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martes, 3 de octubre de 2023

¡Que miedo! Así suena un agujero negro

¿Cómo suena un agujero negro?: 

El audio, según detallaron, exhibe específicamente el sonido que emite un agujero negro ubicado en el cúmulo de galaxias de Perseo, detectado en 2003.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, difundió el pasado miércoles el impresionante registro del sonido que emite un agujero negro. En ese sentido, de acuerdo a lo informado, el organismo logró hacer audible el registro, obtenido gracias a las ondas sonoras captadas por el observatorio de rayos X. 

Según explicó la NASA en un comunicado, la idea errónea popular de que no hay sonido en el espacio se origina en el hecho de que la mayor parte del espacio es esencialmente un vacío, que no proporciona un medio para que las ondas de sonido se propaguen. Un cúmulo de galaxias, por otro lado, tiene copiosas cantidades de gas que envuelven a los cientos o incluso miles de galaxias dentro de él, proporcionando un medio para que viajen las ondas sonoras. 

Con lo anterior, agregan, en esta nueva sonificación de Perseo, las ondas sonoras previamente identificadas por los astrónomos fueron extraídas y audibles por primera vez. Se extrajeron en direcciones radiales, es decir, hacia afuera del centro. Luego, las señales se resintetizaron en el rango del oído humano al aumentarlas en 57 y 58 octavas por encima de su tono real.


Escucha el impresionante registro difundido por la NASA, gracias a las ondas sonoras captadas por el observatorio de rayos X Chandra (CXC), logró hacer audible el sonido.


La Inquisición ejecuta en la hoguera a Luis de Carvajal, el Mozo.


                                                                                        

El 8 de diciembre de 1596, en la Ciudad de México, la Inquisición española ejecuta en la hoguera al poeta judío español Luis de Carvajal (el Mozo).

                                                                                        

Luis de Carvajal el Mozo (Benavente, Zamora - Ciudad de México, 8 de diciembre de 1596) fue un comerciante y poeta novohispano , destacado miembro de la extinta comunidad de marranos (denominación que se empleaba para los cristianos nuevos de los que se sospechaba que «judaizaban», es decir, que mantenían prácticas de la religión judía) que consiguieron establecerse en América durante la colonización española. Se le considera el primer escritor judío de América.

Biografía

Era leonés de nacimiento, hijo de Francisco Rodríguez de Matos y Francisca de Carvajal y sobrino de Luis de Carvajal y de la Cueva (cristianos nuevos de origen portugués). Utilizaba el apellido de su madre, viuda (también aparece escrito como "Núñez de Carvajal" y con la forma "Carabajal"). Para distinguirle de su tío se le añadía el sobrenombre de "el Mozo". En los documentos aparece siempre como soltero. Se identificaba profesionalmente como tratante.1​Pasó con su familia al Nuevo Mundo, donde tuvieron un importante papel en la fundación de Monterrey. Su tío era el gobernador del Nuevo Reino de León.

Procesado por la Inquisición, fue reconciliado el 24 de febrero de 1590, siendo condenado a prisión perpetua en el hospital de lunáticos de San Hipólito, en la capital mexicana. El 9 de febrero de 1595 fue vuelto a procesar por relapso; durante la tortura, según los registros judiciales, testificó contra su madre y hermanas. En una de las sesiones de su juicio (la del 25 de febrero) se le mostró un libro manuscrito autobiográfico, que reconoció como suyo, que comenzaba con las palabras "En el nombre del Señor de los Ejércitos", traducción castellana de la invocación hebrea be shem Adonay Zebaot. El 8 de febrero de 1596 fue puesto al fuego en la parrilla desde las nueve y media de la mañana hasta las dos de la tarde; durante la tortura denunció al menos a 121 personas, aunque posteriormente se retractó de esa confesión. Para evitar nuevas torturas se arrojó por una ventana. Murió diez meses después, por garrote, y su cuerpo fue quemado en un auto de fe posterior, el 8 de diciembre de 1596.

Junto con su hermano Baltasar de Carvajal compuso himnos y endechas para fiestas judías, uno de ellos, una clase de viddui (confesión de pecados) en forma de soneto, se reproduce en El libro rojo (1870) del escritor mexicano Vicente Riva Palacio (1832-1896).

En los documentos de su segundo proceso, además de como poeta, aparece como un gran latinista, erudito de las Escrituras, y fervoroso creyente de la religión judía; incluso místico o iluminado. Cambió su nombre por el de José Lumbroso.


