: en pocos minutos, más de 302.000 soldados chinos murieron. (F)
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