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viernes, 30 de junio de 2023
Tres esculturas de Benjamín Víctor
martes, 6 de junio de 2023
Vieron a Tom Jobim paseando en la playa de Ipanema
viernes, 19 de mayo de 2023
Ruth, de Giovanni Battista Lombardi
Giovanni Battista Lombardi, nacido en Brescia, Italia, comenzó su aprendizaje en la cantera de mármol de su padre. Para 1851 se había mudado a Roma para estudiar con el escultor Pietro Tenerani (1789-1869) y luego trabajar en el estudio de Tenerani en monumentos, bustos y relieves de inspiración religiosa y clásica. Pronto estableció un estudio productivo propio, creando estatuas sentimentales, románticas y bustos para la burguesía italiana.
El uso de mármol blanco y la manera en que Lombardi lo moldeaba tan delicadamente, logra captar hasta los detalles más sutiles de la figura humana, lo que brinda a sus obras su conocido aspecto angelical. En sus temas bíblicos, Lombardi combina sutilmente el clasicismo con el naturalismo y la reserva con el encanto.
El artista
sábado, 8 de abril de 2023
El Cristo sucio del MNBA de Santiago de Chile
Hace unos días fui al MNBA de Santiago de Chile a ver una serie de muestras muy interesantes de las que estaré informando en su momento. Y cada vez que voy, le hago una visita al "Descendimiento de Cristo", ese gran conjunto escultórico realizado por Virginio Arias en 1887. Si bien tiene un lugar de privilegio en el hall del museo, su higiene no se corresponde a su importancia. Urge una limpieza a fondo de la obra escultórica más importante realizada en Chile y quizá en Latinoamérica. Está sucia y manchada y eso se ve muy, pero muy feo.
Por Rubén Reveco - Editor
"El descendimiento de Cristo", de Virginio Arias, es el mejor ejemplo de una obra de calidad inalcanzable para la mayoría de los artistas. Es la escultura del siglo XIX realizada en mármol quizá más importante de Latinoamérica. No comprendo por qué el MNBA la tiene tan abandonada.
Pareciera que los espectadores se ven tentados a tocar con las manos sucias las rodillas de Cristo. Estas con los años se han manchado.
¿Qué diría Virginio Arias al ver como cuidan su obra de arte?
¿Cómo limpiar una escultura de mármol?
El mármol no sólo es hermoso, sino que es perfecto para colocar en zonas exteriores por su alta resistencia a los agentes externos. Pero lo cierto, es que como todo en esta vida, hay que cuidarlo o puede deteriorarse. En líneas generales, podemos decir que es muy común que este material se decolore para que quede un blanco reluciente y desaparezcan esas líneas propias de su naturaleza o el polvo exterior.
Buscando en internet es fácil encontrar una "receta" de cómo limpiar una escultura de mármol. Todo museo que se precie de tal tiene un departamento de restauración. Sólo con el ánimo de colaborar, les dejo dos métodos caseros: Por favor, no ofenderse.
1) Frota medio limón a tu objeto de mármol. No lo dejes actuar más de un par de minutos ya que entonces, lo podría dañar e incluso manchar. Aplica después un trapo húmedo para limpiar. Agua y vinagre es una mezcla muy apropiada para dejar limpio tus objetos de mármol blanco.
2) En primer lugar debemos coger un trapo limpio que no suelte pelusas. Con ese trapo seco, quitamos todo el polvo que sea posible. Para las zonas pequeñas a las que no podamos llegar deberemos ayudarnos con un cepillo.
Una vez tengamos la escultura limpia de polvo, llenamos un cubo con agua tibia y lo mezclamos con jabón. Lo conveniente es que la mezcla quede bastante jabonosa, es decir, que haya espuma.
Posteriormente sumergiremos el trapo en la mezcla de agua y jabón y limpiaremos nuestra escultura. Si la escultura es de un tamaño pequeño y no pesa mucho, podemos sumergir directamente la escultura en el cubo. (Este no es el caso)
Si ya tenemos nuestra pieza cubierta de agua y jabón, ahora debemos enjuagarla con agua. En caso de no poder sumergirla en agua limpia, realizamos el mismo proceso que hemos hecho para limpiarla con agua y con jabón. Tan sólo hay que coger un trapo nuevo y agua limpia.
Por último y para terminar, tendríamos que secar la figura. Como consejo, para aquellas estatuas que están un poco amarillentas, podemos quitarle ese color indeseado con agua y vinagre.