Poetas de la era
Sin saberlo, la tarde se
sumerge en la espera.
Alada, la poesía ignora las
distancias

Poco a poco se funden
la esperanza y el genio
se confunden las aguas
las voces, las miradas.
Armados de poemas
se despiertan los sueños
se desbordan las ganas
los poetas se encuentran
de repente en la Era
en que encontrarse juntos
es su creación más alta.

¿Cuánto pesa en la sangre
un verso en el bolsillo?
¿Cuánto cuesta en insomnios
la estrofa inacabada?
¿Cuánto el beso fallido?
¿Cuánto el alma cansada?
¿Cuánto el sueño quimera
el después, la mirada,
la poesía en la era
en que el tiempo no fragua?

Gracias doy, por la Gracia
desbordada en sus voces.
Sembradores de dioses
en tierra desolada.

Gracias doy por el verbo
que cabalga en las ansias
por la imagen, la esencia
por la vida y la magia
muchas gracias, Poetas
de la Era y del alma.


La mujer y el Génesis
(A Alina Cepeda, desde luego)

Dijo
hágase Dios.
Y fueron, desde entonces,
el delirio, el miedo,
el castigo sin perdón ni culpas.
Todas las ostras callaron
 para siempre.
Nació el pecado
las platas sirvieron para
anidar octubres y serpientes.
Las lunas llenas de candor
enmudecieron.

Luego dijo,
hágase la palabra.
Y el verbo se hizo discurso
para explicar mandatos,
jefaturas posesiones.
Fue entonces necesario el
Demonio sin poderes,
el castigo sin perdones y sin
culpas.
El bautizo y la cruz y la abadía.

Se hizo el infierno en cada
testamento.
Esto será de mis hijos
y de los hijos de mis hijos
por los siglos de los siglos,
posean-.

Que no sea la luz
para que no se note la tierra
parcelada
la sangre dividida
los sexos deportados
las hijas invisibles sin sotanas.

Que sean aquí en la tierra
como en los tribunales
condenadas al oprobio
la pasión y la dicha.

Que sea pecado amarse sin
 pecado
simplemente; la piel
correspondida,
la sonrisa de niñas y profetas,
la esperanza en el canto, la
poesía.
Serán por siempre ajenos a
los cielos
cuya llave tendrá la policía.

Yo digo
desháganse los dioses
unamos brazo, verbo,
clarinadas
borremos el pecado del
lenguaje
hagamos tiernamente la
mañana
vistámosla de sangre
perspectiva
sembrémosla de dichas sin
 fusiles.
Abramos mil claveles,
mil escuelas
y marchemos sin amos al
futuro.

Digo, digo yo,
digamos todas, todos
¡viva eva!!
redentora de edenes y de
víboras
sembradora de sueños, de
esperanzas.
Librando al pobre adán del
paraíso
para fundar el mundo y la
 poesía.



Tercera lección
de vuelo para Paquita

Para volar con lluvia
se requieren dos versos
uno azul, con pañuelos
uno rojo con sueño.

Debe aspirar las nubes
guardar el cielo viejo
y andar por lo tejados
con un voz en el pelo.

Si escampa sin abrazos
pon tu piel en los dedos
y al calor de las olas
exprime tu silencios.

Si llueven madrugadas
y se inunda tu credo
y se erizan las sombras
que guardan tu secretos
ve y recorta las rosas
de un lejano sendero
niega al sol, que no sale
y al dios en quien no creo.

Si persisten lloviznas
si aún no alumbra un lucero
si se empapa tu alma
se entumece tu anhelo
se desangra la espera
se te olvida el recuerdo

Si no puedes llevarte
la imagen del espejo
no te eleves, no vueles
no te alejes del suelo.

Deja que vuele un verso
que se pierda en los cielos
que despeje la lluvia
que inunda tus adentros.
 
Que otro verso construya
para ti un universo
donde llueva la lluvia
sin mojarte por dentro.


El manuscrito robado hace 75 años y recuperado por una donación de Leonard Milber cuenta cómo Luis de Carvajal llegó al continente escondiendo él y su familia sus orígenes judíos.


El Manuscrito

El Museo de la Sociedad Histórica de Nueva York exhibió en 2016 las memorias de Luis de Carvajal el Mozo, escritas en 1595 en la antigua Nueva España, y que constituyen el primer manuscrito producido por un judío en el continente americano.

