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viernes, 2 de junio de 2023

Historia de la piratería (3)

                                                                                        
"La historia de la piratería" fue una publicación de la revista Mampato en 1969. Ilustrada magistralmente por Themo Lobos.
                                                                                        


Batalla de Lepanto

Con el Mediterráneo en poder de los turcos y de los hábiles piratas berberiscos, los barcos cristianos tenían muy pocas probabilidades de navegar por estas aguas, salvo pagando altos tributos para no ser atacados.
Solamente en Algeria, había más de 25.000 esclavos cristianos condenados a trabajos forzados. Entre ellos, el más famoso fue Miguel de Cervantes, quien estuvo 15 años prisionero en manos de los algerinos.
Pero al amanecer del 4 de octubre 1571, los pescadores griegos de La Isla Itaca, el antiguo reino de Ulises, vieron con asombro aparecer una impresionante flota. En total eran 210 galeones.
Los venecianos, españoles, genoveses, las naves del Papa Pío V y de los Caballeros de Malta, unidos bajo el mando de Don Juan de Austria, se habían reunido para derrotar a los turcos, cuya flota estaba anclada en Lepanto.
Hacia el mediodía del 7 de octubre, los vigías avistaron nítidamente la ciudad con sus jardines y sus siete mezquitas.
Después de seis horas de lucha, en la cual el autor de “Don Quijote” perdió una mano, la batalla terminaba en una sangrienta carnicería. Los turcos perdieron el 80% de su flota. De esta fecha en adelante, los piratas berberiscos sólo continuaron atacando aisladamente los barcos cristianos, pero su dominio sobre el Mediterráneo había desaparecido. El descubrimiento del Nuevo Mundo atrajo la gran piratería hacia las aguas del Atlántico.



John Hawkins, uno de los marineros más famosos de la época, se dedicó a recorrer las costas africanas en busca de esclavos, que luego vendía en las colonias de América y, a la vuelta, asaltaba los galeones españoles que encontraba en su ruta. Entre la tripulación del capitán inglés, se encontraba un joven marino, quien en estos viajes aprendió el arte de navegar, superando más tarde su maestro. Era Francis Drake.

John Hawkins

Cuando Isabel I se hizo cargo del trono en Inglaterra, se encontró con que el país estaba en una situación económica desastrosa. Y se le ocurrió la brillante idea de darle a los señores que se dedicaban a la piratería patentes de corsarios. Esto consistía en que ellos equipaban su propia flota y que se podían dedicar a saquear los barcos que no fueran ingleses, de preferencia los galeones españoles, los cuales regresaban cargados de oro del Nuevo Mundo.
John Hawkins, uno de los marineros más famosos de la época, se dedicó a recorrer las costas africanas en busca de esclavos, que luego vendía en las colonias de América y, a la vuelta, asaltaba los galeones españoles que encontraba en su ruta. Entre la tripulación del capitán inglés, se encontraba un joven marino, quien en estos viajes aprendió el arte de navegar, superando más tarde a su maestro. Era Francis Drake. 


En venganza por las correrías de Drake, Felipe II decide atacar a Inglaterra con su poderosa “Invencible Armada”. Al cabo de 9 días de encarnecida lucha, el almirante español Don Pedro de Valdés se rinde ante el más extraordinario marino de su época: Francis Drake.


Francis Drake

En el siglo XVI, España tenía la flota más poderosa del mundo, pero un buen día, el joven Drake logra también tener también su propio barco y se lanza directo a las Antillas, donde logró apoderarse de cuatro galeones españoles. Siendo dueño ya de esta pequeña flota de cinco barcos, el oro que los navíos españoles llevaban a Europa pasó a llenar las bodegas de Drake. El marino inglés regreso a su patria cargado de riquezas y fue aclamado como un héroe. Hasta la Reina Isabel I se interesó en conocerlo. Por un tiempo, el corsario fue un refinado y ocioso cortesano, pero el deseo de nuevas aventuras lo impulsó a presentar a la soberana un audaz proyecto y como la reina estaba dispuesta siempre a apoyar cualquier empresa que perjudicara a España, Drake parte en diciembre de 1577 con 5 navíos y en el más estricto secreto. Su objetivo era doblar por el Cabo de Hornos y sorprender a los españoles, quienes se sentían completamente seguros por el lado del Océano Pacífico.

 Después de una peligrosa travesía, saquea los puertos de Valparaíso, Arica y Callao, además de hundir varios galeones enemigos. Pero cuando llega el momento de regresar, la flota española le cerraba el paso y el corsario toma rumbo hacia Asia. Dobla el Cabo de Buena Esperanza, bordea la costa africana y, en 1580, llega a Inglaterra después de haber dado la vuelta al mundo.


ANEXO


Francis Drake en Chile



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