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miércoles, 24 de mayo de 2023

Lecturas de la infancia

 
Esperar ansioso el día en que apareciera la revista. Correr al kiosco a comprarla. Regresar a casa triste porque no había llegado el camión que la distribuía. Volver dos horas más tarde.

 Por Rubén Reveco - Editor

Verla de lejos exhibida entre muchas otras por reconocer su portada y diseño. Tenerla entre las manos y sentir el olor a papel nuevo. Volver a casa emocionado, hojeándola página por página. Descubrir cómo seguían las historietas y relatos que durante una semana habían quedado en suspenso. Encontrarse con un nuevo capítulo de tu héroe y detenerse a mitad de cuadra para leer cómo se las había arreglaba para zafar de los tantos problemas que tenían los hombres y las mujeres en la Prehistoria, por ejemplo.
Eso, y más, significaron para muchos la lectura de revistas infantiles. Los tiempos han cambiado y no quiero decir que para bien o para mal. Pero el privilegio de sentir que tu corazón latía con más fuerza cuando te reencontrabas con tu amada revista coleccionable sigue siendo entre lo mejorcito de mi inocente infancia de niño pueblerino y fantasía intergaláctica.

Kioscos en el arte













3 comentarios:

  1. Estimado Rubén.
    La verdad es que la descripción que haces de lo que sentías, de la emoción de cuándo ibas a comprar la revista, me trajo gratas sensaciones, añejas sensaciones ya olvidadas, que me hicieron sentir muy feliz.
    Tal como lo describes me ocurrió a mí.
    Un abrazo sincero y gracias por tu blog

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  2. Uno de los recuerdos más hermosos de mi infancia es lo que sentías tú por las historietas y cuya afición mantengo a mis 74 años y que comparten, tambien 2 de mis 4 hijos. Siempre nos preguntamos con amigos de nuestra pasada generación, la emoción que nos causaba nuestras revistas favoritas, las esperas anhelantes en los kioskos que las vendían o las tardes en que salíamos a recorrer las casas de nuestros amigo o vecinos para intercambiar ejemplares y sumergirnos en su lectura. Son recuerdos imborrables que siempre recordaremos con emociónes gratas.

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