La exhibición sucedió luego de que el manuscrito pudo ser recuperado por el coleccionista Leonard Milberg, tras ser robado hace 75 años del Archivo General de la Nación, en México. El manuscrito estuvo a punto de ser vendido este año en una subasta en Nueva York.

El documento es una reliquia histórica que relata la vida como judío converso de Carvajal, quien finalmente terminó por suicidarse cuando cayó en manos de la Inquisición, igual que su tío, Luis de Carvajal “el Viejo”, quien fundara el actual estado de Nuevo León.

La exposición fue posible gracias al gobierno de México, que recuperó el documento gracias a la donación de Milberg, y que lo exhibe en el país desde que terminó la muestra en Nueva York.

domingo, 24 de septiembre de 2023

El primer torneo de gladiadores y las mejores ilustraciones

  

La primera vez que se ofreció en Roma un torneo de gladiadores fue por iniciativa de los hermanos Marco y Décimo Bruto, durante los funerales de su padre, que se celebraron en el año 264 a. de C., cuando ya habían transcurrido casi 500 años desde la fundación de la ciudad.



En aquella ocasión combatieron tres parejas. Sin embargo, cien años después, para honrar la memoria del padre del general Tito Flamíneo (230-175 a. de C.), el número de los combatientes aumentó a 74, que lucharon durante tres días consecutivos. Julio César (100-44 a. de C.), en los últimos tiempos de la República, llegó a presentar en un solo torneo a 320 parejas.

César Octavio Augusto (63 a. de C.-14), pocos años después, organizó durante su reinado ocho juegos circenses en los que combatieron unos 10.000 hombres.

Batiendo todas las marcas, el emperador de origen hispánico Marco Ulpio Trajano (53-117) hizo luchar a 4.941 parejas durante 117 días consecutivos. Pero la progresión no se detuvo ahí: el emperador Cayo Aurelio Valerio Diocleciano (h. 243-313?) llegó a ofrecer espectáculos nocturnos y, falto de otras novedades, hizo combatir entre sí a pigmeos y mujeres. Estos excesos resultarían, sin duda, carísimos, pues se ha calculado que, durante toda la historia del circo romano, un combate de gladiadores medio supondría unos gastos alrededor de 10 mil euros actuales.




Las mejores ilustraciones de gladiadores




















20 curiosidades sobre los gladiadores

Existen pocas figuras que causen tanta impresión como la de los proverbiales gladiadores. Aún a día de hoy, los gladiadores de Roma siguen generando una enorme fascinación, lo cual ha provocado que parte de la historia de estos combatientes se convirtiera en mito. Un mito escrito sobre sangre y arena, alimentado por héroes, atletas, esclavos y guerreros, que eran aclamados en los mismos anfiteatros en los que previamente habían sido arrojados hacia una lucha de vida o muerte. El espectáculo estaba asegurado.
El alto grado de fascinación ha generado tanto un genuino interés histórico por los gladiadores como una deformación por exageración en las seductoras proyecciones pictóricas y en las trepidantes estructuras narrativas cinematográficas y literarias. Han sido representados en todo tipo de artes y, por tanto, el rigor histórico se ha subordinado (como es normal e irreprochable) a los fines propios de los creadores.
En esta línea, Juan Eslava Galán expresó lo siguiente: “He visto por segunda vez la película Gladiator. La historia me parece estupenda, aunque su realización no acaba de convencerme. ¿Qué necesidad tenía nuestro venerado Ridley Scott de introducir esa estética prestada de Star Wars en las armaduras de los gladiadores, especialmente en los cascos? Los originales eran mucho más impresionantes”. Es cierto que los cascos de los gladiadores eran especialmente llamativos con sus distinguidas formas, sus puntas alargadas, sus crestas y su plumaje. Los yelmos ofrecían protección pero su combinación con los golpes también proporcionaba importantes heridas faciales a su portador.


Pollice Verso. Pintura de Jean-Léon Gérôme.


A continuación ofrecemos 20 curiosos datos sobre los gladiadores que, esperamos, puedan servir al lector para adentrarse en el deslumbrante mundo de estos afamados guerreros. No se trata de un repaso exhaustivo, sino de una invitación al tema a través de aclaraciones históricas verdaderamente llamativas.