Esta mezcla es corrosiva para el material, por lo que tenemos que realizarlo con cuidado. Lo ideal es verter un poco de esa mezcla en la mancha en concreto y después limpiar profundamente con agua con jabón. ¿Se entendió?
martes, 4 de abril de 2023
Estatua genera controversia en localidad italiana
La escultura de una campesina del siglo XIX generó una controversia en una localidad italiana, debido a que para algunos la imagen se parecen más a una estrella de cine que a una trabajadora del campo. La escultura de la "Spigolatrice di Sapri", basada en un célebre poema del mismo nombre, fue develada el 25 de septiembre en Sapri, en el sur de Italia, en presencia de autoridades locales y el ex premier Giuseppe Conte.
Se ve a la "spigolatrice", o segadora de trigo, con un vestido que deja al descubierto sus hombros y está ajustado sobre sus glúteos. Los críticos dijeron que ninguna campesina del siglo XIX tendría ese aspecto, ni menos aún la heroína ficticia del poema de Luigi Mercantini, que abandona su trabajo agotador en el campo para sumarse a una insurrección siciliana contra la dinastía borbónica.
"Es tergiversadora, y comete el error de retratar a una mujer con una pose contemporánea y un aspecto mucho más parecido al de una estrellita de cine que a una trabajadora del 1800". Teresa Macri, crítica de arte"
Es una estatua inapropiada, descontextualizada y también ofensiva", opinó la legisladora Laura Boldrini. "Se despoja a la mujer de su historia y su dignidad", agregó.
El escultor Emanuele Stifano, creador de la obra, defendió la escultura, argumentando que acostumbra crear figuras de ambos géneros con la menor cantidad posible de ropa. Dado que la estatua sería colocada frente al mar, concibió a su "spigolatrice" azotada por una brisa marina que ajustaría su vestido a su cuerpo, escribió en un mensaje en Facebook.
Su objetivo -expresó- no era retratar fielmente a una campesina del siglo XIX, sino "representar un ideal de mujer, evocar su orgullo, el despertar de una conciencia, en un momento de gran patetismo". El artista dijo que estaba "estupefacto y desalentado" por las críticas, y destacó que la ciudad de Sapri, que le había encomendado la estatua, aprobó su boceto previo.
En defensa de la obra, el alcalde de Sapri, Antonio Gentile, dijo que el sexismo "está en el ojo del espectador". "Creo que se han derribado estatuas solamente en países donde la democracia está suspendida", dijo Gentile al rechazar la posibilidad de retirar la escultura. Otras muestras de arte público moderno han provocado escándalo en Italia, cuyo patrimonio cultural incluye algunos de los mayores tesoros artísticos de Occidente. Cuando las autoridades romanas develaron la estatua de San Juan Pablo II frente a la estación ferroviaria central en 2011, el Vaticano dijo que se parecía más al dictador fascista Benito Mussolini que al difunto Papa. Finalmente, el artista volvió a hacer la cabeza para que se pareciera más a la de Juan Pablo II.
El poema
«Eran trecento, eran giovani e forti, Texto del poema (Traducción de google) "Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, y murieron! Iría por la mañana a espigar cuando vi un bote en medio del mar: era un barco de vapor, y levantó una bandera tricolor. Se detuvo en la isla de Ponza, pasó un tiempo y luego volvió; ella regresó y llegó a tierra; descenderá con las armas y no nos hará la guerra. Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, y murieron! Bajará con armas y no nos hará la guerra, pero se inclinaron para besar la tierra. Uno a uno los miré a la cara: todos tenían una lágrima y una sonrisa. Los ladrones dijeron que salieron de sus guaridas pero no quitaron ni un pan; y les oí gritar un solo grito: "Hemos venido a morir por nuestra orilla". Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, y murieron! Con ojos azules y cabello dorado un joven caminaba frente a ellos. Me atreví y tomándolo de la mano, Le pregunté: "¿A dónde vas, guapo capitán?" Me miró y me respondió: "¡Oh, hermana mía! Voy a morir por mi hermosa patria ”. Sentí temblar todo mi corazón ni le pude decir: "¡Ayuda al Señor!" Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, y murieron! Ese día me olvidé de espigar y detrás de ellos me puse a andar: dos veces chocó con los gendarmes, y el uno y el otro los despojaron de sus brazos: pero cuando la Certosa fûr a las paredes, se escucharon trompetas y tambores; y entre el humo y los tiros y chispas más de mil cayeron sobre ellos. Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, y murieron! Eran trescientos y no huirán, parecían tres mil y querían morir; pero querían morir con hierro en mano, y el plan corre sangre por delante de ellos: hasta que vi pelear por ellos recé, pero de repente me vine menos, ni miré más: Ya no vi entre ellos esos ojos azules y esos cabellos dorados. Eran trescientos, eran jóvenes y fuertes, ¡y están muertos! " El artista. |