La pequeña escultura del Manneken Pis ("Hombrecito meón") que se puede admirar en la plaza Mayor de Bruselas —que, en realidad, es una reproducción—, conmemora al niño que, según la leyenda, apagó una mecha encendida con tan sencillo método, salvando así a la ciudad del fuego. El original de la estatua, que fue esculpida por Doquesnoy en 1619, se encuentra en el Museo de la Plaza de la capital belga.
También existe en la ciudad una versión femenina de más reciente factura que no es tan conocida. Desde 1987 la estatua cuenta con su contrapunto femenino, la Jeanneken Pis. De unos cincuenta centímetros también y tallada en piedra caliza azul grisácea, representa a una niña desnuda orinando en cuclillas.
Fue esculpida por Denis-Adrien Debouvrie en 1985 según iniciativa privada y encargo de un restaurador y está situada en el lado este del Impasse de la Fidélité ‘Callejón de la Fidelidad’, aproximadamente la misma distancia de la Plaza Mayor que el Manneken Pis, pero al otro lado.
El hecho es que la estatua de un niño orinando es el emblema de la capital europea y los bruselenses están orgullosos de ello (seguro que las tiendas de souvenirs están repletas de llaveros, postales, tazas, camisetas y demás con la estampa del manneken pis, pondría la mano en el fuego).
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