1. No decían la memorable y sobrecogedora frase “Ave, Caesar, morituri te salutant” (“Salve, César, los que van a morir te saludan”). Esta expresión imprime en la actitud de los gladiadores una nobleza propia del que acepta con dignidad y templanza su letal destino, lo cual hiela la sangra de cualquier admirador que a continuación verá muertes y sangre en directo. Sin embargo, esta visión romántica del pasado no es más que una distorsión histórica. No hay registros históricos que documenten esta costumbre o norma. La frase la recogió Suetonio en De vita Caesarum en relación a un suceso muy particular: la naumaquia del lago Fucino organizada por el emperador Claudio. Los naumachiarii (los combatientes de la naumaquia) saludaron al emperador diciendo “Ave, Caesar, morituri te salutant” antes de la batalla naval. Posteriormente se creó una tradición errónea sobre los gladiadores y esta forma ritual.

2. El término “gladiador” proviene del nombre de la característica espada de la Antigua Roma: gladius. El gladius o gladio era un arma utilizada especialmente por las legiones romanas y tenía un tamaño corto (aproximadamente medio metro). Con una hoja ancha, recta y de doble filo. A diferencia de otros modelos de espada, el diseño del gladio equipaba al soldado para rápidos y cortos ataques de estocada. Su forma permitía que el arma se alinease con el codo. Con el tiempo, los legionarios sustituyeron el gladio por la spatha, de mayor tamaño y utilizable por la caballería. La spatha ya no se empleaba para el apuñalamiento a corta distancia, sino para golpear dando tajos.

3. Es una cuestión controvertida y existe debate sobre el origen exacto de los gladiadores. No obstante, en lo que parece haber unanimidad es en el primitivo carácter ritual funerario de las luchas entre guerreros y otros actos como sacrificar prisioneros. Un antecedente destacado es la influencia de los juegos fúnebres etruscos durante el reinado de Lucio Tarquinio Prisco. Los combates gladiatorios llegaron a Roma en el siglo III a. C., siendo celebrada la primera lucha, según Tito Livio, en el Forum Boarium para rendir homenaje a Junio Bruto Pera en sus funerales. El munus gladiatorium fue organizado por los hijos del finado, Marco Junio Pera y Décimo Junio Pera. Los juegos fúnebres pasaron a convertirse en componentes de la vida festiva romana y cualquier político debía tener la capacidad de organizar grandes juegos. La ostentosidad cargó de deudas a muchos gobernantes y funcionarios.

4. En el siglo I de nuestra era un gladiador tenía alrededor del noventa por ciento de posibilidades de salvar la vida. Incluso si perdía se salvaría más o menos cuatro de cada cinco veces. Con el tiempo, se fue convirtiendo en un juego más sangriento, pero en el siglo II sólo la mitad de los combates terminaban con la muerte de al menos alguno de los luchadores. No todos los gladiadores morían, antes bien, muchos lograban una carrera que se extendía durante años. Y algunos conseguían la fama y muchas riquezas gracias a la arena, llevando una vida de gloria. Mientras muchos perdían la vida, otros se convirtieron en verdaderos ídolos de masas.
 
5. Los gladiadores eran profesionales. Estaban entrenados en su arte: entrenaban en escuelas parecidas a cuarteles donde vivían en internamiento. Estas escuelas eran de carácter privado al comienzo, siendo propiedad del lanista, que era un contratista. En la época del Imperio el Estado se hizo cargo de las escuelas más importantes, entre las que destacan las que estuvieron en Capua: la ludus gladiatorius Iulanius, de César, y la Neronianus, de Nerón. Los llamados doctores eran los encargados de instruir a los gladiadores, y normalmente eran viejas glorias ya retiradas de la arena que transmitían toda la experiencia de sus cicatrices a los jóvenes reclutas.

6. Para que los combates tuviesen lugar el editor (el cargo político encargado de organizar los juegos públicos) firmaba un contrato con el lanista y se fijaban los combates, los cuales se anunciaban en detallados carteles por los lugares más concurridos de la ciudad. Ya en la arena del anfiteatro los gladiadores hacían un simulacro en una actuación con armas inocuas. Después daba comienzo el combate real.

7. En 1993 un grupo de arqueólogos examinó restos de 120 personas de un cementerio de gladiadores en Éfeso. El análisis de las lesiones fue revelador y sorprendente. Se hallaron muestras de terribles heridas. Uno de los gladiadores encontrados murió por un doble traumatismo craneoencefálico agudo provocado por el poderoso tridente de un temible gladiador retiarius. Sin embargo, la muerte en la arena no era tan frecuente como se suele pensar.

8. El prestigio de los campeones de la arena creció tanto que incluso ciudadanos de las clases económicamente pudientes y políticamente bien situadas decidieron participar en los combates. Cómodo llegó a luchar en duelos de gladiadores, que muchos entienden que fueron amañados, y en espectáculos con animales. Por su parte, Nerón hizo combatir a équites y senadores.

9. Si se dictaminaba la muerte del perdedor, éste debía aceptarla con dignidad. En estos casos las dos formas principales de dar muerte (evidenciadas por las lesiones encontradas en los restos arqueológicos) eran una puñalada en el cuello que recibía el vencido arrodillado delante de su verdugo con la frente en alto, y una cuchillada en el corazón infligida a través del omóplato del derrotado colocado boca abajo.

10. Los espléndidos anfiteatros fueron las instalaciones públicas que albergaban los espectáculos y juegos, entre los que destacaban las venationes (donde intervenían animales) y los apreciados munus gladiatorium. El anfiteatro romano era un edificio con forma circular u ovalada, a diferencia del teatro y del circo que tenían forma semicircular y elíptica, respectivamente.

11. Existe una tipología de gladiadores. Cada clase tenía una forma propia de combate con su correspondiente equipamiento armamentístico. Los primeros en aparecer fueron los samnitas, cuyo nombre procede de la antigua tribu itálica homónima. Los gladiadores samnitas se caracterizaban por tener un gran escudo con forma oblonga, el gladius como única arma, un casco crestado con plumas y visera, una protección en la pierna izquierda y en el brazo derecho que cubría hasta el hombro.

12. Otro tipo destacado de gladiador era el murmillo. También portaba el gladius romano. Los gladiadores de esta clase llevaban unos característicos cascos cuyas crestas y amplios bordes le conferían una apariencia de pez. A su vez, vestían una túnica corta y un ancho cinturón. Estaban protegidos por una greba en la pierna izquierda, un brazalete en la extremidad superior derecha y un escudo rectangular legionario.

13. El secutor era un tipo de gladiador que derivó del murmillo y eran destinados principalmente a luchar contra los retiarii. Tenía el mismo equipamiento que el murmillo pero con un casco esférico y liso para no quedar atrapado en las redes de los reciarios.

14. Los temibles reciarios (lat. sg. retiarius o pl. retiarii) luchaba sin casco, en el brazo izquierdo tenían un brazalete (lorica manica), una protección en el hombro (galerus o spongia) y llevaban un pugio (un puñal romano). Pero lo más característico era su peligroso tridente (fuscina o tridens) y su red lastrada.

15. La clase de los gladiadores tracios se distinguía en mayor medida de las anteriormente mencionadas. Estos gladiadores portaban un parmula (pequeño escudo rectangular) y una sica (una espada corta con el filo curvo). El objetivo principal de la sica era atacar la espalda del contrincante. Tenían las dos piernas cubiertas, pues el escudo era pequeño, y protección en el hombro y en el brazo que sujetaba la sica. Además, vestía un cinturón ancho y una túnica corta. Su vistoso casco tenía cresta alta.

16. Otro tipo de gladiador muy llamativo es el dimachaerus. Los dimachaeri (en plural) combatían con dos espadas y tenían las dos piernas cubiertas con grebas. Las fuentes pictóricas de esta clase de gladiador son indeterminadas y variadas. De hecho, pude ser que no constituyera una clase completamente independiente de las demás.

17. El fascinante hoplomachus era un tipo de gladiador cuya imagen procedía del hoplita griego. Por este motivo estaba equipado con armadura pesada completa, casco, un gran escudo redondo, una lanza y una espada.

18. La clase de los provocatores cubría su cabeza con un peculiar casco de dos viseras y sin alas. Otro rasgo distintivo era la protección que llevaba en el pecho llamada cardiophylax. Además, tenían cubierto el brazo de la espada y las piernas. También un cinturón de metal y cintas de cuero que se cruzaban en su espalda y se sujetaban en ese punto con una anilla de hierro. Se defendían con un escudo alargado rectangular ligeramente más pequeño que el de los legionarios y atacaban con un gladius. Era frecuente que el espectáculo diera comienzo con estos gladiadores.

19. Los combatientes también podían ir montados. Existían dos clases que lo hacían sobre caballos y sobre carros. Los que combatían a caballo se defendían con un escudo pequeño y atacaban con un venablo llamado spiculum.

20. Los gladiadores tenían su contrapartida femenina llamada gladiatrix. La lucha contra otros humanos (y también animales) para el entretenimiento de los espectadores no era exclusiva de los hombres. A pesar de haber tenido una presencia escasa, existen pruebas tanto arqueológicas como historiográficas de mujeres gladiadoras. Tácito y Dion Casio mencionan participación femenina bajo el gobierno de Nerón y Suetonio bajo el de Domiciano. Hay que aclarar que del término “gladiatrix” no se tiene registro histórico, es más bien de acuñación posterior. (F)

 


sábado, 16 de septiembre de 2023

No lo puedo creer: El granizo más grande jamás caído (registrado)

 

El 12 de julio de 1984, cayó sobre Múnich el peor granizo que se recuerda en Centroeuropa. Las piedras de hielo llegaron a medir 9 centímetros de diámetro, cayendo a unos 100 kilómetros por hora.

Dañándose unos 70.000 edificios y unos 240.000 vehículos, y muriendo 10 personas, con 400 heridos. Un flamante Boeing 737 resultó seriamente dañado al acercarse al aeropuerto de Múnich, aterrizando con los timones deshechos y gravemente perforado todo su fuselaje. Sin embargo, aquella no fue la peor granizada que se recuerda. El récord mundial constatado lo ostenta una granizada caída en el distrito de Golpalganj, en Bangladesh, el 14 de abril de 1986, con piedras de hasta 1 kilo 20 gramos. Por efecto de esta granizada murieron 92 personas.


El granizo puede caer en cualquier época del año, pero ahora en primavera, verano y también en otoño los episodios de granizo son más abundantes porque las tormentas son más frecuentes y más potentes y la verdad, el tamaño importa, porque no es lo mismo que caigan guisantes a que caigan piedras.
Te has preguntado alguna vez, ¿qué hacer en caso de fuerte granizada? o ¿de qué dependen el tamaño de las bolas de granizo?
Para que se produzca cualquier tipo de precipitación, la atmósfera debe disponer de partículas sólidas muy pequeñas en suspensión, así se pueden formar gotas de lluvia, nieve o granizo. La atmósfera está llena de partículas sólidas como la contaminación o el polvo.
El granizo se forma a partir de pequeñas partículas de agua “helada” o hielo que se van uniendo dentro de la nube (tipo cumuliformes) hasta que se forma una bola. El granizo es uno de los tipos de precipitación de las nubes de tormenta.
Imagen: canalcordobatimes.com


¿De qué dependen el tamaño de las bolas de granizo?


La bola de granizo permanece dentro de la nube flotando porque existen unas corrientes desde el suelo hacia dentro de la nube que lo mantienen ahí durante un tiempo hasta que para la corriente que lo mantiene a flote. Cuando alcanzan un tamaño suficiente para que la gravedad pueda con ellas, caen al suelo. Esto ocurre en las tormentas más intensas y fuertes.
Del granizo podemos decir que es como una piedra, de tamaños que van desde los 5mm (como un Kiwi) a los 12cm (bola de Beisbol) pero el récord es de 20,32 cm de diámetro en EEUU. A partir de 4 cm de diámetro ya hay riesgo, porque con ese tamaño pueden alcanzar ¡hasta 120 km/h!. Por eso, cuanto más grande sea el granizo, será más peligroso y no sólo para las personas, sino también para el ganado, los cultivos y los bienes como casas, coches, techos o ventanas. Puede provocar accidentes graves y también afectar a la aviación, por eso los aviones evitan a toda costa acercarse a las nubes de tormenta o Cumulonimbus.

¿Qué hacer?

Si empieza a caer granizo pequeño debemos prestar atención porque en poco tiempo su tamaño puede aumentar. Si estás en la calle o el campo, busca un lugar para resguardarte y observar cómo evoluciona el fenómeno.Si vas en coche, observa igualmente e intenta cambiar la ruta si es posible y si no, sigue tu camino pero no pares. Tampoco intentes refugiarte debajo de los árboles ya que te pueden caer ramas. Si no tienes un garaje para el coche y el granizo se hace muy fuerte y grande lo más probable es que tu coche sufra algunos daños. Si has llegado a tu destino y continúa granizando, no salgas del coche hasta que pare o se debilite la tormenta.